Miriam Sánchez (36 años) quiere romper de una vez por todas con su pasado y ha decidido dar un cambio radical a su vida. La que fuera actriz porno y habitual de los platós de televisión, se aleja de los focos para adentrarse en el mundo de los muertos. Ha comenzado un curso para trabajar con cadáveres en tanatorio y funerarias, y así encaminar su profesión en este sentido, como ha publicado Informalia. A día de hoy existe una gran demanda en este sector y parece que la ex de Pipi Estrada (63) ha encontrado en la tanatoestética y la tanatopraxia una salida laboral.

No será fácil. Normalmente este tipo de cursos requieren una preparación de 12 meses con más de 300 horas teóricas presenciales y 160 de prácticas en tanatorios para conocer la anatomía humana, los procesos de conservación transitoria, el embalsamamiento, la restauración y la reconstrucción, la extracción de tejidos… Una vez Miriam haya adquirido todos los conocimientos necesarios y esté en posesión del título que le acredita para ello, podrá trabajar en un entorno profesional amplio.

Además de los tanatorios y las funerarias, tendrá la oportunidad de desarrollar su labor en residencias y geriátricos, centros sanitarios, bancos de tejidos y donaciones de órganos y centros de investigación. Es una buena elección ya que se trata de un trabajo fijo que no corre peligro. El sueldo de estos profesionales ronda los 1.700 euros.

Desde que comenzara una relación sentimental con el bailarín Cristo Vivancos, Miriam lleva una vida discreta, sin escándalos y fuera de la pequeña pantalla. Ha rechazado ofertas para acudir a algunos programas de televisión, sobre todo de Telecinco -"nada más acercarme a Fuencarral y sentir urticaria", reveló entre risas en una entrevista. Ahora se dedica a presentar pequeñas galas y a acudir a algunos bolos en distintas discotecas de la geografía española.

La última noticia de ella fue cuando hace unos meses decidió subastar sus implantes mamarios por Internet por 500 euros. Se tuvo que operar del pecho pro problemas de salud y ponerse otras mamas más pequeñas que las que tenía.

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