El "calentón de madre" de Arancha de Benito (46 años) sigue dejando titulares. Así calificó ella misma la carta que publicó en las redes sociales criticando la faceta de padre de Guti (40) y que posteriormente se apresuró a quitar de internet y que todavía sigue dando que hablar.

Tras expresar en unas duras líneas que el padre de sus hijos "no se ocupa ni se preocupa de ellos. Que son un cero a la izquierda en su vida" y recibir de forma sutil la respuesta de la actual mujer del exfutbolista, Romina Belluscio (38), Benito ha querido explicar sus palabras en Espejo Público. "Mis hijos son adolescentes, están en una edad difícil. Necesitan cariño, atención y un montón de cosas y me cuesta porque soy yo la que más peso lleva de todo. He intentado compartir este peso y por respuesta he obtenido la ignorancia, ni siquiera un no", ha apuntado la madrileña en referencia a la actitud de Guti.

Arancha presume de su hijo en instagram. Redes sociales

El exjugador merengue tiene dos hijos en común con Arancha: Aitor y Zaira. Y su hijo pequeño, Enzo, es fruto de su relación con Romina y con el que más tiempo pasa. Ese hecho, es lo que hizo que Benito explotara y quisiera dejar en evidencia a su exmarido, del que se divorció en 2009, y del que esperaba mayor implicación con sus vástagos. "Mis hijos pasan el tiempo que hay estipulado en un convenio regulador ni más ni más menos. A José siempre le he dado la libertad de ver a sus hijos cuando quiera. Mis hijos adoran a su padre como el que más. No se puede hacer diferencias entre hijos", aclaraba en el programa de Antena 3.

Y es que a Arancha le cuesta entender que el padre de sus hijos no "se muera de ganas de verlos", tal y como le ocurre a ella cuando tiene que viajar y separarse de ellos por una temporada. Mientras ella inunda sus redes de fotos junto a ellos y presumiendo de descendencia, el deportista prefiere mostrar lo feliz que es con su actual mujer.

A pesar de no poner fin a este 'culebrón', la madrileña asegura que quiere que sus palabras sean tomadas únicamente como un momento de estallido maternal y nada más: "No quiero hacer más declaraciones. Lo escrito, escrito está. Fue un caletón que cualquiera puede tener como madre y mujer y no sabía las consecuencias que iba a tener. Le he pedido perdón a mis hijos, que son los principales perjudicados".

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