El 8 de agosto se cumplirán cinco años del maldito vídeo de Olvido Hormigos (46 años) que provocó un gran revuelo mediático y político en todo el país. Un suceso incómodo que situó por primera vez en el mapa al municipio de Los Yébenes, donde por entonces ella era concejala socialista. Las imágenes de la edil masturbándose en un vídeo casero corrieron como la pólvora por los móviles de miles de españoles. Su intimidad quedó al desnudo y se vio sometida a un juicio público tal, que le llevó a dimitir de su cargo poco después. EL ESPAÑOL se ha dado cita con ella en su casa de la localidad toledana, situada a 100 kilómetros de Madrid, para recordar este momento que, sin duda, cambió la vida de su protagonista y la de su familia.

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Olvido abre las puertas de su casa radiante y serena con su hija Valeria en brazos. Tiene tres años y se acaba de despertar. Antes de comenzar la entrevista la exconecjala pide unos minutos para dar el desayuno a su niña a la que prepara una papilla. Mientras la pequeña ve Peppa Pig, tumbada sobre un gran sofá gris en medio de un imponente salón, su madre pacientemente introduce, una a una, las cucharadas en la boca de la pequeña a la que ella define como "lo mejor que le ha pasado en la vida". Pasados unos minutos comienza la conversación con Olvido.

¿Cómo recuerda aquel 8 de agosto?

Fue una pesadilla aunque lo tengo más que superado. Esos días fueron horribles. Si se pudiera dar marcha atrás yo no daría a enviar a ese vídeo. Lo borraría todo. Ese día no se me va a olvidar nunca. Me llegó por facebook un mensaje de un chico de Fuenlabrada que había visto un vídeo mío que le gustaba mucho. Yo había quedado con una amiga para ir a la piscina, seguí con mis planes, y allí ya noté miradas y risas. Fue entonces cuando me escribe otro chico que conozco para avisarme de que está circulando por todos lados. En el pueblo ya lo tenía todo el mundo. Me quería morir.

Olvido Hormigos en su casa con fotografías de su familia detrás. Silvia P. Cabeza

¿Qué se le pasó por la cabeza en ese momento?

Lo primero que pensé fue en mi familia. No sabía cómo decírselo a Jesús (su marido) ni a mis padres. El primero en saberlo fue el padre de mis hijos y fue un trago tremendo. Bajé a la Guardia Civil a la mañana siguiente y lo denuncié.

¿Se ha encontrado a los culpables de la difusión?

No. El chico al que se lo mandé me juró y perjuró que él no lo había difundido. Le detuvieron y solo estuvo una noche en el calabozo, pero ni le requisaron el móvil ni nada. Yo sólo le mandé el vídeo a él. Estoy convencida de que él se lo envió a un amigo y de ahí fue de uno a otro.

También aseguró en su día que el vídeo se difundió desde Alcaldía...

El alcalde Pedro Acevedo (PP) quiso enviar el vídeo a unos amigos y como por whatsapp no pudo lo hizo desde el correo de Alcaldía. Me entero de esto porque da la casualidad que a quien se lo envía es la suegra de otra concejala amiga mía. Mis compañeros de partido me dijeron que podía ser una estrategia de la oposición. La verdad es que yo no entendía nada porque el chico al que se lo mandé lo tenía desde junio porque llevaba con él desde mayo y no entiendo porque se difundió en ese momento.

Cuando era concejala socialista en Los Yébenes.



Numerosos altos cargos de su grupo político mostraron apoyo público a Olvido para que no dimitiera entonces como Eduardo Madina (PSOE): "¡Basta ya de esa España de Bernarda Alba! Por favor, Olvido, no dimitas". Consiguió incluso el respaldo de otras personalidades contrarias a su formación como Esperanza Aguirre (PP), presidenta de la Comunidad de Madrid en aquel tiempo, quien en su cuenta de Twitter publicó el siguiente mensaje: "En defensa de tu intimidad. #Olvidonodimitas". A la concejala de Los Yébenes le pudo la presión y finalmente optó por salir por la puerta de atrás.

Muchas noches me acostaba y pensaba en tomarme en unas pastillas para no amanecer al día siguiente

¿Por qué decidió dimitir?

Yo no quería dimitir porque era reconocer que había hecho algo que perjudicaba al pueblo. Ahora están pasando cosas peores. Todo el mundo robando y aquí no dimite nadie. Y yo tenía que hacerlo por algo personal. Me opuse pero al final accedí porque mis compañeros no querían que estuviera en el partido y no podía más.

¿Hay alguien que le decepcionara?

Me sentí bastante sola. Solo me apoyaron mis padres y hermanos. La familia de mi marido a día de hoy sigue sin hablarme. Mis primos con los que tenía buena relación hablaron lo peor de mí cuando los periodistas le pusieron un micrófono delante. Con mis amigas desde que éramos pequeñas tampoco tengo relación a día de hoy. Pero bueno ahora tengo otros nuevos.

¿Llegó a pensar en hacer alguna locura?

Intenté hacer una vida normal desde el primer día, pero siempre con la cabeza agachada. Me moría de vergüenza. En mi casa lloraba todo el tiempo. Muchas noches me acostaba y pensaba en tomarme en unas pastillas para no amanecer al día siguiente. En ese momento también estaba de maestra en un colegio y a través de un foro la gente empezó a insultarme y a decirme que en vez de dar clases a los niños tenía que dedicarme a hacer películas porno. Cada vez que pensaba en quitarme la vida se me venían mis hijos a la cabeza y esa fue la razón por lo que no lo hice.

Olvido frente al espejo. Silvia P. Cabeza

¿Te molesta que se te siga recordando esta historia?

Soy consciente de que se me reconoce por eso, pero ya he pagado bastante yo creo. Tengo la esperanza de que algún día se olvide.

El caso de Olvido Hormigos se archivó al considerar el juez que no había delito en la difusión del vídeo porno. Un año después se reformó el Código Penal para adaptarse a las nuevas tecnologías incluyendo como nuevo delito la difusión no autorizada de imágenes o grabaciones íntimas. La pena de prisión es de 3 meses a 1 año o multa de 6 a 12 meses. Al no tener carácter retroactivo la de Los Yébenes no se pudo beneficiar, pero su desagradable experiencia ayudará a otras mujeres y hombres en el futuro. 

Ahora Olvido Hormigos no guarda rencor a nadie. De hecho, a modo de anécdota relata que una de sus mejores amigas es la hermana del entonces alcalde del municipio toledano, el mismo que contribuyó a la difusión de su vídeo según ha contado. Después de todo lo que vivió aquel verano ya nada de lo que digan sobre su persona le afecta. Vive por y para los suyos, sin miedo a nada. Su vídeo, por cierto, sigue circulando libremente por Internet.

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