Tras 11 años de reclamaciones y entrevistas con medios de comunicación, Pilar Abel Martínez (61) ha conseguido que la juez madrileña María del Mar Crespo pida la exhumación del cadáver del pintor Salvador Dalí para comprobar si es su padre biológico. 

Del genio del surrealismo asegura haber heredado varias cosas, entre ellas "sentir" la pintura. "Me pasa como a él: cuando me pongo, no se ni lo que pinto", contó hace dos años a la revista chilena CARAS. Pero no es lo único que esta catalana cree compartir con el que asegura es su padre. Está convencida de que tiene un gran parecido físico con el artista, que igual que él está condenada a estar sola y a sufrir mucho por su pasado y defiende que Dalí, como ella, era un esotérico: "Dalí era esotérico a tope. El pintó sus propias cartas. Y las fiestas que hacía en Portlligat, todo era esoterismo. Gala también era parasicóloga", contó a la misma revista chilena.

Pilar es muy conocida en Gerona, donde vive desde hace 27 años. La gente le pone cara porque durante años ha sido la pitonisa de cabecera de la tele local Gi TV, donde se hacía llamar Jasmine. Es una mujer camaleónica, tan pronto lleva el pelo rubio platino como negro azabache. Hasta los ocho años, Pilar pensó que era hija de Juan Abel y Antonia Martínez, una humilde pareja dedicada a trabajar para los ricos. Pero a los ocho años, su abuela materna le rebeló el secreto que ha marcado su vida. Mientras caminaban por Figueras, el pueblo natal del pintor, se toparon con un retrato suyo y según cuenta la pitonisa, su abuela le dijo: "ese es tu padre". Después de aquel momento que le dejó traumada, pasaron casi 50 años hasta que se atrevió a preguntarle a su madre si era verdad. No llegó a darle un si rotundo, aunque tampoco un no, y con el paso de los años, enfermó de Alzheimer.

En 2006, Pilar Abel comenzó a reclamar la paternidad de Salvador Dalí al Ministerio de Hacienda y a la Fundación Gala-Salvador Dalí, puesto que el pintor cedió todo su patrimonio al Estado antes de morir en febrero de 1989. La mujer ha recorrido platós de televisión contando su historia y ha sido entrevistada por los principales medios nacionales e internacionales. Incluso el periódico The New York Times se interesó por ella. Por fin, la jueza María del Mar Castro ha aprobado la exhumación del cadáver del pintor del Teatro-Museo Dalí de Figueras. Así podrán conseguir una muestra de ADN, llevarla al Instituto Nacional de Toxicología y cotejarla con una prueba de la mujer. Todavía no hay una fecha clara, pero es posible que se proceda a desenterrar el cadáver en el mes de julio. El juicio de filiación por la demanda de paternidad presentada por Pilar Abel tendrá lugar el próximo 18 de septiembre, aunque la Fundación Gala-Dalí ya ha anunciado que recurrirá en los próximos días.

UNA VIDA DIFÍCIL

La pitonisa defiende que, igual que sus padres biológicos, siempre ha tenido "un mal karma" que le ha hecho sufrir mucho y acabar sola. Pilar se casó con solo 19 años para huir de su casa, pues no tenía buena relación con su madre y su padrastro (según su versión). Después de 20 años de un matrimonio infeliz y fallido, fruto del que tiene cuatro hijas que ya le han hecho abuela, se divorció y se marchó de Figueras a la capital de la provincia, Gerona.

Durante un tiempo trabajó en una panadería. Se hizo muy amiga de sus jefes, Joan y Mireya, un matrimonio que le impulsó a reclamar la paternidad de Salvador Dalí. A través de ellos se puso en contacto con el representante legal del pintor, Robert Descharnes, que accedió a hacer una prueba de ADN con una sonda gástrica utilizada en una de las últimas hospitalizaciones del pintor. Un compañero de trabajo y el cineasta Robert Bellsolá le acompañaron a París, donde tuvo un encuentro con el representante de Dalí. Pero después de muchos meses, éste contestó a Pilar que la prueba había dado un resultado negativo.

Aún así, la mujer ha seguido reclamando en distintas instancias hasta que ha conseguido que una jueza le permita hacer una prueba al cadáver. Pilar Abel defiende que es fruto de un encuentro amoroso entre su madre Antonia y Salvador Dalí en 1955. Antonia trabajaba desde los 16 años sirviendo en casas de ricos de Cadaqués, donde el pintor y su compañera Gala tuvieron su residencia de verano. Allí, según defiende la supuesta hija ilegítima, habrían tenido un affaire cuando su madre tenía 25 años. Fruto de esa relación habría nacido ella en el Hospital de Figueras. Un antiguo novio de su madre, Juan, se habría ofrecido a casarse con ella y hacerse cargo de la niña como si fuera su padre.

Si la prueba de ADN resultara positiva, se celebrara el juicio de filiación y Pilar lo ganase, tendría derecho a heredar el 25% del patrimonio de Salvador Dalí i Domènech. Es uno de los pintores españoles más alabados a nivel mundial. La obra del pintor a su nombre antes de que muriese (unas 4.000 obras) se valoró en 5.000 millones de pesetas en el año 1984. Una cifra que, después de su muerte, se disparó. En el año 2011, la venta de una de sus obras alcanzó los 15,9 millones de euros en Sotheby's.