Si hubiera un concurso anual de solteros de oro, Alonso Aznar Botella (27 años) no necesitaría hacer campaña para llevarse la medalla de oro. Precisamente la falta de ataduras amorosas, entre otras cosas, permite al benjamín del clan Aznar llevar una vida plagada de viajes, encuentros con amigos vips y visitas a los mejores festivales y locales de ocio mundiales. Aficiones que consigue compaginar con su puesto como General Manager de España y México en la multinacional Afiniti.

El joven vive a caballo entre Madrid y México DF, aunque eso no le impide asistir a todos los eventos de lujo que sus amigos montan a lo largo y ancho del planeta. Este mismo martes ha asistido, junto a su cuñado y buen amigo Alejandro Agag, a una carrera de caballos en el exclusivo hipódromo de Ascot, en Reino Unido. Los dos han ido ataviados con la rigurosa etiqueta exigida para la ocasión.

Alonso Aznar y Alejandro Aznar en el hipódromo de Ascot (Berkshire).

Desde que comenzó 2017 ha viajado a Pakistán, Jamaica o Turquía, además de México, país que se ha convertido en su segunda casa. Al hijo menor del expresidente del Gobierno le gusta alternar sus largos y lujosos viajes con fines de semana en España, donde improvisa planes más sencillos con su grupo de amigos más íntimos, entre quienes se encuentran Marta Ortega, la hija del fundador de Inditex, y su marido, Carlos Torretta.

Alonso Aznar Botella atraviesa una buena etapa profesional y personal. Hace poco más de un año y medio que fichó por la multinacional Afiniti, una empresa especializada en Big Data y vínculos empresariales en la que se dedica a captar negocio como responsable de España y México. El joven, educado en CUNEF, una de las mejores escuelas de negocios de España, ya ha trabajado en la City londinense y el fondo de capital riesgo Rhone Group. En la compañía Afiniti, donde trabaja actualmente, tiene como compañero a su padre, que se sienta en el mismo consejo de dirección que la hija de Rupert Murdoch (Elisabeth) o el exsecretario del Tesoro de Estados Unidos, John Snow.

Alonso Aznar con su grupo de amigos en La Coruña.

UN VIAJERO EMPEDERNIDO

Igual que su padre, Alonso Aznar es un gran aficionado al deporte. Se machaca en el gimnasio y en el ring, de ahí que se mantenga en plena forma.

Alonso Aznar practica boxeo en un gimnasio de Madrid.

Pero, a juzgar por el timeline de sus redes sociales, lo que más gusta al hijo del expresidente de honor del Partido Popular es viajar. En los últimos meses ha estado en Estambul (Turquía), en Jamaica, donde disfrutó de playas paradisíacas y en Pakistán, donde el pasado febrero esquió con la cordillera del Himalaya de fondo.

Alonso Aznar exhibe la bandera de España en Skardu (Pakistán).

Las escapadas a París o Londres están dentro de su tónica habitual. El joven vivió hasta hace dos años en la capital inglesa y conserva muchos amigos allí, por eso viaja a la ciudad habitualmente. El joven acabó 2016 en el desierto de Dubai y poco después viajó hasta Suiza con su cuñado Alejandro Agag, con el que tiene muy buena relación. 

El joven disfruta de todos estos planes con sus amigos y amigas. No se pierde ningún evento clave. En verano se deja ver por las mejores playas de Ibiza y el año pasado disfrutó del festival Coachella de California, al que cada año van las celebrities mundiales más famosas. También pasó unos días en uno de los resort mas lujosos de Bahamas. Hace años que prefiere buscar destinos exóticos que viajar a la casa familiar de Marbella, donde sus padres veranean desde hace años. 

Alonso Aznar de vacaciones en Formentera. Gtres

[Más información: De las Bahamas a Ibiza, las vacaciones de lujo de Alonso Aznar]

El menor de la familia se codea con los rostros más conocidos del panorama deportivo y de la moda. El pasado marzo, sin ir más lejos, se le pudo ver en la multitudinaria boda de Fonsi Nieto y Marta Castro. No dudó en desplazarse hasta Ibiza para acompañar a la pareja y disfrutar con sus amigos de un día tan especial.

Alonso Aznar en Dubai.

Pero aunque siempre está muy bien acompañado, no se le conoce pareja oficial. El menor de los Aznar está considerado como uno de los solteros de oro de Madrid, porque tiene un futuro profesional prometedor y su físico también le acompaña. Pero, de momento, parece que el joven está más centrado en conocer mundo y disfrutar de la vida que en enamorarse.