Doce años después del enlace matrimonial entre los actuales reyes de España, Felipe (49 años) y Letizia (44), Miguel Ángel Revilla (74) ha revelado todos los detalles del convite nupcial. El presidente de Cantabria ha relatado a Bertín Osborne, en su programa Mi casa es la tuya, el hambre que pasó durante la boda de los entonces príncipes. "Yo fui como a cualquier otra boda, ingenuo de mí. Acostumbrado a las bodas de Cantabria, tengo que decir que iba pensando que en una boda de tanto 'troneo' iba a estar la cosa fuerte en cuestión de comida. Llegamos allí a las dos y media y sacaron unos tacos de jamón y queso, pero dije voy a reservarme para cuando llegue abajo. Y cuando llegamos, levanto la tarjeta para ver el menú disimuladamente. Había cosas allí que no me decían nada. Solo entendía 'a las finas hierbas'".

Miguel Ángel Revilla ha explicado que el primer plato que le pusieron sobre la mesa era una tartaleta diminuta de algo que no sabía ni lo que era. "Yo que no había comido nada del cóctel, me metí el canapé en la boca de una y me empecé a alarmar por lo que llegaría después". El menú lo completaron con unas finas láminas de pollo y un bombón. "El postre no fue tarta, la tarta fue solo para los novios".

Esta no es la primera vez que Revilla cuenta la experiencia vivida en el enlace real en la televisión. Un día después de la boda acudió a un programa y le preguntaron por el asunto del que habló, como ahora, sin tapujos. En aquella ocasión Crónicas Marcianas, conducido por Javier Sardá (58), se hizo eco de las palabras del político. "Fueron a hundirme. Solo tuvo piedad Boris Izaguirre. Esa fue la única vez que tuve redactada mi dimisión", comentó. Pero la Casa Real, en concreto Juan Carlos I se tomó a broma el asunto: "Me puso la mano por detrás y me dijo al oído 'qué razón tenías Revilla, qué mal nos dieron de comer".

EL VÉRTIGO INCONTROLABLE DE BERTÍN

Otro de los grandes momentos del programa fue cuando Bertín Osborne y Miguel Ángel Revilla se montaron en un teleférico, tras la charla inicial, para subir a los Picos de Europa donde esperaba Aurora, la mujer del presidente de Cantabria. Bertín, que tiene pánico a las alturas, no pudo resistir el vértigo y se sentó en el suelo de elevador para calmar sus nervios."¡Me cago en la leche! ¡Con lo grande que eres! ¿Dónde notas la presión? ¿En las partes bajas, no? Como un hormigueo" exclamó Revilla entre risas.

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