¿Cómo se hace ‘T Magazine’? Escúchalo en Spainmedia Radio

En este tiempo Spainmedia se ha convertido en un referente también a nivel internacional: “Para nosotros es un orgullo que una marca legendaria como el New York Times se fije en nuestra editorial –dice Andrés– somos los únicos que editamos revistas “gordas” y alguna cosa saldrá mal pero seguimos intentándolo, haciendo cosas nuevas y viendo cómo mejorar. Con nuestro porfolio de revistas nos hemos convertido en la editorial independiente de referencia en España y en Europa”. Este currículum ha hecho que el diario ‘The New York Times’ ponga su confianza en Spainmedia para publicar su primera edición europea. Desde hoy está en los quioscos y ante la expectativa de los lectores y el entorno editorial hemos querido saber de primera mano, en la voz de Andrés Rodríguez, cómo va a ser esta nueva publicación, referente del diseño y el estilo.

En estos 10 años Spainmedia ha traído a España 11 cabeceras internacionales, tanto masculinas como femeninas, ¿qué te ha llevado a incorporar una nueva cabecera al grupo?

El porfolio que hemos ido construyendo en Spainmedia a lo largo de este tiempo se compone de revistas de diferentes editores pero todas tienen cosas en común. Cada una es referente en su territorio: ‘Esquire’ en el hombre, ‘Forbes’ en la economía, ‘Tapas’ en la gastronomía, ‘L’Officiel’ en la mujer, ‘Robb Repport’ en el mundo del lujo. Antes de sacar una revista lo que estamos explorando son nuevos territorios. En el caso de ‘T Spain’, nos interesa el diseño e incorporar un nuevo ámbito de influencia para la editorial. Llegar a un tipo de gente que no llegamos con las otras cabeceras.

¿La oportunidad surgió porque ellos se interesaron en la editorial?

No todos los días te llama ‘The New York Times’. Fueron ellos quienes eligieron nuestra editorial para publicar la revista por primera vez en Europa. Todo surgió de un encuentro de editores en la India en 2011; ahí empezaron las conversaciones. En aquel momento estábamos lanzando ‘Forbes’ y siempre pongo el mismo ejemplo: cuando tienes una revista nueva es como si tuvieras un bebé y no es el momento de que te pregunten cuándo vas a tener otro. Con el lanzamiento de ‘Forbes España’ no podíamos plantearnos ninguna otra aventura. 

¿Cómo es negociar con ‘The New York Times’?

Es una gozada. Creo que para cualquier periodista, y yo soy periodista antes que empresario, hablar con ‘The New York Times’ es como conversar con Einstein para alguien que ha estudiado Física. Es muy interesante. Si entramos más en detalle, el ‘The New York Times’ es una gran compañía no sólo en cuanto a prestigio de la marca, sino en el tamaño de la compañía. Nosotros estamos acostumbrados a tener socios de este perfil, como Hearst, pero Hearst es una editorial de revistas que publica en todo el mundo con diferentes socios y ‘The New York Times’ es un periódico. Así que tienen otro tipo de costumbres a la hora de desarrollar el producto e interpretarlo. Hacer la primera edición en Europa significa que ‘The New York Times’ está más pendiente de nosotros porque tiene solo ediciones en China, Japón, Singapur y Qatar.

En cada número vamos a intentar explicar las mil maneras de ser moderno y cómo vive esa gente que quiere estar a la última en estos tiempos tan vertiginosos.

¿Tuviste que hacer muchos viajes a Nueva York antes de cerrar el acuerdo?

Fui unas cuatro o cinco veces, pero como también están allí ‘Forbes’ y ‘Esquire’, son viajes que se aprovechan. También vamos a Nueva York a las semanas de la moda. Suelo ir con cierta regularidad.

A veces en España tenemos una visión un poco negativa de nuestro mercado y quizá va siendo hora de creérnoslo si ‘T Magazine’ pone los ojos en España para lanzar la primera edición europea. ¿Los americanos tienen una buena imagen del mercado español?

La cultura americana es práctica y la española no lo es tanto. EE. UU. sigue siendo la tierra de las oportunidades. Por ejemplo, alguien puede decirle a una empresa americana cómo ganar más dinero y, si les parece razonable, van a probar. Eso no significa que en EE. UU. le abran las puertas del Empire State a cualquiera y tampoco que en España estemos cerrados a emprender. Para mí el sueño americano es que tu interlocutor no tenga prejuicios respecto a lo que tú le propongas. Y si le dices pienso que puedo sacar esta revista y que hay mercado para ello, no tienen un prejuicio negativo.

¿Cuál va a ser el espíritu español de ‘T Magazine’?

Vamos a hacer una revista muy moderna. Todas las de la editorial lo son pero esta puede que vaya a ser la más moderna del portfolio. La columna vertebral de la revista son dos argumentos. Uno es el diseño, creemos que cualquier cosa en nuestra cultura –desde un alimento hasta la tienda de libros del museo del Prado– está diseñada, así que a partir del diseño vamos a poder contar cómo vivimos y cómo somos. Y otro argumento importante es que somos una revista de ‘The New York Times’ y de Spainmedia, lo que significa que, empezando por lo más importante, tenemos que hacer periodismo al nivel de ‘The New York Times’. Y lo que respecta a Spainmedia, vamos a hacer una revista como las nuestras, con sorpresas, mucho cuidado, atención en las redes sociales, con humor, con frescura y sin miedo a conectar con la gente. Y faltaría decir que, aunque sabemos el marco donde se va a jugar el partido, no sabemos cómo va a ser la revista porque mientras se va haciendo, se va explorando.

El claim de la revista es “cool people, cool places”, ¿qué tipo de personajes podremos encontrar en sus páginas?

Como quiero editar una revista muy moderna, lo que quiero es explicar en qué consiste ser moderno en este país en el siglo XXI. Sabemos que no tiene que ver con la edad sino con tu punto de vista respecto a las cosas, tiene que ver con lo receptivo que uno sea, no tiene que ver con el dinero… En cada número vamos a intentar explicar las mil maneras de ser moderno y cómo vive la gente que nosotros consideramos moderna, esa gente que quiere estar a la última en estos tiempos tan vertiginosos.

Antes has mencionado el diseño y el interiorismo. En la edición original estadounidense también tiene una presencia importante el arte, ¿tendrán el mismo peso en su edición española?

No tenemos una norma que distribuya los pesos, lo que tenemos es la intención de que en cada número el lector sienta que si no lo ve se está perdiendo algo. Eso significa que no es para cualquier lector, si por ejemplo es un lector al que mucha información le abruma y no es muy curioso, quizá no es uno de nuestros lectores. Hacemos revistas para gente con determinadas inquietudes. En nuestra manera de sorprender al lector, el arte será una de las herramientas. El arte ahora mismo es uno de los territorios donde más fácilmente se percibe la modernidad pero, por ejemplo, en la gastronomía también y es más popular.

Teniendo todo esto en cuenta, ¿cómo crees que va a acoger el mercado español esta nueva publicación?

Primero, reacciona con un entusiasmo desmedido. Pero para que un mercado o un país conozca una revista y la manera que tiene de hablarle, necesita de dos a tres años, hasta que tiene la experiencia de verla y de volverla a ver. Las revistas necesitan un tiempo mínimo de tres años. Si la revista gusta y acertamos en el producto que vamos a lanzar, normalmente los que tienen el radar en seguida se enteran y están pendientes. Estos son los que hacen, como cuando tiras una piedra a un estanque, que el conocimiento de la revista pase a la siguiente onda, y así sucesivamente.

El periódico ‘The New York Times’ tiene edición en español dirigida al público latinoamericano, la edición española de 'T', ¿aspira a conquistar también las américas?

Nosotros solo vamos a publicar la revista en España, en unas limitaciones territoriales, lo que pasa que en internet o gracias a los podcast lo puede leer o escuchar cualquiera que entienda castellano. Tenemos la fortuna de ser el único ‘T Magazine’ en español del mundo y eso nos permite ir más rápido. Exportaremos algunos ejemplares, trabajaremos con colaboradores en cualquier lugar y no sólo hispano hablantes. Pero empecemos la casa por los cimientos, expliquemos la revista aquí. A mí me gusta desmitificar los lanzamientos porque es muy importante lanzar el cohete pero también lo es tener la nave en órbita y que todo vaya bien. Cuando tú lanzas una cohete, una publicación, le marcas un rumbo y una velocidad. Si ese rumbo se equivoca y se desvía 10 grados, sumando la velocidad, a los dos años la diferencia es inmensa. Como esto no es matemáticas tienes que ir corrigiendo el rumbo y, debido a esto, vas conectando con tu audiencia.