El guardarropa de Hillary Clinton, como el de otras muchas políticas, siempre es objeto de atención. Pero últimamente ha adquirido un significado todavía más importante o simbólico: las redes sociales dan cuenta de gran número de mujeres estadounidenses, seguidoras de Hillary Clinton, que están yendo a votar, vestidas con traje de chaqueta-pantalón; sortean así, de manera sutil, la prohibición de lucir propaganda electoral de uno de los dos candidatos el día de las elecciones.

¿Puede esta táctica inclinar la balanza a favor de la candidata del Partido Demócrata, a lo largo de la jornada electoral? y ¿quién ha puesto en circulación este "código secreto"? 

Todo empezó gracias a Pantsuit Nation (la Nación del Traje de Chaqueta-Pantalón), un grupo privado de Facebook que abrió Libby Chamberlain, residente en el estado de Maine, en apoyo de la candidata demócrata, justo después del debate de final de campaña entre Hillary Clinton y Donald Trump. La cuenta ha superado el millón de seguidores en poco más de dos semanas.

Según ha declarado Chamberlain a la CNN, la idea surgió durante una conversación con una amiga, en la que hablaban de cómo las jóvenes generaciones no entienden o encuentran antigua la manera de vestir de Hillary Clinton, mientras para ellas era una forma de desafiar los tradicionales roles de género, a través de una prenda que históricamente ha sido "una prerrogativa masculina".  

"Hablamos de que nos parecía una manera preciosa de reivindicar la lucha de las mujeres por la igualdad y de cómo el traje de chaqueta-pantalón es un símbolo de esa lucha", añadió Chamberlain, que creó el grupo para evitar que las mujeres jóvenes "pierdan el sentido que tiene ese símbolo y lo que significa para mí como feminista y como seguidora de Clinton". 

Al parecer, los partidarios de Donald Trump han pedido a sus seguidores que vayan vestidos de rojo, como medida sutil de propaganda, ante las restricciones que marca la ley de llevar parafernalia electoral de un candidato.

En las redes sociales, la gente está usando hashtags como #PantsuitNation y #imwithher para hablar del tema y animar a las votantes demócratas a vestir el traje de chaqueta pantalón, como los que ha llevado de uniforme la candidata demócrata a lo largo de toda la campaña electoral. 

La cantante Beyonce también se sumó a este movimiento cuando, el pasado viernes, durante su actuación en un mitin de Hillary Clinton, lució un traje de chaqueta-pantalón negro con topos blancos.

Muchas mujeres que pertenecen al grupo se han pasado el fin de semana pre-electoral buscando trajes de chaqueta-pantalón, ya fuera en tiendas de segunda mano o en los armarios de sus madres o abuelas. 

El concepto del traje de chaqueta como "uniforme de trabajo para la mujer", surge en los años 70, como forma de reivindicar la igualdad profesional frente al hombre. Denominado "power dressing" fue acuñado por John T. Molloy en sus libros Dress for success (1975) y Women: dress for success (1980).

En ellos hablaba de cómo vestir para triunfar en el trabajo, y recomendaba a las mujeres que iban a trabajar tradicionalmente masculinas que llevaran un "uniforme" que les ayudaría a transmitir autoridad, conseguir respeto y mostrar poder.

El concepto de "power suit", tradicionalmente asociado a Wall Street, pasó rápido a las mujeres, especiqalmente a las que se dedican a la política. Angela Merkel también ha hecho del pantalón negro y las chaquetas colores (casi siempre el mismo modelo), un estilismo básico de su guardarropa.

Pero sin duda ha sido Hillary Clinton, al elegir el traje de chaqueta y el pantalón del mismo tono, quien ha vuelto a traerlo a la actualidad, a pesar de haber sido criticada por ello.

Haciendo caso omiso de las críticas, la candidata mostraba, hace más de un año, en su cuenta de Instagram, unos estilismos muy patrióticos, con los colores de la bandera americana.