Tiene sólo 18 años, pero Arshad Khan nunca imaginó que una fotografía le iba a cambiar tanto la vida. Jiah Ali se quedó prendada de un vendedor del té, de grandes ojos azules, en el Sunday Bazar de Islamabad. Lo fotografió y lo puso en su cuenta de Instagram, con la broma "Hot tea".

La foto tuvo 12.000 likes y miles de comentarios. A los pocos días, #ChaiWala (vendedor de té) era trending topic en Pakistán y las conversaciones llegaron hasta la India y Reino Unido, donde los medios británicos se han hecho eco de esta historia.

La Casa del Té de Ashad Khan se llenó de chicas que querían ver con sus propios ojos la belleza del joven. Medios de comunicación del país fueron a entrevistarlo y su estilo se convirtió en lo más comentado en los círculos paquistaníes.

Una semana después, Khan había empezado a trabajar para Fitin.pk, una tienda de ropa con sede en Islamabad, que lo ha contratado como modelo para la ropa masculina e imagen de su firma.

Campaña de Fitin.pk con Ashad Khan como modelo. Fitin.pk

La propia web advierte que "el servidor del té ya no es más un servidor del té, sino que es un servidor de la moda".

La familia de Khan vive en Islamabad desde hace 25 años y regenta un puesto de fruta. Sin embargo, Arshad empezó a trabajar hace tres meses en la Casa de Té.

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La autora de la fotografía ha asegurado en una entrevista a Self Projection que sólo captó el instante de un joven que estaba enfrascado en sus actividades. "Tuvo una actitud tímida cuando se dio cuenta de que lo estaba fotografiando".

Lo cierto es que hoy existen agencias de modelos que se dedican a buscar nuevos rostros exclusivamente a través de Instagram: la edición americana de la revista Vogue las bautizó como "Instagirls", un término que une los conceptos de Instagram e It Girls. Con él se describen a las modelos que son descubiertas en redes sociales porque muchas chicas que hoy desfilan en las pasarelas internacionales o protagonizan campañas de publicidad comenzaron a ganar popularidad compartiendo selfies. Por eso, muchas modelos cuidan con mimo sus redes sociales e incluso las más famosas tienen community manager.  

Esto, según los expertos, ha democratizado el mundo de las modelos, pues antes cualquier aspirante a maniquí necesitaba que un fotógrafo le hiciera una sesión de fotos con las que elaborar un book para enseñar a las agencias; aunque el procedimiento más habitual es que los scouts las localizaran durante momentos de su vida cotidiana.

Antes de que llegaran Kendall y Kylie Jenner, Gigi y Bella Hadid, los hermanos Peter y Harry Brant y otr@s modelos conocidos por la fama de sus familiares, muchas de las top models más famosas, fueron descubiertas por cazatalentos o representantes de agencias de modelos en tiendas, centros comerciales, restaurantes y hasta en la calle, la playa o un aeropuerto, como le sucedió a Kate Moss.



Cuentan que A Cindy Crawford la descubrieron cuando un fotógrafo la retrató desgranando maíz en su ciudad, Dekalb (Illinois); a Jessica Stam, en un parque de atracciones de Ontario... Adriana Lima, Carmen Kaas, Jourdan Dunn y Naomi Campbell fueron descubiertas mientras estaban estaban de compras.



Pero el caso más parecido a la historia del vendedor de té es el de Natalia Vodianova: la modelo rusa fue descubierta, a los 15 años, en el puesto de venta ambulante de frutas en el que trabajaba. Su camino a la fama la convirtió en una de las modelos más famosas (la quinta con más caché según la revista Forbes). Y casi 30 años después, está casada con Antoine Arnault, el hijo de uno de los hombres más poderosos del mundo de la moda, la cosmética y el lujo, Bernard Arnault, dueño del grupo LVMH.