Alphonse Capone, más conocido como Al Capone parece un personaje de película. Sin embargo su vida fue real, muy real. El gánster más famoso de todos los tiempos, de origen napolitano, fue uno de los personajes más buscados por el FBI. Bebedor, mujeriego, descarado y sin tapujos, gordinflón y con la cara cortada. Así era y así se le recuerda. A pesar de sus numerosos crímenes, solo se le pudo acusar por evasión de impuestos y fraude fiscal. Hoy, hace 69 años de su muerte en su mansión de Miami Beach. Repasamos los hitos más importantes de su vida como mafioso. 

La carrera de Al Capone comienza en una tienda de gominolas

Con catorce años, el mafioso más reconocido de toda la historia abandonó la escuela y comenzó su carrera laboral. Fueron muchos lugares antes de acabar en una tienda de caramelos que se encontraba dentro de una bolera de Brooklyn, en Nueva York. Durante su oficio de dependiente conoció al gánster Johnny Torrio. Un joven Capone quedaría fascinado con sus hazañas, hasta tal punto que lo dejó todo y se unió, por influencia de Torrio en diferentes bandas juveniles de ladrones como “Fice Points Junior” o “Five Points Gang”. En aquel momento, ésta última era la banda juvenil más peligrosa de los tiempos.

Al Capone se convierte en Scarface

Pocos años después, Al Capone se convierte en guardaespaldas del mafioso Frankie Yale y de Antonio Torelli, mejor conocido como “Tony el Malo”. Sus tareas, lejos de vender gominolas, fue extorsionar a muchos propietarios de negocios para que le cedieran una parte de sus beneficios. Fue entonces cuando comenzó a trabajar de camarero (sin dejar su labor de guardaespaldas) en el club de su jefe, el Yale’s. Una noche, el joven mafioso se emborrachó, como tantas otras, y comenzó a insultar a una de las chicas que también trabajaban en el local. El hermano de la joven, sin pensarlo dos veces, sacó una navaja y rajó a Al Capone en la cara tres veces. Las heridas eran considerables y las cicatrices que le dejaron, marcaron para siempre al mafioso. De ahí que se le conociera como Scarface, “cara cicatriz”.

Su ascenso

Varios años después de este incidente, llega la muerte de su mentor Johnny Torrio. Al Capone se proclamó jefe supremo de la Mafia en la ciudad de Chicago, sustituyendo a Torrio. Por aquel entonces, Capone tenía 26 años y contaba con cientos de pistoleros a sus pies, 18 guardaespaldas y una riqueza imparable. El equipo humano que lo protegía noche y día tenía un precio de 200 mil dólares a la semana.

Al Capone y su amor por el jazz

En aquella época, en Chicago, el jazz vería ascendiendo su popularidad. Muchos garitos nocturnos dedicaban sus sesiones a este género con músicos de jazz en directo. Al Capone era asiduo. Tanto amaba este género, que no dudó en patrocinar a algunos músicos que, de no haber sido por él, no hubieran podido desarrollar sus carreras como jazzman.

La matanza de San Valentín

Fue en Chicago y corría el año 1929. Un 14 de febrero Capone ordena a sus hombres aniquilar a los miembros de una banda rival, la familia Moran. Con ellos se disputaban el control del tráfico ilegal de licor. Su gente, disfrazada de policía, ametralló a sus rivales. Por este incidente, permaneció en la cárcel más de 12 meses, aunque por cargos de posesión de armas y no de asesinato. Sin embargo fue una jugada que le salió redonda: estaba protegiendo su vida de la venganza del mafioso Bugs Moran.

A pesar de la cárcel, Capone seguía siendo un privilegiado. Así era su celda cuando lo encarcelaron por posesión de arma encubierta en 1929.

Caída de su imperio

Esta etapa comienza con la infiltración de un investigador de la policía entre sus hombres, quien reunió pruebas de ingresos ilegales y defraudación fiscal. Capone intentó casi todo para poder librarse del asunto, desde sobornar al juez, hasta asesinar al jefe del fisco, pero siempre fueron intentos fallidos. Con poca resistencia, el mafioso confesó el delito de fraude por más de 300 millones de dólares, que le causó la sentencia de 11 años en la cárcel de Atlanta. A pesar de ello, el gánster aún era capaz de controlar la mayoría de sus negocios desde este centro. No dudaron en trasladarlo a la prisión de la isla de Alcatraz. Corría el año 1934.

Sífilis y muerte

Fue una prostituta quien le contagió la enfermedad cuando él era joven. Ahora, con cierta edad a sus espaldas, en Capone florecía signos de demencia, producida por la sífilis sin tratar, por el miedo que le tenía a las inyecciones. En 1939 fue liberado de la cárcel. Se retiró a su propiedad de Palm Island, en Miami Beach y murió un 25 de enero de 1947 por una neumonía. El cuerpo lo encontraron en la bañera.

Noticias relacionadas