Distinguir todas y cada una de las notas que componen un perfume no es cosa sencilla. De hecho, solo hay 300 personas en el mundo -o mejor dicho narices- que puedan distinguir las notas de entrada, corazón y salida que dan cuerpo a una fragancia. El mundo de la perfumería es muy complejo. Un perfume puede componerse de diez, veinte o cientos de aromas. Las posibilidades son infinitas. Por eso, y al igual que los vinos, tienen su propio sistema de catalogación. Y es que, los narices también tuvieron que crear el suyo.

Ideado hace más de un siglo por el Comité Francés del Perfume (Société Française des Parfumeurs) -una asociación fundada en 1901 con el objetivo de promover y defender la calidad, la experiencia del perfume francés y la profesión del nariz-, este sistema de catalogación oficial mantiene que los perfumes se agrupan en siete grandes familias: cítrica, floral, oriental, cuero, Fougére, Chypre y amaderada. Grupos que, a su vez, se dividen en numerosas subfamilias que son actualizadas rigurosamente a medida que los perfumistas van creando nuevas fragancias.

CÍTRICA

También conocida como Hespérides - nombre que toma de la antigua mitología griega -, es la familia que hace referencia a las primeras Aguas de Colonia. Fragancias frescas, limpias y muy volátiles (por lo general suelen tener menos duración). Composiciones basadas en esencias de frutas cítricas como aceites esenciales extraídos de las cáscaras del limón y la naranja, así como del pomelo, mandarina y bergamota. Estas notas suelen combinar muy bien con flores y madera, obteniendo un aroma más femenino o masculino. Las fragancias pertenecientes a la familia cítrica son jóvenes, alegres y normalmente creaciones unisex, recomendables para el día a día y para estaciones de calor.

FLORAL

Las notas florales son uno de los componentes más frecuentes en la perfumería femenina, por eso se trata de la familia olfativa más grande y popular de todas. A ella pertenecen aquellas fragancias cuyas notas giran en torno a una o a un bouquet de flores; siendo el jazmín, las rosas, las violetas, el narciso, los lirios y el geranio, las materias primas más destacadas. Trabajar con esta familia olfativa ofrece una variedad infinita de combinaciones. De hecho, dentro de ésta se pueden encontrar subfamilias como la aldehídica; grupo originado a raíz de la creación en 1921 de Chanel Nº5, el perfume más vendido de la historia y también el primero en incorporar aldehídicos a su fórmula. Las fragancias pertenecientes a esta familia son delicadas, románticas y muy femeninas.

ORIENTAL

Conocida también como especiada o ambarina, las fragancias de esta familia evocan sensaciones que hacen referencia a los olores, sabores, colores y paisajes de Oriente. Elaboradas a partir de aceites balsámicos, vainillas y resinas, especias -como el clavo, la pimienta, y el cardamamomo-, plantas -como el jengibre, el cacao y el regaliz-; y, por supuesto, maderas, ámbar y almizcle; las fragancias pertenecientes a esta familia suelen ser creaciones muy intensas, sensuales, cálidas y dulces. Creaciones muy completas y que, normalmente, evolucionan con la temperatura corporal y a lo largo de su uso.

CUERO

De origen tanto natural como sintético, las notas de cuero son unas de las más antiguas en perfumería. Normalmente suelen ir acompañadas de notas ahumadas, atabacadas o amaderadas; dando lugar a fragancias secas y muy intensas. En ocasiones se aligeran con toques florales o cítricos para darles luminosidad y un acabado agradable. A esta familia pertenecen perfumes elegantes, sobrios y, en su mayoría, fragancias siempre masculinas.

FOUGÉRE

Aunque su traducción al español es helecho, las fragancias pertenecientes a esta familia no tratan de reproducir este olor sino más bien evocar el ambiente de un bosque. Este grupo, que toma su origen en 1882 con la creación del perfume ‘Fougére Royale (Houbigan)’, está compuesto por fragancias que parten de una misma base combinada creada con notas de lavanda, musgo, encina, maderas y bergamota. Las fragancias pertenecientes a esta familia suelen ser tradicionalmente masculinas y de aromas húmedos y frescos.

CHYPRE

Esta familia olfativa que toma su origen de los aromas que François Coty utilizó para crear su perfume ‘Chypre' lanzado en 1917 en la isla homónima -y al igual que ocurre con Fougére-, no se trata de una sola nota sino de una combinación; en este caso: bergamota, flores, patchuli, musgo, ámbar, cuerpo y almizcle. Una familia muy compleja en la que destacan perfumes muy sensuales, normalmente unisex o masculinas y cuyas notas los convierten en fragancias con mucho cuerpo, sofisticados y de larga duración. Muy apropiados para usar durante la noche.

AMADERADA

Las fragancias pertenecientes a esta familia olfativa están elaboradas a base de notas extraídas de las maderas de los árboles como el cedro, el abedul o el sándalo, así como esencias de musgo, vetiver -una hierba de raíces- y pachulí. Suelen ser perfumes para hombre, debido al carácter varonil de sus notas, aunque en ocasiones suelen incluirse algunas de ellas en los perfumes femeninos para darles un halo de misterio y elegancia. De hecho, en el 80% de los perfumes que actualmente se encuentran en el mercado encontramos alguna nota de madera.