Una vez se hayan vaciado de su esencia, ninguno de estos frascos terminará en el contenedor de vidrios. Lo más probable es que terminen ocupando un puesto de honor en las estanterías del salón, en el tocador o dentro de nuestros joyeros o cajas de seguridad. Sus notas seducen al primer impacto, pero el continente es el protagonista absoluto de estas fragancias.

Manifesto Le Parfum de Yves Saint Laurent

Un delicioso bouquet de flores blancas que contrastan con la opulencia del haba tonka y la resina de benjuí. La fragancia viene envuelta en un exuberante metal dorado, al que ciñen el talle unos prismas de amatista revestidos de oro tallado.

Always Red Femme de Elizabeth Arden

La famosa puerta roja, que trasladaba a las neoyorquinas más exigentes al universo de belleza creado por Miss Arden, se sigue reinventando. El frasco se imprime en flores en negativo para representar el floriental más lujoso. Fresia, pétalos de rosas rojas, fruta de la pasión… femenino y pasional.

Hauts Bijoux Limited Edition de House of Sillage

Sobre el frasco de cristal francés sombreado y pulido a mano, reposa un tapón chapado en oro de 18k. El caparazón de la tortuga está decorado con madre perla y con 259 cristales Swarovsky de talla de diamante. Lo guardarás en el joyero.

Le Crépuscule L´Air du Temps Collection Lumiére de Nina Ricci

Una fragancia narcótica, opulenta y envolvente que capta la emoción intensa de los primeros destellos de la noche. El frasco imita sus tonos, evoca el anochecer y se envuelve en plumas.

Quatre for Her de Boucheron

155 años marcando los códigos de la alta joyería parisina han hecho que esta fragancia –inspirada en el diseño de la codiciada sortija Quatre- sea ya un objeto de deseo.  El propio anillo va engastado en el frasco. Dentro, destacan la naranja amarga y el absoluto de jazmín.

Santal Royal de la colección Colour Collection de Guerlain

El mítico frasco Quadrilobe, que ha acompañado la historia del perfume de la firma durante más de un siglo, se colorea con suntuosos tonos joya. El verde esmeralda tiñe esta fragancia amaderada.

Classique de Jean-Paul Gaultier

Las coleccionistas no pueden perderse esta nueva edición de pecho menos voluptuoso y cadera más pronunciada. Los ángulos sobre el cristal ilustran, para el diseñador, la época que vivimos, con nuestras  múltiples facetas.

Oriental Express de la colección Les Exceptions de Mugler

Una colisión olfativa inédita que rinde homenaje a los orientales más sofisticados pero aporta un fondo inusual, verde y cremoso. El frasco, recargable en las fuentes de la firma, es imperecedero.

Divine Decadence de Marc Jacobs

El bolso de mano más deseado de la temporada. Notas de champagne, flor de azahar y bergamota encerradas en una perfecta reproducción en vidrio del icónico bolso del diseñador, con patrón de pitón y cadena de oro en verde esmeralda.

La Femme de Prada

El frasco más sencillo de nuestra selección combina tradición y simbolismo aunando los códigos de moda y arquitectura. El logotipo original de la firma va grabado en bajorrelieve.  La fragancia lleva ylang-ylang, vainilla, nardo y vetiver.

Miss Dior Absolutely Blooming de Dior

La fragancia más floral de la firma se anuda al cuello el emblemático pañuelo Chez Dior y lo baña en plata para anticipar a primera vista la elegancia interior del perfume. El absoluto de rosa de Grasse con sus 100 pétalos dirige la composición olfativa.

Eros Femme de Versace

La cabeza de la medusa, en relieve, es la piedra angular de este diseño que rinde homenaje a las líneas de la antigua Grecia y recupera el lado más suntuoso de la firma. La esencia es floral, intensa e irresistible.

Angel Étoile des Rêves de Thierry Mügler

Una fragancia nocturna, creada para perfumar la alcoba. La mítica fragancia tierna, golosa y envolvente se hace más delicada y sedosa y se encierra en un frasco labrado con atomizador de aires vintage. Redondo y perfecto.

Signorina un Rosso Edición Limitada de Salvatore Ferragamo

Recibe la Navidad con sus mejores galas y se viste con el rojo fetiche del diseñador. No podía faltar el lazo zapatero, que en esta ocasión contrasta con el oro rosa del tapón. La fragancia es romántica y magnética.

Black Opium Wild de Yves Saint Laurent

El oriental más deseado de la historia de la perfumería femenina se reinventa vistiéndose de animal print en esta edición limitada. Como novedad olfativa, el toque amargo del café, más intenso, para contrastar con la suavidad de las flores blancas.

Be Tempted de Donna Karan

La manzana se vuelve más roja, brillante y sexy. A simple vista, con un el maravilloso frasco-tentación; y a nivel olfativo, con un cóctel pasional que se nutre de aceite de rosa, violetas, pachulí, vainilla y mirra.