Los recap en Instagram, a final de la semana o del mes, se han convertido en una práctica habitual entre las creadoras de contenido. Una de ellas, Lucía Rivera (27 años), quien lo considera un must de los domingos.
Este pasado fin de semana no ha sido la excepción y la joven modelo ha recopilado algunos de los mejores momentos de su semana en un variado álbum de fotos que comienza con un posado en solitario y frente al espejo que advierte algunos detalles de su look.
Si bien lo más llamativo del outfit es su abrigo de textura voluminosa, colocado sobre un estilismo en total black, la pieza protagonista de su look es el bolso: un complemento para toda la vida y que combina con un sinfín de propuestas.
Se trata del Nano Tourenne, de Louis Vuitton. Un modelo que no está disponible en la web de la maison francesa, pero sí en tiendas de segunda mano, sobre todo, especializadas en lujo. Entre ellas, Vestiaire Collective, donde se vende por poco más de 1.000 euros. Una inversión a largo plazo, pues permite construir un armario con piezas históricas.
El diseño es reconocible por su estructura semicircular, su solapa frontal y el monograma característico de la firma. Incluye una cinta que permite llevar el modelo estilo bandolera, tal y como ha hecho Lucía Rivera.
La joven modelo, hija de Blanca Romero (49), lo ha llevado sobre un estilismo total black. El bolso, así, destaca entre las piezas que conforman en el look.
Al llevarlo cruzado en formato mini, aporta un aire práctico y chic, muy en sintonía con la nueva generación de mujeres que apuestan por piezas pequeñas
El Nano Tourenne forma parte de la colección de bolsos compactos, elegantes, diseñados para dar un toque de lujo a los estilismos del día a día e incluso, a aquellos con un punto más glamouroso. Dos versiones muy presentes en el armario de Lucía Rivera, con una rutina entre actividades del día a día, pasarelas y eventos.
No es un bolso de temporada, sino un clásico rescatado, de esos que aparecen en editoriales de estética Y2K o en street styles.
El contraste del look es un 10. La exuberancia del abrigo -de la firma Charlotte Simone y confeccionado en Londres- se equilibra con la sobriedad del bolso. Es un recordatorio de que los accesorios no solo completan un outfit: lo redefinen.
