Este fin de semana, Alba Carrillo (38 años) ha vuelto a demostrar por qué es una de las figuras más seguidas en el universo de la moda televisiva. En su último post de Instagram, la colaboradora se ha convertido en la invitada más glamurosa de la boda a la que ha asistido.
Para tan magno festejo, la exmodelo ha lucido un vestido que no sólo ha captado todas las miradas, sino que también ha revolucionado los buscadores de moda por su precio imbatible: 85 euros, frente a los 329 euros que costaba originalmente.
El diseño, firmado por Pedro del Hierro, está confeccionado en viscosa rústica, un tejido que aporta cuerpo sin perder fluidez. Su diseño incluye un corpiño palabra de honor, que realza los hombros y el escote con elegancia.
También cuenta el vestido con un volante arquitectónico que cubre los brazos, aportando dramatismo sin perder ligereza. Con respecto a la parte baja, dispone de una falda evasé con tablones y vuelo, que acompaña el movimiento con gracia.
Tiene, además, una cremallera invisible en la espalda, para un acabado limpio, y bolsillos ocultos en las costuras laterales. Un detalle funcional que suma puntos de modernidad.
Alba ha apostado por un tono rosa empolvado, que roza lo pastel sin caer en lo cursi. Lo ha combinado con un wet bun -peinado con moño- minimalista, que potencia el escote y aporta sofisticación.
En otro renglón, el maquillaje que ha lucido Alba Carrillo tiene el foco en la mirada, con delineado gráfico y sombras rosadas que equilibran el romanticismo del vestido.
Los complementos
El vestido de Pedro del Hierro que ha lucido Alba Carrillo.
Las joyas por las que ha apostado la exmujer de Feliciano López (43) son de autor, como un choker dorado con piedras engastadas en tonos oliva, ámbar y amatista, que aportan un aire de joya antigua.
Los pendientes son circulares en oro viejo, que enmarcan el rostro sin competir con el collar, y el bolso, de abalorios con flecos metálicos, que añade textura y un guiño artesanal.
Por último, las sandalias de vinilo son con tacón fino, que estilizan sin interrumpir la continuidad visual del conjunto. Sea como fuere, el look de Alba Carrillo no sólo cumple con los códigos del buen gusto, sino que los actualiza con una mirada contemporánea.
Es un ejemplo de cómo se puede construir un estilismo de invitada con criterio, sin caer en excesos ni en fórmulas repetidas. El resultado: un conjunto rotundamente elegante, con la teatralidad justa para brillar sin eclipsar a los novios.
