La primavera ya ha llegado. Las buenas temperaturas, los días soleados y las flores se van a convertir en los protagonistas de los próximos meses. Precisamente, estos detalles se van a dejar ver en las prendas de las colecciones de las firmas. Es ahora el momento de empezar a estrenar este tipo de prendas. 

Tamara Falcó (42 años) sabe que la nueva estación ya está aquí y ha querido lucir una propuesta muy arriesgada, pero que es perfecta para esta primavera y para todos los planes que llegan con ella

La marquesa de Griñón vuelve a demostrar que está al tanto de todas las tendencias y que sabe cómo adaptar a su estilo cada prenda que adquiere. En esta ocasión, para su participación en El Hormiguero, se ha decantado por un vestido camisero con el que no ha dejado indiferente a nadie

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Estilismo de Tamara Falcó.

Tamara Falcó ha escogido una prenda que pertenece a la colección de Adolfo Domínguez y que se puede encontrar en su página web. Ha dejado los conjuntos de dos piezas a los que estaba acostumbrada en las últimas semanas, para apostar por un vestido muy original y diferente

En concreto, el diseño que lleva la empresaria es de manga larga, cuello solapa y falda con caída de corte midi. Destaca, sobre todo, por la pieza superpuesta que tiene atada a la cintura con la que consigue romper con la monocromía del vestido blanco

En la web de la firma, esta prenda tiene un precio de 249 euros y en estos momentos sólo se encuentra disponible en la talla S. Es cierto que todo lo que luce la marquesa de Griñón consigue agotarse en unas horas y esta es una buena opción para los eventos que se vienen en los próximos meses. 

Estilismo de Adolfo Domínguez.

Tamara ha combinado este vestido con unas sandalias de Martinelli y joyas de Tous, firma de joyería de confianza de la que es embajadora. Para el resto del look, ha decidido recoger su melena en una coleta junto a un maquillaje muy suave y que no destaca sobre el resto del estilismo. 

Con este outfit, la marquesa de Griñón ha conseguido salir de su zona de confort y arriesgar con una propuesta que puede no gustar a todo el mundo, pero que promete ser tendencia.