En vacaciones, nos relajamos. Y, en realidad, es lo que debemos hacer para que, al volver a la rutina, lleguemos con las pilas bien cargadas. Sin embargo, esos momentos no pueden convertirse en un riesgo para nuestra salud. Por eso, la protección solar se vuelve un aspecto básico. Sobre todo, en esta época, con productos que nos ayuden a minimizar los efectos nocivos del sol en la piel.

Muchos son los errores que solemos cometer y El Corte Inglés se ha propuesto contarte cuáles son para que, este verano, puedas disfrutar del merecido descanso sabiendo que estás bien protegido.

1.- El protector solar es, sin duda, el producto de la cosmética más importante. Podrás invertir en los tratamientos más innovadores, pero si no usas una crema solar a diario, no conseguirás parar ese proceso de envejecimiento cutáneo que en un 80% es consecuencia de la exposición solar. Y más, en verano, donde el riesgo de quemaduras, aumenta.

Además, creemos que en días nublados o a la sombra, no necesitamos utilizar protector solar. Un error muy común, pues los rayos UV pasan muy fácilmente a través de las nubes y se reflejan en elementos como la hierba o la arena. Debemos usarla siempre, también en la ciudad o en la montaña, pues a mayor altitud, mayor incidencia del sol.

2.- No tener en cuenta el momento anterior y posterior a la exposición solar. Preparar la piel para ella, con un buen producto exfoliante en la ducha, y repararla después con un after sun son también parte de esa protección.

3.- Presta atención a cómo aplicas la protección solar. Muchas veces no tenemos en cuenta que la ropa se mueve y no extendemos bien el producto, dejando zonas desprotegidas; sobre todo, aquellas que limitan con las prendas. Por eso, lo mejor es aplicar la primera aplicación en casa sin ropa, extendiéndola por todo el cuerpo.

4.- No contar con los tiempos adecuados. A veces, no nos aplicamos el producto con la suficiente antelación -30 minutos es lo ideal para llegar plenamente protegidos-, o nos mojamos antes de que se haya absorbido, lo que disminuye su eficacia. Y acuérdate de que, pasadas las 2 horas, debes renovarlo.

5.- No acertar con el nivel de protección. Existe el falso mito de que cuanto menos SPF, más morenos nos pondremos. Pero eso no es cierto. Dependerá siempre del tono de tu piel, teniendo en cuenta que los expertos aconsejan no empezar nunca por menos de un 30 SPF.

6.- Porque también cometemos el error de no usar un producto específico para cada zona del cuerpo o de olvidarnos zonas muy sensibles como los labios, las orejas, las manos, el cabello (la línea del cabello, sobre todo) y, por supuesto, el rostro. Los grandes olvidados que necesitan cuidados extras. Te dejamos una selección de los básicos en la siguiente galería.