Se llama Monet Nicole y es fotógrafa profesional de partos. Para ella, "dar a luz es una de las experiencias más bonitas de la vida". Por eso, en su trabajo encontrarás imágenes tan reales como la vida misma. La cruda realidad sobre un parto tal y como es.

"Es la más increíble fusión entre lo físico, lo emocional y lo espiritual. Disfruto mucho siendo capaz de documentar estas historias sobre nacimientos a medida que se desarrollan, sin posados ni sonrisas forzadas", confiesa la fotógrafa a través de un correo electrónico. 

Como puede verse en su trabajo (y a través de su cuenta de Instagram), Nicole narra toda la belleza de dar a luz. "Cuando una mujer ve a su hijo por primera vez, no hay palabras. Solamente una fotografía puede hacer justicia a la inmensa emoción y el amor que llena su cara", dice.

Esta fotógrafa profesional de Denver (Colorado) forma parte de la International Association of Birth Photographers y confirma una tendencia al alza: la de aquellos padres que buscan retratar el primer instante de vida de sus hijos. "En los dos últimos años mis reservas han crecido de una manera espectacular y tengo todos los meses reservados. Muchas familias contactan conmigo en el momento en que el test de embarazo sale positivo".

Un capricho con un alto precio

Monet Nicole asegura que sus clientes pagan una media de entre 1.000 y 2.000 dólares por sesión. "Voy donde sea y estoy desde seis a 30 horas con las familias. Todo depende de cómo se desarrolle cada nacimiento. De verdad creo que un fotógrafo de nacimientos debería estar pagado de igual forma que los fotógrafos de boda porque el trabajo puede ser igual de exigente", denuncia.

Esta es su rutina: "Estoy de guardia para las familias que contratan mis servicios 24 horas al día durante 7 días. Cuando voy al parto no enciendo un cronómetro: estoy con ellos el tiempo que haga falta hasta que el bebé nace. Me he perdido fiestas, vacaciones y muchos eventos especiales de mi vida por estos bebés, pero vienen al mundo cuando vienen y no cuando yo quiero". 

Viendo sus imágenes es fácil imaginar la libertad que le otorgan las familias a la hora de realizar las fotografías. Y así lo confiesa: "A veces hay personas que me piden que no fotografíe ciertas cosas pero la mayoría confía en mi ojo y me permiten inmortalizar todo lo que quiera".

Y para muestra, algunas de las imágenes que ella misma ha compartido en su perfil de Instagram:

Noticias relacionadas