Publicada
Actualizada

Brigitte Bardot, icono del cine europeo, será despedida el próximo 7 de enero en SaintTropez, la localidad francesa donde pasó gran parte de su vida y donde falleció el pasado domingo, 28 de diciembre, a los 91 años en su residencia de La Madrague.

La Fundación Brigitte Bardot, dedicada a la defensa de los animales y portavoz oficial de la actriz desde hace décadas, ha confirmado en las últimas horas los detalles del funeral y del entierro en un comunicado difundido este pasado lunes, 29 de diciembre.

Las honras fúnebres se celebrarán en la iglesia de NotreDame de l'Assomption, en pleno centro de Saint‑Tropez, a las 11.00 horas.

La actriz Brigitte Bardot. EFE

La ceremonia será accesible al público a través de pantallas gigantes instaladas en distintos puntos de la ciudad, una medida adoptada ante la previsión de una afluencia masiva de admiradores y curiosos en una de las localidades más visitadas de la Costa Azul francesa.

Bardot, que convirtió Saint‑Tropez en un símbolo internacional de glamour desde los años cincuenta, será despedida en el mismo escenario que contribuyó a su mito.

Tras el funeral, tendrá lugar "el entierro privado y confidencial" en el cementerio de Saint‑Tropez, situado junto al mar, según precisó la Fundación.

Bardot será inhumada en el mismo camposanto donde descansan sus padres y su primer marido, el director Roger Vadim, responsable de su salto definitivo a la fama con la película Y Dios creó a la mujer (1956).

Brigitte Bardot, en una imagen de 1952. Gtres

La elección del lugar refuerza el vínculo entre la actriz y la localidad que marcó su vida personal y profesional.

Durante la jornada del anuncio se especuló con la posibilidad de que Bardot fuese enterrada en el jardín de su casa de La Madrague, como era su deseo. Allí reposan muchos de los animales que la acompañaron en los últimos años.

Sin embargo, para hacerlo habría sido necesaria una autorización específica de la Prefectura, un permiso que no se concedió, lo que descartó esa opción.

La muerte de Bardot ha generado una oleada de reacciones en Francia y en el extranjero. Su figura, más allá del cine, marcó la cultura popular de los años cincuenta y sesenta. Fue símbolo de modernidad, libertad y ruptura con los códigos tradicionales de la época.

Gran activista

Su imagen se convirtió en un referente estético y social. Pero su influencia no se limitó a la pantalla: desde los años ochenta dedicó su vida a la defensa de los animales, una causa que abrazó con la misma intensidad con la que antes había afrontado su carrera.

La Fundación que lleva su nombre, creada en 1986, se convirtió en una de las organizaciones más activas de Francia en la protección animal. Bardot destinó a ella gran parte de sus recursos y su visibilidad pública. Su activismo, a menudo polémico, marcó su última etapa.

Brigitte Bardot mostrando un cartel de una de sus campañas de activismo. Gtres Gtres

Bardot llegó a la localidad de Saint‑Tropez en los años cincuenta, cuando aún era un pequeño pueblo pesquero.

Su presencia, unida al éxito de sus películas, transformó el lugar en un destino internacional. La actriz se convirtió en la imagen más reconocible de la Costa Azul y en un reclamo turístico que perdura hasta hoy.

En su último adiós, las autoridades locales esperan una afluencia notable de admiradores, turistas y vecinos que quieran despedir a la actriz en un acto que, aunque religioso, tendrá un carácter colectivo.

La retransmisión en espacios emblemáticos de la ciudad permitirá que la población participe sin saturar la iglesia, cuyo acceso estará limitado.