Este sábado, 13 de diciembre, Madrid ha brillado con una luz especial. La de Ricky Martin (53 años). El cantante puertorriqueño ha hecho bailar y cantar a miles de fans que no quisieron perderse su único concierto en España, en el festival Starlite Madrid.
Subido al escenario, la estrella de la canción latina ha dedicado unas palabras a su público de España, un país donde se siente como en casa. Quizás por ello ha abierto su corazón y ha confesado, sin ningún tipo de cortapisas, que ha atravesado un periodo complicado.
Visiblemente emocionado, el caribeño ha revelado que ha pasado por momentos complicados: "He tenido unas semanas muy difíciles. Quiero compartir lo que me ha pasado. He pasado por episodios de mucha ansiedad".
Ricky Martin se confiesa en Madrid: “He pasado por episodios de mucha ansiedad, pero estoy subiendo con fuerza”
"Hay altas y bajas"
De inmediato, un público enfervorizado le ha regalado gritos y ovaciones. No es para menos. Tras más de 40 años en la música, se ha ganado a pulso el cariño de sus seguidores.
"Para mí lo más importante es hacerles saber que la música es mi medicina, que su aplauso es mi medicina, que sus sonrisas son mi medicina.. que su energía es mi alimento para estar aquí una y otra vez", empezaba diciendo en un conmovedor discurso.
"Por consiguiente, gracias de todo corazón, por tantos años que hemos estado unidos y agarrados de la mano", añadía. "Hay muchas altas y bajas. Estoy subiendo. Y con mucha fuerza. Y en parte es gracias a ustedes. Me podía haber quedado en casa, pero no podía hacerlo con Madrid".
Ricky Martin, en su concierto en Starlite Madrid.
"Madrid me da mucho amor"
Ricky Martin ha vuelto a causar fascinación con unos fans entregados a sus míticas canciones. Hacía más de un año que no actuaba en la capital. La última vez que visitó la ciudad fue en junio de 2024. Este recital ha sido su único concierto en España en 2025.
"Voy a ser egoísta. Madrid me da mucho amor a mí, así que me lo llevo para mi casa", destacaba. "Gracias por su amor. Les juro que voy a dejar mi alma en este escenario esta noche, porque ustedes no se merecen menos".
Por último, concluía: "Aquí tienen mi música, aquí tienen mi corazón. Y aquí tienen toda la fuerza que les pueda dar". Su inesperada confesión sobre el complejo periodo que ha tenido que sortear llegaba después de entonar María, uno de sus hits más aclamados a nivel internacional.
Ricky Martin ha ofrecido su único concierto en España del año en el festival Starlite Madrid.
Concierto con cartel de 'sold out'
El concierto, que empezó pasadas las 21:30 horas, duró 90 minutos. Una hora y media de jolgorio en la que cantó todos sus éxitos. También hubo espacio para sus grandes baladas.
Ricky Martin se entregó en cuerpo y alma. Y convirtió el pabellón 14 de Ifema, donde se celebró el concierto, en una auténtica fiesta. El público cayó rendido ante él.
Con el cartel de sold out, y un recinto lleno a abarrotar, el de Puerto Rico ha brillado como lo ha hecho siempre... desde que empezó en la industria, con apenas 12 años en la banda infantil Menudo.
Con un juego de luces propio de un show en Estados Unidos, cambios de cámara en las pantallas y varios cambios de vestuario (llamaron la atención sus pantalones extra anchos), Ricky Martin cautivó con un espectáculo de altura. De máximo nivel. Como si estuviera en una gala de los MTV. Eso en España lo hacen pocos artistas.
El concierto de Ricky Martin en Madrid tuvo lugar en el pabellón 14 de IFEMA, el sábado 13 de diciembre.
Ritmo... y romanticismo
Incluso se sacó de la manga, -porque no estaba en el plan inicial-, entonar el sencillo Asignatura pendiente. "Un poquito de romanticismo nunca viene mal", explicó.
La canción, cuya letra reza "tengo ganas de no tener ganas, de comprarme un boleto de regreso al ayer", es una oda a la nostalgia. Y un guiño al amor perdido: "No encuentro razón suficiente pa' olvidarme de ti". Puede que este regalo extra a su público, teñido de cierta tristeza, tenga que ver con el momento que atraviesa.
Como colofón a su espectáculo sonaron sus dos grandes bombazos: Living la vida loca’ y La Copa de la Vida, canción oficial del Mundial de Francia 1998. Ritmos contagiosos y pegadizos con los que dijo adiós al más puro estilo Martin: dándolo todo.
