De ser un simple becario a convertirse en uno de los productores más influyentes de la música. La fama de Sean Combs (56 años), conocido mundialmente como P. Diddy, pasó de cero a cien en cuestión de días, pero ¿a qué precio?
Su trayectoria ha vuelto a ser noticia tras su condena por delitos relacionados con la prostitución, así como por acusaciones de coacción, fraude y trata de personas con fines sexuales.
Sin embargo, la historia de Diddy -que pasa sus días en prisión- va mucho más allá de estas polémicas. Los episodios más oscuros de su vida, narrados por quienes le conocieron de cerca, han sido claves para forjar su éxito, y su entorno siempre ha sentido cierto temor hacia él.
Netflix estrenó el pasado miércoles, 3 de diciembre, el documental Sean Combs: Ajuste de Cuentas, que muestra que el productor nunca fue exactamente el hombre que sus seguidores idealizaban.
A través de cuatro capítulos, antiguos colaboradores, amigos de la infancia, artistas y empleados relatan cómo sus ambiciones adquirieron un matiz más oscuro, dejando entrever el lado más complejo y controvertido de P. Diddy.
A los comienzos de su carrera, Combs era un simple músico que iniciaba su andadura en el mundo de la música como uno más en Estados Unidos, queriendo ser el rey de la pista, aunque sin alcanzar el éxito que esperaba.
Comenzó como promotor de fiestas en la universidad en 1987, lo que le acercó a la industria musical, y su talento le permitió obtener una pasantía en la productora Uptown Records, donde, tras meses de prácticas, llegó a tener un papel principal dentro de la compañía.
Fue despedido a comienzos de los años 90, y eso lo impulsó a independizarse y a iniciar su proyecto empresarial en solitario. Fue entonces, en 1993, cuando fundó su sello discográfico Bad Boy -un nombre que vaticinaría lo que sería su futuro- y estableció una alianza musical con The Notorious B.I.G., más conocido como Biggie, a quien ya conocía de su anterior productora.
Biggie se convirtió en uno de los nombres más conocidos del sello musical, y durante años Combs aparecía en sus vídeos, le hacía coros y participaba en los temas de sus artistas. Sin embargo, su imagen seguía vinculada principalmente a la producción: Biggie era la voz y Combs, el arquitecto del sonido.
Asesinatos en la sombra
El entorno de Diddy se ha atrevido a dar voz a esta parte de la historia más oscura del productor. En pleno auge de su empresa apareció en su vida Tupac Shakur, un rapero y actor muy querido por las mujeres y que había alcanzado un lugar destacado en el mundo de la música sin necesidad de manipular a nadie.
Eso hizo que Combs se sintiera amenazado.
Tras muchos altercados, peleas y complicaciones en la carrera de Combs, llegó uno de los acontecimientos más misteriosos: el asesinato de Tupac, el 13 de septiembre de 1996. "Creo que Combs tuvo mucho que ver con la muerte", reconoce su exproductor Kirk Burrows.
El artista recibió cinco disparos en un intento de robo. Ese día, todo el entorno de Diddy comenzó a sospechar, porque ahora él quedaba como el 'bueno' y Pac como el 'malo'.
Por otro lado, estaba su gran amigo Biggie, quien formaba parte de su productora musical y a quien quería convertir en una superestrella. El que era su amigo le obligó a quedarse en Los Ángeles para celebrar una fiesta, y aceptar fue su peor decisión.
"Creo que alguien intenta matarme, me despierto paranoico. Estoy en peligro", dijo el propio Biggie.
Christopher Wallace The Notorious B.I.G. y Sean Combs.
Comenzó su gira acompañado de Sean y acabó muerto en marzo de 1997. "Combs dijo que Biggie quería ir. Mintió al respecto. Él llevó a Biggie a morir", ha confesado el agente de prensa de Bad Boy.
Un agente de policía, Greg Kading, que llevó el caso también ha admitido que Diddy solo entorpeció la investigación. "Sabía que si avanzábamos en la investigación del asesinato acabaríamos llegando a la muerte de Tupac, y eso era un riesgo para él", reconoce.
A partir de ese momento, Sean asumió el puesto de su mejor amigo en todos los artículos y publicaciones. Antes de que falleciera, se había negociado una portada de Biggie en la revista The Rolling Stone; sin embargo, Diddy no dudó en coger el teléfono y frenar la publicación de esa imagen: quería salir él.
"En aquel momento, Biggie estaba negociando su contrato. Aceptamos, le dimos todo lo que pedía y entonces murió. Sean quería que cambiase el contrato y metiese unas condiciones más favorables para Bad Boy sin que su familia y su madre lo supiera", declara Burrows.
Y añade: "Y como había firmado el contrato, quería que retirase ciertas partes de la mitad del documento y que reemplazase esas páginas con otras. Le dije que no estaba bien y que no pensaba hacerlo. Noventa días después me despidió"
Meses más tarde, en septiembre de 1997, durante los MTV Music Awards, se subió al escenario junto a Sting (74), reemplazando públicamente al que fuese su amigo. Ya era él el protagonista.
Su primera violación
"Alguien me llamó y me dijo que me habían grabado. No me lo creía. Entonces, me describieron toda la escena", ha contado en el documental Joi Dickerson-Neal.
Fue drogada y agredida sexualmente por el productor en 1991. No fue hasta noviembre de 2023 cuando demandó a Combs, amparada por la Ley de Supervivientes de Nueva York. Fue la primera de las 80 demandas interpuestas en su contra.
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Joi conoció a Diddy porque a él le falló una chica para un videoclip; tras eso, ella aceptó y acabó en una fiesta junto al promotor y otras personas de la industria. Sin embargo, aquello no terminó como ella esperaba, según su propio relato.
"Mi madre le escribió una carta a los padres de Combs. La encontré hace poco. 'Querido y querida señora Combs, les escribo para informarles de algo que su hijo le ha hecho a mi hija'", ha comenzado leyendo.
"Un fin de semana, mientras visitaba a mi hija, me despertó gritando en mitad de la noche. Me dijo que había soñado con Puffy. Le pregunté por qué gritaba y quién era ese Puffy que le provocaba pesadillas. Me impactó y entristeció escuchar su historia", reza el escrito.
"Le habían hecho una grabación obscena con ella. Sin que ella lo supiera, la grabó mientras la agredía sexualmente. Al parecer, su hijo muestra estas cintas en fiestas, en pantallas grandes', ha relatado Joi en el primer episodio del documental.
Esta aterradora historia la llevó a reflexionar y pedir ayuda; sin embargo, no sirvió de nada, ya que todas las personas a las que recurrió le decían que, si la ayudaban, "no podrían continuar yendo a su fiesta".
Este es uno de los episodios que ha perseguido a Diddy y que dio comienzo a un sinfín de denuncias que destaparon uno de los casos más escabrosos de Estados Unidos. Su primera agresión documentada fue en 1991 y, desde entonces, no cesó sus abusos.
Peleas y amenazas de muerte
La primera de sus parejas públicas fue Misa Hylton, la exnovia de uno de sus mejores amigos. "Intentaba ligársela después de nuestra ruptura. Solo quería sentir que me la arrebataba. Sean es así: si quiere algo, lo consigue y eres de su propiedad", ha explicado este amigo en el documental.
Sin embargo, para Misa, el futuro junto a Combs no era lo que ella imaginaba.
Cassie Ventura y P. Diddy en un acto público cuando eran pareja.
"Los celos de Sean llegaron al punto de la agresión física. Se pelearon en la puerta de la productora, estuvo dándole golpes contra el coche y acabó en el suelo", relata su productor. Un año después tuvieron a su primer hijo, Justin.
Años más tarde, conoció a Cassie Ventura (39), cantante y expareja de Diddy. En mayo de 2024 se hizo público un vídeo de 2016 en el que se ve a Combs agrediéndola en el pasillo de un hotel, lo que reforzó las denuncias de violencia doméstica.
Dicho vídeo aparece en el documental y muestra imágenes verdaderamente desgarradoras.
En esta serie de Netflix, la que fuese asistente de Diddy en ese momento ha contado que vivió uno de los episodios más complicados junto al cantante.
"Me cogió del brazo y me llevó hasta la casa de Cassie; llevaba un arma en la mano, quería matarla si hablaba con la policía", ha relatado. Estos hechos desencadenaron uno de los momentos más oscuros en la vida del rapero, que, según su entorno, llegó a amenazar de muerte a Ventura a diario.
Cassie y Diddy llegaron a un acuerdo económico un día después de presentar la demanda civil, aunque ella ha seguido hablando sobre el impacto del maltrato en su vida.
