El estreno mundial de Victoria Beckham, el documental basado en la figura de la diseñadora de moda y ex Spice Girl, está causando furor en el mundo entero. Era algo de esperar, teniendo en cuenta que la mujer de David Beckham (50 años) lleva casi 30 años siendo una figura pública.
Solo en su cuenta de Instagram la siguen 33 millones de usuarios. Una cifra que equivale a las poblaciones de países como Arabia Saudita, Perú, o Costa de Marfil. Valga este ejemplo para hacerse una idea, -aunque aún no hay cifras oficiales sobre las visualizaciones- de la cantidad ingente de personas en todo el planeta que ya han visto la producción.
Puede que muchos de ellos, -incluida quien escribe estas líneas-, hayan echado en falta datos muy relevantes de su vida que no se abordan en la docuserie. Como si no existieran. Llama poderosamente la atención que hay temas íntimos que Victoria Beckham (51) ha decidido obviar en su debut como estrella de la televisión en streaming.
David y Victoria Beckham en su visita al Palacio de Buckingham el pasado 3 de diciembre.
La niña "rarita" y "solitaria"
En su docu-reality, la empresaria habla sin tapujos de su paso por las Spice Girl, donde saltó a la fama y se ganó el apodo de posh (del inglés, 'pija') que la ha acompañado durante décadas.
O de lo mucho que le gustaban la danza y el teatro cuando era pequeña. O de sus padres, que le dieron una vida acomodada, gracias a la cual se trasladaba en Rolls Royce hasta el colegio en Hertfordshire, en Inglaterra, donde cursaba sus estudios.
También relata que fue una niña "rarita" y "solitaria", y que solo logró hacer amigos una vez que entró en la agrupación musical que revolucionó la música pop a finales de los años 90.
Pero en su show televisivo, perfectamente guionizado y creado con el noble fin de ensalzar su figura y sus cualidades como creadora y empresaria, Victoria parece 'olvidar' algunas cuestiones de máximo interés. Por citar algunos, estos son los más destacados:
David y Victoria Beckham en una imagen reciente.
1. Su (terrible) etapa en España
David y Victoria Beckham se trasladaron a Madrid en el verano de 2003, cuando al exfutbolista lo ficharon como delantero del Real Madrid. Permanecieron en nuestro país hasta el verano de 2007.
Aquel fue el periodo más oscuro en la vida del matrimonio. Pero fue más terrorífico aún para ella. Durante su estancia en la capital, a la excantante le tocó afrontar una enorme presión mediática.
Retirada entonces de la música tras la separación de las 'chicas picantes,' en 2001, se sintió aislada. No hablaba español. No tenía cerca a la familia. Tampoco hizo amigos.
Ella misma ha confesado haberse sentido como "congelada en el tiempo" en Madrid. “Me sentí incompleta, triste, congelada en el tiempo. Fue probablemente la etapa más infeliz de toda mi vida”, ha destacado en su documental.
Esas son sus únicas referencias a su etapa española. No va más allá, porque es una cuestión que aún levanta ampollas.
Y es que en su tiempo en Madrid se desató la mayor crisis entre ellos. Rebecca Loos (48), que en su momento era asistente personal del futbolista, declaró que el exjugador le había sido infiel a su esposa con ella. Y que mantuvieron un tórrido romance a escondidas de la británica.
David Beckham nunca ha reconocido públicamente haber sido infiel a su esposa, pero la sombra de la duda siempre lo ha acompañado respecto a este asunto. Uno del que Victoria ha preferido hacer mutis total.
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2. La guerra familia con su hijo Brooklyn
En Victoria Beckham aparecen los hijos de David y Victoria. Menos uno: Brooklyn Beckham (26). El joven lleva dos años distanciado de sus padres y sus hermanos.
La guerra familiar entre los Beckham y su hijo mayor comenzó a fraguarse tras la boda de Brooklyn con Nicola Peltz (30), en abril de 2022, donde las primeras tensiones surgieron entre Victoria Beckham y su nuera por diferencias en torno al vestido de novia y el protagonismo en la celebración.
El conflicto fue a más en 2025 con la ruptura entre los hermanos Brooklyn y Romeo (25), catalizada por rumores de una relación anterior entre Brooklyn y Kim Turnbull (23), una brasileña que entonces era pareja de Romeo.
La crisis quedó en evidencia con las ausencias de Brooklyn y su esposa en fechas clave como el 50º cumpleaños de David Beckham, el pasado mes de mayo. O los desfiles de moda de Victoria en París.
Pero hay un hecho que, para muchos, ha sido el remate definitivo de la catarsis entre ellos: la renovación de votos matrimoniales de Brooklyn y Nicola, el pasado mes agosto, a la que no asistió ningún miembro de la familia Beckham.
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3. La no relación con Mel B
Mel B ha confesado públicamente en entrevistas, así como en su libro autobiográfico, que nunca logró una verdadera conexión con Victoria Beckham.
Su amistad, que nunca llegó a forjarse realmente, se vio truncada por sus personalidades tan opuestas, y sus distintas formas de ver la vida y de gestionar el éxito.
Victoria se ha mantenido discreta respecto a este tema, pero Melanie Janine Brown (es su verdadero nombre) ha llegado a criticar abiertamente a su excompañera por no sumarse a la agrupación cuando intentó reunificarla.
También habló duramente de ella por querer ejercer control sobre el uso de la marca Spice Girls. Incluso llegó a insultarla durante una entrevista en 2019, cuando la calificó como "una pedazo de zorra".
En el documental, la diseñadora no entra en detalles sobre las viejas rencillas. Pero sí le lanza una pullita a la mujer con la que, en palabras de su eterna rival, "nunca fueron amigas".
Victoria Beckham dedica apenas un brevísimo comentario a Mel B en su documental de Netflix. Relata que, tras un reencuentro, esta le dijo: "No olvides tus orígenes". Unas palabras de ahora reconoce le molestaron. "¡Jamás lo he hecho! Eso me molestó", ha confesado.
Victoria y David Beckham, en una imagen de archivo.
4. El millonario patrimonio de los Beckham
La gente de la alta sociedad bien lo sabe. Es de mal gusto hablar de dinero. Y Victoria Beckham, maestra como nadie en las artes de la elegancia, no menta en ningún momento asuntos financieros. Ni una sola palabra sobre a cuánto asciende la fortuna del matrimonio.
Bien es cierto que relata en su docuserie las dificultades económicas que atravesó en los inicios de su empresa. "David tuvo que invertir mucho dinero para ayudarme, pero siempre acordamos que nos apoyaríamos mutuamente. De ahí que ahora sea demasiado exigente", ha reconocido.
Reconoce que ha tenido crisis al frente de su negocio: "Casi lo pierdo todo. Lloraba antes de ir a trabajar porque sentía que estaba apagando incendios".Pero de cifras exactas, nada.
Hablando de cuestiones materiales, sí resulta curioso que a lo largo de la emisión muestra al público todas y unas de las casas que comparte con su familia: desde su casa de campo en los Cotswolds a su mansión de estilo clásico en Holland Park, en Londres, o su villa en Miami, frente a la Bahía de Biscayne.
Y es que, cuando se trata de presumir de posesiones mundanas, qué mejor que hacerlo como mejor sabe hacerlo Victoria: con la más delicada de las sutilezas.
