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Atemporal e icónica. Cuarenta años después del estreno de Las chicas de oro (1985-1992), la sitcom sigue siendo una de las mejores obras televisivas de la historia de la televisión. Es un indeleble ejemplo de la cultura pop.

Las estrellas de esta comedia de situación que sigue enganchando a las nuevas generaciones fueron cuatro ancianitas encarnadas en Rue McClanahan (Blance Devereaux), Betty White (Rose Nylund), Bea Arthur (Dorothy Zbornak) y Estelle Getty (Sophia Petrillo).

Las cuatro pusieron sobre el tapete temas tan controvertidos en la época como el sida, el matrimonio entre personas del mismo sexo, el acoso laboral, la política de inmigración o el cuidado de los ancianos. Sin duda, fueron unas adelantadas a su tiempo.

A lo largo de 180 capítulos en 7 temporadas, las anécdotas sobre Las chicas de oro son incontables. Por ello, EL ESPAÑOL ha hecho una criba para ilustrar cómo era el behind the scenes (detrás de las cámaras) de la serie estrenada en Estados Unidos el 14 de septiembre de 1985 y que no llegó a nuestro país hasta el 30 de septiembre de 1986.

Aunque parezca mentira, Bea Arthur y Betty White no se podían ni ver. Según Hollywood Reporter, la coproductora Marsha Posner Williams dijo en un evento conmemorativo que "cuando la luz roja estaba encendida no había más profesionales que esas mujeres, pero cuando la luz roja estaba apagada, esas dos no podían calentarse la una a la otra si eran incineradas juntas".

Fotograma de 'Las chicas de Oro'. Getty Images

Como la serie se grababa con público en el plató, a Bea no le hacía gracia que Betty se acerara a la gente a saludar, hacer bromas y charlar para caldear el ambiente, ya que la primera era partidaria de mantenerse alejada y concentrada, requisitos heredados de su trayectoria en Broadway. Por ello, Bea se consideraba superior ya que la experiencia de Betty provenía de la televisión (The Mary Tyler Moore, Password). En privado no se dirigían la palabra, pero en público se comportaron como profesionales. En 2016, Matthew Saks, uno de los hijos de Bea Arthur, confesó a The Hollywood Reporter que el estilo alegre de White a veces molestaba a su madre.

Aunque parezca mentira Estelle Getty padecía de pánico escénico, lo que motivó que los guionistas y productores se volvieran locos para disimular esta situación. Para sentir más confianza, el bolso de mimbre que se convirtió en un rasgo peculiar de su personaje era el accesorio que usaba la actriz en la vida real.

Por miedo a que se olvidara de los diálogos, escondían los tarjetones de sus frases en la nevera o ella misma las escribía con rotulador permanente en el mantel de la mesa de la cocina, donde casi siempre se reunían a comer tarta de queso que, por cierto, odiaban las actrices. Varios años después del estreno Estelle empezó a luchar contra el Alzheimer, pero lo mantuvo en secreto.

La veterana actriz que interpretó a la madre de Drothy a pesar de ser un año mayor en la vida real, vivió un momento dorado en el rodaje cuando conquistó al eterno conquistador, Julio Iglesias, que con 45 años apareció en un cameo en la cuarta temporada. La audiencia también se quedó prendada cuando en la segunda temporada tuvo otro cameo el jovencísimo adonis George Clooney, por entonces de 26 años. Otras participaciones estelares incluyeron a los clásicos Debbie Reynolds, Mickey Rooney, Dick Van Dyke y Burt Reynolds.

Originalmente, a White se le ofreció el papel de la sexy belleza sureña Blanche Devereaux, pero enseguida se dieron cuenta de que no era buena idea. En una entrevista a la Associated Press en 2010, Betty White comentó que le enviaron el guion “con la idea de que hiciera Blanche. Jay Sandrich, quien fue nuestro director para la mayoría de los espectáculos de Mary Tyler Moore (también realizó algunos para Las chicas de oro), dijo: 'Si Betty interpreta a otra ninfómana, pensarán que es Sue Ann Nivens de nuevo'. Así que él comentó: '¿Por qué no los cambiamos?'

Debido a este hecho, Rue McClanahan quedó tan encantada de interpretar a la casquivana y devorahombres que por contrato exigió que se podía quedar con todas las prendas de vestuario.

La serie tuvo fans de todos los estratos sociales en todo el mundo, pero hubo una persona que destacó por encima de los demás, la reina madre de Inglaterra. Estaba tan enganchada a la serie que pidió que hicieran una breve representación en 1988 en el Royal Variety Performace en Londres. Las actrices recibieron instrucciones de no dirigirse a la reina a menos que ella les hablara primero. La reina madre y su nieta, la princesa Ana, estaban en el palco real. Al acabar, bajaron a saludar.

Durante una de las escenas, cuando Dorothy le preguntó a Blanche cuánto tiempo esperó para tener relaciones sexuales después de la muerte de su esposo, Sophia bromeó: "Hasta que llegaron los paramédicos". La Reina Madre, de 88 años, no podía parar de reír. Una semana antes, Bea Arthur comentó a la prensa que tenían que censurar algunas conversaciones que transcurrían en la mesa de la cocina.

Pero la reina madre no fue la única de los Windsor que adoraba la comedia ya que a finales de los ochenta se desveló que la princesa Diana y su querido amigo Freddie Mercury bajaban el volumen de las reposiciones de Golden Girls, bebían champán e improvisaban diálogos con historias mucho más traviesas.

A pesar de que la sitcom se ambientaba en la soleada Florida, lo cierto las tomas del exterior donde vivían las chicas pertenecía a una residencia privada en el barrio de Brentwood en Los Ángeles, vendida en 2020 por 4 millones de dólares. En ese vecindario Betty White poseía una mansión de 300 metros cuadros valorada en 6 millones de dólares donde falleció a los 99 años en 2021.

Una de las escenas de la serie. Getty Images

En el interior, una de las estancias favoritas durante el rodaje fue el salón, concretamente el sofá de ratán y bambú que se hizo tan popular que cada vez que lo reponían en las tiendas acababa agotándose.

Los seguidores también se quedaron prendados por la decoración de la habitación de Blanche, especialmente porque en vez de usar un cabezal de cama se optó por un papel tapiz pintado de grandes hojas verdes inspirado en el diseño que el decorador Don Loper realizó en 1942 para el Fountain Coffee Room del Hotel Beverly Hills. El alto coste de esta pieza de decoración hizo que el director de arte John Saffner se lo llevara a su casa cada verano para evitar los desperfectos ocasionados en el estudio.

Creada por Susan Harris y coproducida por ella, Paul Junger Witt y Tony Thomas, la serie estuvo nominada a un total de 68 premios Emmy, de los que ganó 11, y otros 21 de los Globos de Oro, consiguiendo 4. Cuando la serie llegó a su última renovación, Bea Arthur manifestó su deseo de no continuar. Estaba cansada y realmente no soportaba a Betty White. El último capítulo visto por 27,2 millones de personas sigue estando entre los veinte programas más exitosos.

Betty, Rue y Estelle continuaron con el spin off El palacio dorado (1992), pero después de una temporada de 24 capítulos los productores decidieron cancelarlo por los bajos índices de audiencia.

Lamentablemente, las cuatro actrices ya no están entre nosotros. La primera en fallecer fue Estelle Getty (1923-2008) y le siguieron Bea Arthur (1922-2009), Rue McClanahan (1934-2010) y Betty White (1922-2021). Con estos datos queda expuesta la magia de la televisión ya que en la ficción Estelle era la madre de Bea, cuando en realidad esta última era un año mayor.