Existe una ley no escrita, sobre todo en el mundo del cine y la música, que asegura que si un artista es homosexual, mejor no decirlo para evitar la pérdida de fans. Un caso clásico es el de Rock Hudson, galán de Hollywood a quien obligaron casarse con su secretaria, Phyllis Gates.
Otro bien conocido es el de Ricky Martin (53 años), que vendió su amor con la presentadora mexicana Rebecca de Alba (60) antes de confesar que era gay. El secretismo benefició contractualmente a ambos.
Sin embargo, no siempre ha sido así con ciertas estrellas. Cuando Ruppert Everett (66) empezó a hablar abiertamente sobre su sexualidad, tras protagonizar La boda de mi mejor amigo (1996), empezó a recibir menos llamadas de los productores. En muchas de sus últimas entrevistas ha confesado que "durante tiempo viví aterrorizado por el sida, pero antes sufrí marginación laboral y discriminación en el trabajo". En la actualidad aconseja a los jóvenes que no revelen si son gays.
Ellen DeGeneres y su mujer, Portia de Rossi.
Aunque parezca increíble, cuando Ellen DeGeneres (67) confesó que era lesbiana, sus apariciones como monologuista en pequeños clubs empezaron a medirse con cuenta gotas. Y eso que ya era una estrella gracias a la sitcom Ellen. Pero ese mal bache duró poco ya que su estrella siguió brillando con el The Ellen DeGeneres Show (2002-2022), que fue cancelado porque ella había creado un ambiente tóxico de trabajo.
Una de las situaciones más feas ocurrió durante el proceso de casting para buscar al protagonista de la saga de Cincuenta sombras de Grey. El actor que sonaba con más fuerza para dar vida al protagonista fue Matt Bomer (47), que ya era famoso por la serie Ladrón de guante blanco.
No obstante, E.L.James, autora de la novela, mostró su descontento públicamente en las redes sociales al asegurar que "Matt Bomer no es el adecuado para Christian Grey porque él es abiertamente gay. Es un gran actor para interpretar otros roles, pero no el adecuado para este".
El rol recayó en Jamie Dornan (43). A diferencia de otros muchos de sus compañeros de profesión, Bomer es uno de los intérpretes más respetados de su generación, quien ha alcanzado un gran éxito con la miniserie Fellow Travellers, protagonizada junto a Jonathan Bailey (37), el nuevo chico bonito de Hollywood a raíz de su protagónico en Los Bridgerton.
Lance Bass y su marido, Michael Turchin, en una fotografía de marzo de 2015.
Como miembro de la boyband de los noventa NSYNC, Lance Bass (46) tuvo que fingir ser heterosexual para que el grupo fuera aceptado como ídolo de adolescentes. En 2004 se lo confesó a Britney Spears (43), quien previamente había salido con Justin Timberlake (44), miembro de la banda, y en 2006 se abrió en canal públicamente.
"Tenía las carreras de los otros cuatro chicos en mis manos. Si se hubiera sabido, ¿habría sido el fin del grupo? Tenía esa duda sobre mí y pensaba que si se lo decía a alguien podría pasar algo malo", confesó a la revista People. Como los rumores sobre su sexualidad empezaban a afectar en su día a día, decidió coger al toro por los cuernos.
Otro cantante que lo pasó mal fue el mexicano Christian Chávez (41), quien era una estrella absoluta gracias a la novela Rebelde, de donde surgió el grupo RBD. Cuando en 2005 se publicaron algunas imágenes de su boda en Canadá con BJ Murphy, Televisa canceló su contrato. Además, varios programas de radio se negaron a publicitar lo que ellos denominaban 'música gay'.
A la actriz Ellen Page (38) varias personas de la industria le aconsejaron al inicio de su carrera cinematográfica que no revelara que era lesbiana. Le obligaron a lucir vestidos con tacones para ahuyentar los rumores hasta que ya no pudo más. En 2014 hizo pública su orientación, por lo que la protagonista de Juno (2007) empezó a recibir únicamente papeles lésbicos.
Elliot Page, en marzo de 2022.
En 2020 se declaró transexual con el nombre de Elliot Page. En sus memorias, tituladas Pageboy, el actor declara que "mi vida como persona trans y el privilegio que tengo no representan la realidad de la mayoría de las vidas trans. La realidad es que están desempleadas de manera desproporcionada y experimentan mucho más la falta de vivienda".
En nuestro país uno de los ejemplos más paradigmáticos del ámbito LGTBIQ+ es Miguel Bosé (69), de quien se rumoreó durante décadas que era homosexual. Sin embargo, la relación que tuvo con Ana Obregón (70) durante su adolescencia era algo que chirriaba. Esta se confirmó y para calmar en cierto sentido el ambiente, el artista reveló hace pocos años que era bisexual.
Durante su estancia en El hormiguero en 2023 confirmó que en su casa se sabía porque tenían una educación internacional y existían muchas libertades. La carrera discográfica y cinematográfica de Miguel se ha sustentado desde entonces sobre la ambigüedad, consiguiendo éxitos infinitos a nivel internacional.
A través de un vídeo en Instagram, Pablo Alborán (36) dijo públicamente en 2020 que era gay. "Estoy aquí para contaros que soy homosexual. Que no pasa nada, que la vida sigue igual", aseguraba durante su explicación. Lejos de tener problemas, el cantautor es uno de los pocos que sigue cosechando grandes éxitos sin que se le hayan cerrado las puertas de la industria. Ahí están Solamente tú, Contigo o A batir las alas.
En el ámbito del deporte y del toreo es prácticamente imposible que estando en activo los deportistas y toreros manifiesten públicamente su orientación sexual. Son esferas muy homófobas. Javier Raya (34), primer olímpico español en declararse abiertamente gay, publicó en 2016 una foto besando a su pareja, Andrew Nicholson. Tiempo después diría que "ojalá mi beso en Instagram ayude a otros deportistas gays". Su carrera siguió adelante.
Víctor Gutiérrez, en una fotografía en mazo de 2022.
En 2016, el waterpolista Víctor Gutiérrez (34) dijo en una entrevista a la revista Shangay Express que era homosexual. Desde entonces ha sido una de las voces más representativas como activista LGTBI+ en el deporte, por lo que en 2021 le nombraron Secretario de Políticas LGTBI del PSOE. Al igual que en el caso anterior, su trayectoria siguió adelante.