Camila Rojas (31 años) es Muriel en Pasión de Gavilanes, la telenovela que batió récords entre 2003 y 2004 y que ha regresado a la pequeña pantalla 18 años después. Pero además, es Gemma en Julio Verne y Jeanette en la bioserie de Vicente Fernández. Una serie de personajes de los que se siente orgullosa y que llegaron tras su interpretación en El Galán, serie que se está por estrenarse en España, donde se encuentra promocionando sus trabajos. 

Un día después de que aterrizara en la capital, la intérprete que ahora reside en México, ha conversado con EL ESPAÑOL. Amable, cercana y manteniendo en todo momento su esencia latina, Camila Rojas ha hablado con este periódico sobre su trayectoria y sus pasiones. Además, ha desvelado algunos detalles de sus últimos trabajos

¿Cómo está? ¿Es su primera vez en España?

Muy bien. Ya había venido, pero de turismo. A Madrid, a Barcelona, a Toledo... Pero a trabajar es la primera vez. Estoy con entrevistas y el próximo domingo, 1 de mayo, voy a los Premios Platino. 

¿Cómo se prepara para los premios? ¿Ya tiene estilismo?

Estoy muy emocionada. Todavía no tengo vestido, pero estoy en ello. 

Camila Rojas, protagonista de 'Pasión de Gavilanes'. Cedida a EL ESPAÑOL

¿Qué es lo que más le gusta de nuestro país?

Amo Madrid y me gustan los españoles. Por algún motivo, hombres y mujeres me parecen súper atractivos. Me encanta el acento, me fascina la arquitectura... 

En esta ocasión, además de trabajar, ¿tiene previsto hacer turismo?

Vengo a trabajar, pero aprovechando que estoy en Europa, también disfrutaré de unos días de vacaciones. Voy a Grecia, vuelvo a España dos o tres días más para usarlos de compras (ríe) y me regreso a México.

¿Se puede decir que su visita a España coincide con el mejor momento de su carrera?

De la trayectoria que llevo, definitivamente es el mejor momento de mi carrera. Estoy en una producción que ya tuvo gran éxito, que marcó una época, que tiene un público establecido y busca ganarse uno nuevo. Pero el mejor momento de mi carrera no es por estar en Pasión de Gavilanes, que es fuerte, sino porque tengo muchos trabajos a punto de estrenar, que han sido muy buenos y sé que van a gustar mucho, porque todos los personajes que he hecho son muy distintos. Estoy muy emocionada y espero que la 'rachita', como dicen en mi país, continúe. 

¿Es difícil cambiar de un personaje a otro?

Totalmente. Yo además soy muy perfeccionista y busco que mi coach de acento y actuación coincidan con lo que necesito para cada papel. Pero eso lo he hecho en los últimos tiempos. Mientras más pasa el tiempo, más me obsesiono y más quiero que todo salga lo mejor posible. Pienso que nunca terminamos de aprender y nunca vamos a ser los mejores. Intento mejorar cada día, pero nunca quiero ser la mejor, porque si no, no tendría nada que mejorar. Ya llegaría al top y sería muy aburrido. Si lo tienes todo. qué más vas a buscar. A mí me gusta mucho el reto y siento que sin eso me aburro. 

¿Cómo consiguió entrar en Pasión de Gavilanes?

Yo quería trabajar en Telemundo, que en México es muy fuerte y que supone pisar el terreno estadounidense. Cuando tuve la oportunidad, en Miami, me paré en la puerta de Telemundo y dije 'quiero trabajar aquí y lo decreto'. Meses después, mi mánager me mandó el casting y cuando lo vi no lo podía creer. Lo veía difícil y no pensé que me seleccionarían para un proyecto tan importante. Consideraba que a lo mejor ahí no podía estar. Pero hice el casting, lo entregué y me olvidé. Dos meses después me llamaron para avisarme de que me quedaba con el personaje. Estaba tan en shock que no se lo conté a nadie hasta que pasó el tiempo. 

Camila Rojas también forma parte de la bioserie de Vicente Fernández. Cedida a EL ESPAÑOL

¿Fue seguidora de la primera parte de la telenovela?

Sí, la vi cuando tenía 13 años. En la época cantaba ¿Quíen es ese hombre? (ríe). Yo creo que son muy pocas las personas que no saben qué es Pasión de Gavilanes, porque fue un producto que arrasó a nivel mundial. Y yo no sabía la magnitud hasta que comencé a trabajar en la segunda parte. Ahora me escriben desde muchos lugares. 

¿Alguna anécdota que tenga de la grabación?

Cuando grabé unas escenas de amor en un lago, con Bernardo Flores (Juan David en la serie), y nos dio principios de hipotermia. Nos tuvieron que sacar porque llegó un momento en el que no cordinamos y no pudimos grabar más. Fue entre cómico y peligroso. Después contrataron a unos extras, expertos en el tema, e hicieron tomas abiertas. En las tomas cerradas lo intentamos y lo hicimos.

Esta experiencia confirma que detrás de cada escena hay un gran trabajo del que la audiencia, muchas veces, no es consciente.

Sí. Muchas personas creen que estar en este medio es fácil. Pero sigue siendo una carrera, que como todas, tiene sus pro y contra. Hay días difíciles, hay cosas bonitas... Cuando tenemos jornadas extensas, cansa mentalmente. Hay veces que te agobias, que quieres llorar y te frustras. Como todo.

Muriel, su personaje en Pasión de Gavilanes, es luchadora y persistente. ¿Usted es así?

En ese aspecto sí. Muriel es guerrera y luchadora. Yo soy igual. Muriel es menor, pero considero que a mis 20 años, incluso a mis 15, tuve una madurez avanzada. Pensaba más en un proyecto de vida, que en cosas superficiales. A los 18 me fui a estudiar a Londres y siempre quise más. Estuve enfocada en un objetivo, en alcanzar un sueño. Y Muriel es así. 

¿Desde adolescente sabía que quería ser actriz?

No. A mí me encantaba bailar y soñaba con bailar en los conciertos de Beyoncé (40)... Pero pensaba que no se podía vivir de ello. Tenía planteado ir de intercambio a Londres y volver a Bogotá para estudiar Comunicación Social. Pero cuando estaba en Inglaterra mi madre me dijo que me quedara. Hice un preuniversitario para alcanzar el nivel académico, pero no me aceptaron en la Universidad. Para seguir aprendiendo inglés me apunté a un curso de baile, actuación y canto. Así fue como empecé. 

Ahora, ¿se plantearía estudiar eso que alguna vez soñó?

No. Ahora me gustaría estudiar Psicología. Siento que va muy ligada a la actuación. Creo que podría entender más cosas y aportarle mucho más a un personaje. 

De Gemma, su personaje en Julio Verne, ¿tiene algo?

Con Gemma, que es una guerrera, me siento identificada en habilidades, porque soy muy deportista. Fui gimnasta y todavía procuro practicarlo para no perderlo. Jamás imaginé que la gimnasia me serviría para un personaje. La gente cree que actuar es pararse frente a una cámara y decir diálogos. Pero mientras más cosas sabes, más cosas te puedes ganar. Otra cosa con la que me identifico con Gemma es con el nivel de protección que tiene con sus seres queridos. Yo soy igual. Por mi familia me desvivo y tengo mucho instinto de ayudar a quienes lo necesitan. 

¿Qué tal la experiencia de trabajar con Óscar Jaenada?

¡Genial! Lo admiro mucho. Es un deleite verlo en el set. Es un tipo que se puede transformar... Me siento muy afortunada de haber estado en una producción con él.

También participa en la bioserie de Vicente Fernández. ¿Qué papel tiene?

Soy la relaciones pública, mánager y asesora de Vicente Fernández en toda su carrera. 

¿Ha sido seguidora de su música?

¡Obvio! Crecí escuchando Vicente Fernández y una vez llegué a México, me volví más fan de las rancheras. Nunca me imaginé ser parte de los últimos proyectos que he hecho. Cuando comencé mi carrera, hacía los típicos personajes de siempre. Desde El Galán en adelante, todos los papeles han sido muy distintos. Eso es lo que más emocionada me tiene. Me he retado a mí misma. 

Para la bioserie de Vicente Fernández, ¿tuvo algún contacto con su familia?

Nosotros no, pero la producción sí. Estuvieron constantemente hablando con Vicente Fernández y él ayudó a elaborar los guiones. Pidió cosas y se cumplieron. A todos nos hubiera gustado que lo hubiera visto. Al menos un capítulo. Fue muy triste cuando nos enteramos de su fallecimiento. 

Entre actuar, bailar y practicar gimnasia, ¿con qué se queda?

Muy difícil. Pero diría que el baile y la actuación en primer lugar, y la gimnasia en segundo.

¿Con qué actriz o actor español le gustaría trabajar?

Con Blanca Portillo (58), Najwa Nimri (50) o José Coronado (64).

Además de todos los trabajos que está por estrenar, ¿tiene otro proyecto?

Estoy en ello. En busca de dos proyectos en los que quiero estar. Me encantaría trabajar en España. 

[Más información: 'Pasión de Gavilanes', 18 años después de su estreno: así han cambiado las vidas de sus protagonistas]

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