Un día después de su declaración ante la justicia, en la que imploró por su libertad, Britney Spears (39 años) ha asegurado en su perfil de Instagram que hasta ahora no se había opuesto públicamente a la tutela legal que desde hace 13 años controla todos los aspectos de su vida, porque sentía vergüenza de contar lo que le pasó.

"Pido disculpas por fingir que he estado bien durante los últimos dos años, lo hice por mi orgullo y porque me avergonzaba compartir lo que me pasó", ha explicado la cantante, quien en los últimos años ha utilizado Instagram como su única vía de contacto con sus seguidores. En esta ocasión, su mensaje ha estado acompañado por una imagen con una cita atribuida a Albert Einstein sobre cuentos de hadas, algo que considera que ha estado transmitiendo al público.

"Quiero contarles un pequeño secreto, creo que todos queremos vivir en un cuento de hadas y, por la manera en la que he publicado, mi vida parece bastante espectacular", ha continuado. "No quiero que la gente piense que mi vida es perfecta porque no lo es para nada. Si han leído sobre mí en las noticias esta semana, sabrán de sobra que no lo es", ha añadido.

Britney, además, ha explicado que quería que su perfil en la red social representara únicamente una parte agradable de su día a día. "Aparentar que estaba bien realmente me ayudó", ha justificado. "Siento que Instagram me ha ayudado a tener una plataforma genial para compartir mi presencia... existencia... y simplemente sentir que importo a pesar de lo que estaba pasando y bueno... funcionó", ha concluido.

Fue este miércoles cuando Britney Spears solicitó poner fin a la tutela legal por la que su padre controla su vida desde hace 13 años, al considerarla "abusiva", "absurda" y por la que algunos implicados en esa situación, como su progenitor, "deberían estar en la cárcel".

Britney Spears junto a su padre, en una imagen compartida en Instagram. Redes sociales

"Esta tutela está pagando el sueldo de mucha gente. Estoy harta", declaró la cantante ante un juzgado de Los Ángeles durante una intervención telefónica llena de palabras contundentes como: "no soy feliz", "no puedo dormir" y "lloro todos los días".

"Quiero mi vida de nuevo", imploró la estrella, que puso en duda que esté realmente incapacitada si durante varios años estuvo actuando y ganando dinero con espectáculos como los que protagonizó durante su residencia en Las Vegas.

Durante su conversación con la justicia, la intérprete de Toxic también afirmó que no tiene libertad para hablar con la prensa, dar entrevistas, casarse o formar una familia junto a su actual pareja. En ese momento, llegó una de sus declaraciones más impactantes: "Tengo un DIU (dispositivo intrauterino) en mi cuerpo en este momento que no me deja tener un bebé, y mis tutores no me dejan ir al médico para que me lo saque".

Manifestación del Free Britney, el movimiento que se ha creado en apoyo a la cantante. Gtres

En su intervención, Spears recordó que mientras se preparaba en el año 2018 para otro espectáculo -que finalmente no se estrenó- su medicación llegó a ser tan fuerte que se sentía drogada y era incapaz de tener una conversación con su madre, pero aún así tenía que acudir a los ensayos. "Me gustaría demandar a mi familia y compartir mi historia con el mundo", llegó a decir la cantante.

La jueza Brenda Penny agradeció el testimonio de Spears, que calificó de valiente, y acordó con las distintas partes implicadas una nueva vista cuya fecha está por determinar. 

[Más información: Britney Spears declarará en el juzgado sobre su tutela legal: su plan para quitarle el control a su padre]

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