Carla Bruni (49) 'ha cantado' en la presentación de su último disco. Y no solo porque haya entonado su nuevo single, sino porque habló sin tapujos de sus intimidades con Nicolas Sarcozy (62), el expresidente de la República Francesa. Y es que desde que se casaron en 2008 no se han separado pese los rumores de crisis que en algún momento han surgido a su alrededor. Lejos de distanciarse, la cantante ha desvelado que sigue deseando a su esposo como el primer día.

La modelo además de hablar de su música no vetó preguntas acerca de su matrimonio y las cuestiones más íntimas de la relación: "Me sigue atrayendo mi hombre. El sexo con él también es fantástico. Me aseguro de que siempre haya un poco de misterio. Creo que es importante sentirte muy atraído por la persona con quien te casas. Cuando en una pareja ya no hay ningún misterio y no se desean el uno al otro, es cuando se sienten tentados a engañarse, a mentir y, entonces, se acabó".

Carla Bruni y Nicolás Sarcozy, el otoño pasado. Gtres

A parte de la atracción, Bruni ha asegurado que su unión se basa primeramente en una gran amistad entre los dos, lo que fortifica su confianza y el sentirse a gusto el uno con el otro: "En un matrimonio debe haber deseo y amistad por ambas partes. Cuando él vivía en el hermoso palacio que es el Elíseo, si no tenía cenas de trabajo, yo le llevaba todas las noches a casa para que pudiéramos compartir una comida y hablar juntos, porque somos amigos. En una relación también debes de estar muy cómodo, porque solo fuego y pasión conducen a la destrucción".

[Más información: La caída de Sarkozy: se disparan los rumores de divorcio con Bruni]

Estas palabras han sido muy aplaudidas por los medios galos, que en alguna ocasión señalaron que el matrimonio pasaba por un bache, pero, con estas últimas declaraciones de Bruni nada hace sospechar que la tormenta llegue a la pareja. Y es que la cantante y el político disfrutan de su romance y de su hija Guilia de seis años sin nada que pueda enturbiar su vida, porque mientras ella 'lo dejó todo' para acompañar a Sarcozy cuando éste volvió al Elíseo, él le ha ayudado a ella con el problema de alcohol. Por eso, en vista de que existe deseo, respecto y apoyo, el matrimonio continúa feliz hacia adelante.

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