Las acrobacias sobre la moto a gran velocidad eran su seña de identidad. La joven Olga Pronina era conocida por su afición a deleitar a sus seguidores con temerarios vídeos en los que aparecían posturas imposibles.

Como solía hacer a menudo, esta semana se subió a las dos ruedas dispuesta a grabarse, una vez más, corriendo sobre su moto en una carretera de su ciudad natal, la rusa Vladivostok. Sin embargo, algo salió mal y Pronina perdió el control de su vehículo, estrellándose contra un quitamiedos, tal y como adelantó el rotativo Daily Mail. El vehículo quedó completamente destrozado, partido por la mitad, y la joven, de 40 años, falleció minutos después de recibir el fuerte impacto.

Además de sus familiares y amigos, su familia virtual, formada por sus 200.000 seguidores, lloran su pérdida. No en vano Olga Pronina era considerada en las redes sociales como la reina de las motos y eran muy famosas sus fotografías en sensuales poses sobre su vehículo, una BMW S1000R que se había convertido en su talismán. Sobre ella posaba de forma sexy pero también realizaba numerosos vídeos mostrando sus habilidades sobre las dos ruedas.

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La policía, que acudió rápidamente al lugar de los hechos, continúa buscando el teléfono móvil con el que, supuestamente, Pronina grabó su última hazaña antes de sufrir el trágico accidente que acabó con su vida. Además, la policía ha decidido cerrar su perfil en la red social.

La instagramer ejercía en realidad la profesión de estilista y solía aprovechar para mostrar sus modelos de baño y calle en sus propias fotografías y vídeos online a fin de publicitar sus diseños y conseguir hacerse un hueco en el mundo de la moda.

Olga Pronina deja una hija de apenas 16 años que en el momento del siniestro se encontraba con sus abuelos maternos.