El manotazo que Melania (47 años) le propina a Donald Trump (70) a su llegada al aeropuerto internacional de Ben Gurion en Tel Aviv sigue generando comentarios. El momento del desencuentro entre la pareja fue capturado por las cámaras de televisión y los reporteros gráficos que allí se encontraban. Después de desembarcar del avión, el matrimonio camina en dirección al presidente israelí Benjamin Netanyahu (67), pero antes de llegar a su encuentro el mandatario de los Estados Unidos intenta coger de la mano a su esposa y ésta rehúsa el gesto. Un experto en comunicación no verbal ha hablado con EL ESPAÑOL para intentar explicar los motivos que llevaron a la eslovena a retirar la mano de su marido.

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Cristian Salomoni, viceperesidente de la asociación ACoNVe, que agrupa y certifica a los expertos en el Análisis del Comportamiento No Verbal (CNV), cree que el camino más sencillo es pensar que el manotazo de Melania se deba a un enfado entre ella y su esposo. Como experto en el campo de los gestos y los signos atestigua que el 'desplante' de la que un día fuera chica Playboy tiene que ver más con cuestiones de protocolo: "Melania siempre cuida mucho las formalidades. Ella siempre está muy pendiente de este tema. Ella es la que le hace una señal de poner la mano en el corazón durante el himno nacional. Es ella que siempre se esfuerza para que ellos dos estén a la altura y demuestren también con su comportamiento no verbal que están preparados con el rol de presidente y first lady". Este es uno de los motivos también por los que Melania siempre va un paso por detrás de su marido. "De nuevo es para cumplir con el protocolo. Es él quien es el presidente de los Estados Unidos".

Melania Trump rechaza la mano de su marido en Tel Aviv

Al margen de las normas y los formalismos en los actos públicos, en el vídeo también se deja patente cuál es la relación entre el matrimonio presidencial: "Entre ellos nunca ha habido conexión, se nota por su proxémica, ósea el uso que hacen de su espacio personal. Cuando bailaron en el acto de investidura casi no se tocaban, incluso los besos que se dan en público se ve como no se tocan las mejillas, ademas siempre andan con ritmos totalmente diferentes. Hay una lejanía corporal que se traduce en lejanía psicológica". 

Antes de que Donald Trump y Melania llegaran a la Casa Blanca el 20 de enero, la relación entre la pareja en su diferentes apariciones públicas era más fluida. "Su relación era de "alto contacto" y "altamente sexualizada, con él tocando zonas íntimas de su cuerpo en público libremente y con facilidad", cuenta el también experto en lenguaje corporal Patti Wood en el New York Times. Ahora la manera de interactuar entre ellos habría cambiado. La prensa extranjera no deja de generar titulares asegurando que Melania está triste y es infeliz en su matrimonio. La presidencia era el sueño de él no de ella.

Donald Trump y Melania antes de llegar a la Casa Blanca. Gtres

OTROS GESTOS CONTROVERTIDOS

Sin ir más lejos un día después del famoso manotazo en Israel se ha comentado otro gesto en el que Melania esquivó de forma "disimulada" la mano de su marido. Ocurrió cuando ambos aterrizaron en Roma, en el marco de la primera gira internacional que realiza el presidente norteamericano.

Cabe recordar también, por citar más desencuentros entre la pareja, la cara de la primera dama durante el discurso de investidura de Trump al convertirse en presidente de Estados Unidos. El mandatario se gira, ella le sonríe y acto seguido el rostro de ella se torna frío.

Hace un par des semana la propia Melania le dio a "me gusta" a un tuit que se burlaba de su marido y de la relación entre ellos. El mensaje era del escritor Andy Ostroy que decía "parece que el único muro que Donald Trump ha construido es el que hay entre él y Melania Trump".