Pensar en el apellido Kardashian es pensar en excentricidad. Si en su día a día la extravagancia está siempre presente, en Navidad no podían dejar pasar la oportunidad de ser de nuevo el centro de atención. Por eso, comenzaron a ambientarse para estas fechas con una decoración digna de su sello. Árboles gigantescos y llenos de bolas brillantes se han adueñado de los hall de los miembros de la familia más mediática de la televisión. Pero ese despliegue solo era el primer 'detalle' navideño del clan.

Cada miembro del clan Kardashian tiene su calcetín navideño personalizado. Snapchat

Kim (36 años), Kylie (19), Kendall (21) y compañía se han adentrado en la magia de la Navidad de la manera más grandiosa posible. La noche del 24 de diciembre todos los miembros de la familia dejaron sus calcetines al lado de la chimenea para que Santa Claus supiese dónde dejar los regalos. Sin embargo, algunos de ellos no encontraron ningún paquete al lado del suyo, ¿será porque se portaron mal este año? ¡No! Porque no cabían en casa. Fue el caso de la abuela Mari Jo (81), de la madre Kris Jenner (61) y del novio de ésta, Corey Gamble (35), que tuvieron que ir al garaje para ver sus regalos.

Nada menos que cuatro coches clásicos les esperaban con lazo navideño incluido. Dos Ford Thunderbird de 1956, uno en blanco para la matriarca y otro en rojo para la octogenaria, cada uno valuado en más de 35.000 dólares. Pero además, también dejó un Mercedes-Benz SUV para ambas. Gamble, por su parte, recibió un Ford Mustang de la década de los 60 de una edición para coleccionistas.

Mari Jo encantada con su coche nuevo de 35 mil dólares. Instagram

Otra de las que no pudo recibir su regalo en una caja fue Kendall Jenner. El ángel de Victoria's Secret no pudo contener la emoción al coger en sus brazos la sorpresa que le había preparado su hermana Kylie. Un tímido y tembloroso cachorro se intentaba esconder tras la mano de la modelo mientras recibía un beso de su nueva dueña.

Quien sí tuvo que romper el papel navideño para descubrir lo que le había dejado Santa fue la jovencísima Kylie. La chica está obsesionada con los bolsos de marca y sobre todo de los de la firma Hermés Birkin. Por eso, al ver que bajo el árbol le esperaba este accesorio junto a un set completo de maletas de equipaje que llevaban sus iniciales no pudo contener la felicidad y colgó una foto en Instagram junto al mensaje "oh dios mío, voy a llorar".

Este bolso Hermès Birkin negro fue el regalo de Kylie. Instagram

El set de maletas con sus iniciales, Kylie Kardashian Jenner.

Los demás hombres de la familia también recibieron regalos de lujo. La pareja de Khloe Kardashian (32), Tristán Thompson (25) y la de Kourtney (37), Scott Disick (33), pueden lucir en sus muñecas ahora un reloj Patek Philippe gracias a Santa Claus. El segundo, además, también puede presumir de tener un encendedor de Cartier, los tres regalos no han costado menos de 80.000 dólares.

El jugador de baloncesto Tristán muestra su regalo de Navidad. Instagram

Santa tampoco se olvidó de las más pequeñas de la familia. Las 'glamurosas' North West (3), hija de Kim y el rapero Knye West (39), y Penelope Disick (4), hija de Kourtney y Scott, recibieron un kit de cosméticos personalizados. Unas cajas de color violeta con sus nombres escondían una paleta de sombras de ojos y unos pinceles adecuados para ellas. Todo lo necesario para que puedan seguir los pasos de sus madres, tías y abuela y se conviertan en auténticas estrellas del show business.

Los kit de cosméticos para las pequeñas de la casa. Instagram

Pero no quedó ahí la cosa. Las niñas - entre las que también se incluye Kylie pese a tener 19 añitos - podrán disfrutar de paseos en pony, porque Santa Claus les ha dejado uno en su jardín. El animal esperaba fuera de la mansión de las Kardashian con trenzas en el pelo y coleteros rojos, una estampa muy navideña que hacía que las más jóvenes del clan se derritieran de amor.

El pony de las Kardashian. Instagram

Y claro, debido a todo el ansia de abrir los regalos, de andar de acá para allá para ver dónde había dejado Santa las sorpresas y debido a que eran más de una veintena de personas en un mismo lugar, la estancia principal presidida por el gran árbol navideño quedó como si un huracán hubiese pasado por allí. Decenas de cajas abiertas, trozos de papel por doquier, juguetes en medio del salón... de esa manera finalizó la gran fiesta de Navidad de las Kardashian. Una escena con nada de glamour.

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