Una de las voces más relevantes del panorama mundial tiene miedo a Donald Trump (70 años). Adele (28) apoyó la candidatura de Clinton desde el principio hasta el final de la campaña y realmente tenía fe ciega en que la ex primera dama se alzase con el triunfo el pasado 8 de noviembre. Sin embargo, y contra la mayoría de los pronósticos, el magnate multimillonario se hizo con la Casa Blanca. Mientras Trump adquiría una nueva vivienda, los famosos planeaban la huida de las suyas para evitar que la gestión del nuevo presidente electo trastoque sus vidas.

La cantante ha sido la última celebrity en pronunciarse acerca de las consecuencias que tendrá la victoria de Trump, pero sin duda ha sido la más tajante en sus decisiones. Adele no se siente segura viviendo en un país gobernado por el veterano empresario y por ese motivo está a un paso de abandonar Estados Unidos, según indica el diario The Sun. Y es que la voz de Hello rompió a llorar en pleno concierto en Texas cuando se enteró del resultado de las elecciones, tanto es así que estuvo apunto de desmayarse sobre el escenario por el shock de la noticia.

Adele no quiere que su hijo de tres años crezca con los valores que pretende imponer Trump, como promover la xenofobia o sus disparatadas ideas en cuanto a cómo tratar las Relaciones Internacionales. El primogénito de la cantante, Angelo, es fruto de su relación con Simón Konecki con quien mantiene una relación sentimental desde hace cinco años. Con una familia ya formada, Adele quiso asentar su hogar en Los Ángeles, California, para vivir cerca de su discográfica y de los estudios de grabación. Por eso, en mayo de este mismo año adquirió una mansión en la prestigiosa zona de Beverly Hills, valorada en nueve millones de euros que gracias a sus contactos logró llevarse por medio millón menos.

Adele colgó esta foto en Instagram en la que se mostraba desolada tras el resultado de las elección en EEUU. Instagram

Su entorno más cercano intenta calmarla y hacerle ver que en California podría llevar una vida tranquila y en la que su hijo podría disfrutar sin límites, ya que la ciudad tiene muchas escuelas donde elegir, el tiempo meteorológico es mucho mejor que en su Inglaterra natal y pasa más desapercibida que por la calles de Londres. Sin embargo, la cantante continúa con el temor de lo que pueda hacer Donald Trump en su legislatura y piensa que sería demasiado tarde tomar la decisión después de que el magnate se adueñe del despacho oval.

Aquella noche del 8 de noviembre, cuando escuchó el nombre de Trump como vencedor, no tuvo dudas: "me voy de este país", dijo claramente a los asistentes al concierto. Quienes la acompañaban esa noche recuerdan que a la artista le invadió el miedo y su reacción inmediata fue querer irse a casa y hacer las maletas y ponerse rumbo a Reino Unido con toda su familia. Hoy, semanas después, analiza los pros y contras de seguir en el Los Ángeles, y por el momento, al parecer, gana la huida a su país de origen.

Simon Konecki y Adele junto a su hijo Angelo por las calles de Anaheim, California, en febrero. GTRES

Adele no es la única que ha mostrado sus ganas profundas de abandonar Estados Unidos tras la 'subida al trono' de Trump. Miley Cyrus (24) prometió a sus fans que se iría a vivir a Australia, localidad natal de su novio Liam Hemsworth (26), "si este personaje" vencía en las elecciones, "y yo cumplo lo que digo", puntualizaba la ex Hanna Montana. Tampoco quería al multimillonario como presidente Barbra Streisand (74) que anunció que se trasladaría a Canadá porque "no puedo creer que alguien confíe en lo que este hombre dice"; la actriz Whoopi Goldberg (61) es otra de las que se 'alistó' a la fuga de las celebrities; y la cantante Cher (70) también apuntaba, incluso antes de ser elegido oficialmente candidato republicano, que "se iría a vivir a Júpiter" si el marido de Melania (46) se hacía con la Casa Blanca.

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