"Ha sido, sin duda, la pasarela más larga de mi vida y un momento muy especial para mi país. Me siento honrada de haber sido invitada a participar en tal evento, es un momento histórico". Al escuchar las palabras de Gisele Bündchen (36 años) quizá uno pueda llegar a entender las razones por la que la modelo mejor pagada del mundo hizo este viernes por la noche una excepción e interrumpió así, por unas horas, su apreciada jubilación.

La modelo desfila en la inauguración al ritmo de La chica de Ipanema. Efe

Y es que, pese a decir adiós a los desfiles hace poco más de un año, lo cierto es que sigue cotizando al alza, más incluso que sus propias compañeras que aún siguen en activo. Prueba de ello es que fue ella y no otra la elegida para protagonizar uno de los momentos centrales de la inauguración de los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro: un espectáculo de luz y color regado con las notas de La chica de Ipanema. El ángel de Victoria's Secret más apreciado de todos los tiempos volvió a volar por la pasarela para recocijo de propios y extraños. Mientras, sus paisanas, Adriana Lima (35) y Alessandra Ambrossio (35), modelos en activo, tuvieron que conformarse con un papel secundario en torno a la antorcha olímpica.

Aún no ha trascendido cuánto se ha embolsado Bündchen por su actuación en Río, pero a juzgar por las cifras astronómicas que inundan sus últimos contratos, la cantidad no ha sido irrisoria, sobre todo teniendo en cuenta que la estrella carioca se ha erigido durante ocho años como la maniquí mejor pagada de la industria. Sus ingresos proceden principalmente de actividades ajenas a los desfiles per se y sólo el año pasado según Forbes se embolsó más de 45 millones de euros. El total de su fortuna, amasada principalmente desde 2001, dobla al montante que maneja Cristiano Ronaldo (31) y supera con creces los 350 millones de euros.

Gisele Bündchen, cuando comenzaba a despuntar en las pasarelas. Gtres

Normal que en su despedida de las pasarelas, en un desfile que tuvo lugar en su país en la primavera del año pasado, se mostrara "muy agradecida" tras 20 años de trayectoria y muchos ceros en su cuenta. 

"Es un privilegio hacer mi último desfile por elección personal. Mientras, seguiré trabajando en otras facetas del negocio. Seguiré teniendo otros contratos y haciendo otras cosas. Pero ya no será el centro de mi vida", aseguraba la brasileña entonces. 

La top, en uno de los desfiles de Victoria's Secret. Gtres

Independientemente de que sus ingresos diarios asciendan a casi 100.000 euros según Forbes y de que sea la top mejor pagada de la historia, Bündchen puede permitirse retirarse de los desfiles teniendo en cuenta que, para una modelo consolidada, ésta no es la fuente principal de sus ingresos, pues ya no le hace falta esa visibilidad para darse a conocer. Las campañas publicitarias con marcas acaparan el núcleo central de las ganancias de Gisele, como de tantas otras. Ha sido imagen de firmas como Carolina Herrera, Balenciaga, Dior, Chanel o Louis Viutton, Oral-B, H&M o Pantene, entre otros. Con algunas de estas compañías aún mantiene contratos. Pero además, parte de la fortuna de la top se debe a sus lucrativos negocios.

Lencería propia y cosmética ecológica

Gisele Bündchen ha lanzado su propia línea de sandalias y de cosméticos naturales. Bajo la marca Sejaa Pure, comercializa todo tipo de productos para la piel.

Campaña para la marca de cosméticos. Sejaa

Además, Hope ha contado con ella para que diseñe alguno de sus modelos y ella no descarta ponerse manos a la obra y comenzar a abrir tiendas aquí y allá.

La gallina de los huevos de oro

Gisele Bündchen es un filón y las marcas lo saben. Pero no sólo ella. Desde que en 2009 se casó con el jugador de fútbol americano Tom Brady (39), con el que tiene dos hijos, la pareja es una de las más codiciadas y que más millones mueve, al estilo de Beyoncé (34) y Jay-Z o los Beckham. Eso sí, la modelo supera en ingresos a su marido, cuya fortuna estimada era a finales de 2015 de 120 millones de euros.

La modelo junto a su marido, Tom Brady. Gtres

Las editoriales también son conscientes de la mina que supone Bündchen. Por eso, Taschen recopiló el año pasado, coincidiendo con las dos décadas de carrera de la brasileña, más de 300 fotografías inéditas en un libro que vio la luz bajo el paraguas de una edición de lujo. La obra autobiográfica se vendió con un precio de 620 dólares y se agotó el día anterior a su salida a las librerías.

La brasileña posa con su libro, que se agotó un día antes de ponerse a la venta. Gtres

Y, por supuesto, su firma fetiche, la marca que ejerció de mentora de la modelo entre los años 2000 y 2007, Victoria's Secret, se dio cuenta desde el primer momento de lo que suponía contar entre sus filas con una maniquí de la talla de Bündchen. Por eso, llegó a hacerle en su día un contrato de más de 25 millones de euros.

A esto hay que sumarle las más de 700 portadas que ha protagonizado la modelo a lo largo de su carrera profesional. No es de extrañar que, ante tal fortuna, el fisco haya puesto sus ojos más de una vez sobre ella y sobre sus propiedades. En su momento, Bündchen llegó a culpar a la revista Forbes sobre sus problemas con Hacienda por publicar los datos de su fortuna, de la que aseguraba que no era tal.

Gisele Bündchen, en una imagen de archivo. Gtres

Sea como fuere, lo cierto es que la estrella carioca del acto central de la gala inaugural de los Juegos Olímpicos de Río genera interés, y dinero, por lo que probablemente la maquinaria Bündchen seguirá funcionando e incluso las competiciones deportivas cariocas -En el Mundial de fútbol 2014 ya entregó la Copa junto a Carles Puyol (38)- volverán a reclamarla como uno de las mejores embajadoras de la Marca Brasil.

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