"Aquí estamos ahora, entretenednos". Es Smells like ten spirit, un himno generacional que se volvió en contra de su autor. Porque Kurt Cobain decidió ser él quien entretuviera al mundo y su vida se convirtió en un infierno. También su muerte. También el nacimiento de su hija. No tenía ni un año cuando fue apartada de sus padres por un tiempo. Adictos a la heroína y a los escándalos, eran incapaces de cuidar de un bebé. Kurt Cobain (murió a los 27 años) y su mujer, Courtney Love (52), dieron muchos titulares como pareja y uno de los más llamativos fue que habían sido padres.

La pequeña, Frances Bean (23), nació el 18 de agosto de 1992 en Los Angeles y ahora sigue la estela siniestra de sus padres tanto en lo personal como en lo profesional. Alka_seltzer666, que es como se hace llamar en Twitter, es artista y vende su obra por precios todavía asequibles. Mitómanos del universo, aprovechen.

Frances Bean en su foto de perfil en Twitter. Twitter

De alma negra, retorcida y muy comercial, esta artista ofrece su obra en internet por entre 150 y 400 euros. Lo hace en la web Depop, en la que aparece como @space_witch666, y en la que se pueden ver los cuadros que ha realizado. Cobain, que tiene miles de fans sólo por ser quien es, intenta ganarse un lugar en el mundo por sí misma. Se define lectora, como un "gusano de libros", "entusiasta de películas de miedo", "aficionada a los libros de cómic" y "artista".

Uno de los siniestros cuadros de Frances Bean.

Más misterio en las pinturas de la hija de Cobain.

Frances Bean no necesita trabajar para vivir. No por el momento. A su muerte, en 1994, su padre, líder de Nirvana, le dejó un patrimonio de unos 175 millones de dólares. Y así es como vive, como una millonaria, con problemas de millonaria. Hace unos años rechazaba la fama y daba pocas entrevistas, pero poco a poco ha ido abriendo su mundo y las redes sociales le han servido para ello.

Hace menos de dos años se casó con el músico Isaiah Silva (31), de quien se ha divorciado esta primavera, una separación de la que se ha sabido casi todo. Incluso que el ex marido (llevaba juntos cinco años, menos de dos de casados) le reclamó una guitarra de Kurt Cobain como compensación matrimonial, algo que les ha llevado a ensangrentar el divorcio. Porque es la Martin D-18E con puente a la izquierda que tocaba Kurt, zurdo, antes de suicidarse.

En esta disputa ha entrado también Courtney Love, quien ha asegurado que su hija no planeaba deshacerse de la guitarra, valorada en unos 900.000 dólares. Pero las palabras de la líder de The Hole hace tiempo que perdieron la credibilidad materna. Madre e hija nunca se han llevado bien y han tenido peleas incluso en las redes sociales, donde Frances llegó a pedir que expulsaran a su madre de Twitter. Ahora, al parecer, las relaciones son más ‘equilibradas’ y ambas pueden al menos hablar sin que se entere medio mundo. Eso sí, Courtney no fue a la boda de su hija, aunque ahora participe del divorcio.

Hay que tener en cuenta que Frances Bean nunca lo tuvo fácil con su familia. Sus padres perdieron su custodia cuando la pequeña no tenía ni un año. La revista Vanity Fair publicó una entrevista en la que Courtney Love declaraba que había consumido heroína incluso estando embarazada. Y saltaron las alarmas. Pese a que lo desmintieron, los servicios sociales actuaron con prevención y la pareja tuvo que demostrar que estaba ‘limpia’ para recuperar a su hija.

Volvieron a estar juntos en 1993, pero poco después ambos recayeron en sus múltiples adicciones y Cobain tuvo que ser ingresado en un centro de rehabilitación en 1994. El 1 de abril de aquel año, el músico se escapó y el 8 de abril aparecía muerto en su casa. Se había suicidado con su escopeta. Frances no tenía ni dos años.

"Here we are now, entertain us". Un lema convertido en maldición. Porque los Cobain siguen, a su pesar, entreteniendo al mundo.