Los maxi hinchables con forma de cisne, unicornio, donut o pizza se han convertido en el orgullo de las piscinas de las celebrities. Atrás quedaron los veranos en los que lucir palmito con escurridos bañadores, inmensas pamelas o gafas de sol estrambóticas era lo más cool, esta temporada no hay famoso que no haya sucumbido a la moda del posado veraniego acompañado del complemento estrella: las colchonetas.

Chiara Ferragni Instagram



Paulina Ducruet (22), terminado su curso de diseño en la prestigiosa escuela Parsons de Nueva York, se ha relajado en Marrakech en compañía de un grupo de amigos y sus originales colchonetas. La joven Grimaldi ha posado en la piscina sobre una porción de pizza, un bote de palomitas y donuts con toppings coloridos. Al igual que la it girl italiana Chiara Ferragni (29), quien aparecía en su cuenta de Instagram junto a una maxi porción de pizza. Dejando el fast food a un lado, la estilista Ana Antic (41) posaba junto a su maxi piña en las cristalinas aguas de su piscina.



Los cisnes dorados y plateados han sido los elegidos por la modelo Alessandra Ambrosio(35) o la bloguera Alexandra Pereira(28). La ex de Cristiano Ronaldo, Irina Shayk (30), ha optado por mostrarnos sus curvas y su moreno sobre un cocodrilo, mientras que la presentadora Adriana Abenia (31) se ha llevado a sus mallorquinas vacaciones unos flotadores no tan glamourosos y más de andar por casa.

El origen de esta fiebre colchonetera procede de Coachella, el festival de música californiano que reúne a los más reputados influercers en torno a pool parties, donde la música es solo una excusa para que marcas como Revolve o Lacoste muestren las ultimas tendencias. Entre concierto y concierto las piscinas se llenan de originales colchonetas XXL que se han convertido en el nuevo objeto de deseo estival, con precios que pueden llegar hasta los cien euros. La empresa americana Fun Boy comercializa todo tipo de pegasos, flamencos y cisnes por unos ciento veinticinco dólares. Una versión algo más barata la encontramos en la web de la firma Oui Oui, donde por cincuenta euros podemos hacernos con un maxi helado o pretzel flotantes.

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