La agenda del rey emérito Juan Carlos (87 años) vuelve a moverse entre dos planos casi paralelos que terminan encontrándose: el de su vida pública y el de su propio relato.
Esta semana ha dado un giro ya esperado con la publicación en España de sus memorias, Reconciliación. En pleno revuelo editorial y apenas unos días antes de que Iñaki Urdangarin (57) conceda su primera entrevista en la televisión catalana, el rey emérito ha reaparecido en Abu Dabi.
Este sábado, 7 de diciembre, el circuito de Yas Marina ha sido el escenario de la clasificación del Gran Premio del país. No era una cita cualquiera: allí se ha reencontrado con viejos amigos, como Carlos Sainz Jr. (37) y su familia, o Fernando Alonso (44).
La última carrera del Mundial de Fórmula 1 llegaba cargada de tensión deportiva: Max Verstappen (28) partía primero, Lando Norris (26) defendía el liderato del campeonato con solo 12 puntos de ventaja y Oscar Piastri (24) ocupaba la tercera posición en una batalla que se preveía ajustada.
Finalmente, el británico Norris se proclamó campeón, cerrando una de las temporadas más disputadas de los últimos años.
Juan Carlos I y la familia Sainz en Abu Dabi.
Juan Carlos ha querido vivirlo desde dentro. El Emérito, apasionado declarado de los deportes de motor, ha recorrido el paddock en un ambiente de absoluta familiaridad. Allí saludó a Carlos Sainz Jr., que competía representando a Williams tras lograr su segundo podio de la temporada.
El madrileño, sin embargo, afrontaba la última carrera desde la duodécima posición. Eso sí, no faltó la tradicional foto con el piloto y con su padre, Carlos Sainz (63), doble campeón del mundo de Rally y figura histórica del automovilismo español.
Esta imagen es casi un ritual, repetida ya en distintos circuitos y que simboliza la fidelidad que Juan Carlos mantiene incluso en estos años de vida alejada de España.
La cita en Abu Dabi no puede entenderse de manera aislada. Su presencia en Yas Marina encaja dentro de una lista de apariciones muy cuidadas en el tiempo.
El rey emérito, junto a Jackie Stewart y Martin Brundle, en Abu Dabi.
Baréin, el pasado abril, cuando reapareció tras distintas acciones legales, incluida su demanda contra el expresidente cántabro Miguel Ángel Revilla (82); Arabia Saudí en 2023; y de nuevo Sakhir en 2022.
Pero si algo marca la diferencia esta vez es el contexto. El miércoles, 3 de diciembre, apenas unos días antes de su viaje al circuito de Abu Dabi, salieron a la venta en España sus memorias, Reconciliación, escritas junto a la historiadora Laurence Debray (49).
El libro reconstruye su trayectoria personal y política con un tono que busca equilibrar luces y sombras. Llega en un momento especialmente significativo para él: es la oportunidad de presentar y defender su propia versión de los hechos tras una década marcada por la controversia.
Portada del libro 'Reconociliación', las memorias del Rey Juan Carlos I.
Su reaparición en el paddock coincide así con un intento de proyectar una imagen más activa y menos discreta. Un gesto que no pasa desapercibido, sobre todo cuando, en paralelo, la familia vuelve a ocupar titulares por otro frente mediático: la inminente entrevista de Iñaki Urdangarin en la televisión de Cataluña.
El que fuera marido de la infanta Cristina (60) dará sus primeras declaraciones públicas tras pasar por la cárcel y separarse de la hermana del Rey, un movimiento que inevitablemente reabre capítulos del pasado reciente de la familia.
En este cruce de acontecimientos, la visita de Juan Carlos al Gran Premio de Abu Dabi adquiere otra lectura: no solo la del aficionado que no se pierde la última carrera del año, sino la de quien busca reinsertarse, poco a poco, en el paisaje mediático español.
