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Todo el mundo sabe que la vida de Marta Luisa de Noruega (54) dio un giro de 180 grados al conocer a Durek Verrett (51 años), con el que contrajo matrimonio el 31 de agosto de 2024 tras cinco años de relación.

Sin embargo, la felicidad que está viviendo en el terreno personal no se corresponde con las satisfacciones que puedan brindarle sus empresas y sus finanzas personales.

Y es que, lejos de lo que pudiera parecer, la hija de los reyes Harald (88) y Sonia (88) de Noruega atraviesa una situación económica complicada. Según la prensa de su país, se encuentra al borde de la ruina.

Marta Luisa de Noruega, en una imagen de 2021. GTRES

Su empresa textil, en números rojos

Tal y como destaca el diario noruego Nettavisen, las cifras fiscales de la princesa nórdica no le son, en absoluto, favorables. Las cuentas no cuadran.

Según ha adelantado el citado medio, su patrimonio ha experimentado una caída notable en el último año. De los 29,2 millones de coronas noruegas -equivalentes a 2.447.000 euros- que tenía en 2023, su fortuna ha pasado a tan solo 20 millones de coronas noruegas en 2024. Esto, en euros, se traduce a 1.696.700 euros

En otras palabras, un tercio de su fortuna se ha evaporado en apenas 12 meses. La situación es, como poco, preocupante.

A esta importante merma patrimonial se suma un descenso significativo en sus ingresos, que también se han visto seriamente afectados.

Marta Luisa de Noruega promociona su firma de moda a través de sus redes sociales. @iam_marthalouise

El fuerte descenso en su patrimonio tiene mucho que ver con el complicado estado actual de todos sus negocios. Desde su sociedad textil a su firma vinculada a la actividad hípica, recientemente desaparecida.

Su firma de moda, HÉST, ha sufrido un notable aumento de costes que ha reducido de forma drástica sus beneficios.

Esta marca, cofundada por Marta Luisa en 2019 junto a sus amigas AnneKari Bøhaugen y Monica Sundt Utne, comercializa prendas de punto y ropa casual de alta calidad con estética nórdica.

HÉST, cuyos artículos se venden online y en boutiques de varios países nórdicos y europeos, cuenta en su stock con jerséis oversize de lana merino, blusas, camisas, abrigos y accesorios. Todo ello con cortes sencillos, colores neutros y un logo en forma de "H" ondulada.​

En la actualidad, Marta Luisa ejerce de copropietaria y embajadora de la firma. Por ello es frecuente que luzca sus prendas en eventos públicos. Valga como ejemplo el diseño que lució en la fiesta previa a su boda, donde ella y su marido llevaron sendos diseños rosas a medida de la firma.

Marta Luisa de Noruega ha GTRES

Su negocio ecuestre, cerrado

En 2024, la empresa vivió su mejor momento: la facturación rondó los 5,93 millones de euros, impulsada por su expansión internacional y premios como el de Business of the Year en la gala de Elle Noruega.​

Sin embargo, en el último ejercicio conocido los beneficios se desplomaron hasta apenas unos 38.000 euros. Una cifra baja en comparación al alto volumen de ventas. Es una clara evidencia de los estrechos márgenes y la fuerte presión de costes.​

De un tiempo a esta parte, la maquinaria de HÉST se ha puesto las pilas. Como no generan los beneficios esperados, están en búsqueda de nuevos socios e inversores para asegurar su continuidad.

Muy distinto ha sido el devenir de otro de sus negocios: H360 Norway AS. Su empresa relacionada con el sector ecuestre no ha corrido la misma suerte que su fashion business.

Si la primera aún tiene opciones de salir a flote, esta no ha logrado salvarse de la quiebra. Después de encadenar varios ejercicios en números rojos ha terminado por echar el cierre

En 2024, la compañía presentó un déficit considerable. Cerró el último ejercicio con pérdidas de alrededor de 45.000 euros y en 2025 recibió, además reclamaciones de pago por más de 20.000 euros.

Ante tan delicado panorama, el consejo de administración optó por su disolución al considerar que ya no era sostenible.

Marta Luisa de Noruega y Salman Durek contrajeron matrimonio el 31 de agosto de 2024. Instagram

Marta Luisa, sin ayuda de su familia

Cabe recordar que, a día de hoy, Marta Luisa de Noruega no recibe una asignación o pensión oficial de la Casa Real ni del Estado noruego.

La princesa dejó de percibir cualquier apanage o asignación estatal cuando decidió desarrollar una carrera profesional independiente, y tras su desvinculación de las funciones oficiales, el 8 de noviembre de 2022.

Ese día, el Palacio Real de Noruega publicó un comunicado en el que anunciaba que la princesa su decisión, consensuada con sus padres, de renunciar a sus funciones oficiales y a su papel de mecenas de distintas organizaciones. También dejaba de representar a la Casa Real.

Desde entonces no recibe una pensión oficial específica a su favor. Solo mantiene la presidencia honorífica de su propio fondo benéfico. Este financia proyectos sociales, pero no constituye una renta personal.

En el ámbito estrictamente privado sí podría recibir ayuda económica privada de sus padres, los reyes Harald y Sonia. Pero esa información, si es que alguna vez se ha producido, no ha trascendido a la luz pública.

Marta Luisa de Noruega y su marido, Durek Verret. Instagram

Un elevado tren de vida

Los ingresos de Marta Luisa proceden única y exclusivamente de su trabajo privado. Es decir: su participación en conferencias, proyectos empresariales o acuerdos comerciales, como la venta de exclusivas a conocidas revistas del corazón. Es exactamente lo que hizo en su boda con el chamán, cuando comercializó las imágenes de su 'sí, quiero' a la revista ¡HOLA!.

Todo esto, sumado a lo que suma su patrimonio, es todo lo que hay en su cada vez más escaso capital. Pero aún hay más desgracias en lo que respecta a su caudal económico.

A los discretos resultados financieros de sus empresas se suma un frente aún más delicado: Marta Luisa de Noruega habría asumido préstamos que rondan los 2.736.054 euros.

Su fastuosa ceremonia con Durek Verrett, sumado al elevado coste de vida de la pareja, -y en especial del chamán, un verdadero adicto a las marcas y complementos de lujo-, ha dejado un importante agujero financiero en sus cuentas.

Marta Luisa de Noruega y Durek Verrett, sellando su amor con un beso. EFE

Deudas e impagos

Tal y como destaca la prensa noruega, varios proveedores han denunciado facturas impagadas que alcanzarían los 85.000 euros.

La deuda más elevada, unos 68.400 euros, corresponde al equipo técnico que organizó su enlace. Estos ya ha presentado una reclamación formal.

A esta reclamación se suman las exigencias de pago de otras dos empresas, que reclaman cerca de 16.000 euros adicionales si no se regulariza la situación en breve.

La polémica ha generado tensiones y polémicas diversas en su país. Es vox populi que Marta Luisa ha tenido desacuerdos con el hotel que acogió parte de la celebración nupcial.

Por ello, a Marta Luisa le han llovido las críticas. En su país hay quien cuestiona su capacidad para manejar sus finanzas.

Si no fue bien visto que vendiera la exclusiva de su desmesurada y estrambótica boda a las cabeceras del corazón, tampoco están recibiendo buena acogida las noticias sobre sus descalabros monetarios.