El rey emérito, Juan Carlos I (87 años), ha abandonado España este domingo, 9 de noviembre, tras pasar cinco días en Sanxenxo (Pontevedra) ajeno a la polémica que ha generado la publicación de sus memorias.
Lo ha hecho en un jet privado, uno de los más lujosos. Es el modelo Bombardier Challenger 350, que ha llevado el Emérito hasta Cascais (Portugal).
En Galicia, el padre de Felipe VI (57) salió a comer con sus amigos a una de las mejores marisquerías de la zona y recibió la visita de familiares, entre ellos sus sobrinos María y Alfonso Zurita, aunque no pudo competir en la última prueba de la Liga Nacional de 6 metros.
Debido a las malas condiciones meteorológicas registradas esta semana, el buque portacontenedores 'MSC Kayla', que transporta tanto al 'Bribon' como al 'Titia' desde Estados Unidos hasta Vigo, ha sufrido un retraso y el barco con el que Juan Carlos no llegó a tiempo para competir en Galicia.
El Emérito abandonando España.
Pese a ello, el Emérito ha seguido a bordo de una embarcación auxiliar las dos regatas del Desafío Barceló.
Además, el sábado participó en un acto social en el Náutico de Sanxenxo en el que entregó al club gallego el trofeo del campeonato del mundo de la clase 6M que logró en septiembre en Estados Unidos.
En medio del revuelo que ha generado la publicación de sus memorias en la editorial francesa Stock, el exjefe de Estado evitó hablar de ese libro y, cuando fue preguntado por los periodistas, respondió: "Hace un día estupendo".
También ha dejado claro a los medios de comunicación que tiene "muchas ganas" de volver a vivir en España.
Antes de desplazarse por carretera al aeropuerto vigués de Peinador, el rey emérito entregó el trofeo a la tripulación del 'Alibaba II', quien cerró la temporada con su triunfo en el Desafío Barceló.
Juan Carlos I en las regatas.
Sus memorias
Este ha sido el octavo viaje de Juan Carlos I a España tras su exilio en Abu Dabi. Pero no ha sido uno más, ya que el traslado a Galicia ha coincidido con la publicación de sus polémicas memorias en Francia.
En Reconciliación, el Emérito ha hablado de asuntos muy personales, desde el accidente que terminó con la vida de su hermano hasta su relación con la reina Sofía (87).
La Emérita tiene especial protagonismo en su libro. "Nada podrá borrar nunca mis profundos sentimientos hacia mi esposa, Sofi, mi Reina", a pesar de "algunos deslices", reconoce el padre de Felipe VI.
La reina Sofía y Juan Carlos en 2019.
"Sigo muy unido a mi mujer, que conserva toda mi admiración y mi afecto. No hay nadie igual a ella en mi vida y así seguirá siendo, aunque nuestros caminos se hayan separado desde mi marcha de España", asegura el Emérito.
También cuenta que hizo "todo lo posible, a pesar de sus torpezas, por velar por su bienestar y comodidad". Juan Carlos asegura que la reina Sofía tendrá un lugar "bien merecido" en la historia de España, como el que ocupa en su vida: "El más alto".
El contenido de las memorias ha generado un aluvión de críticas al Emérito, ya que lejos de suponer una reconciliación de Juan Carlos I con los españoles ha abierto más el debate sobre su figura.
