Este domingo, 9 de noviembre, el rey Carlos III (76) ha presidido los actos conmemorativos del Día del Recuerdo, celebrado en Whitehall, en el centro de Londres.
Con el rostro visiblemente conmovido, el monarca ha estado acompañado de su esposa, la reina Camila (78), su hijo mayor, el príncipe Guillermo (43) y su mujer, Kate Middleton (43), así como de los duques de Edimburgo.
Las imágenes de seriedad de los miembros de la Familia Real durante el servicio religioso contrastan mucho con las que, hace apenas unas horas, han ofrecido el príncipe Harry (41) y Meghan Markle (44) en Estados Unidos. Allí, los duques de Sussex se han dejado ver el pasado sábado por la noche en un escenario completamente distinto: la fiesta del 70 cumpleaños de Kris Jenner (70), que tuvo lugar en la mansión de Jeff Bezos (61) en Beverly Hills.
La reina Camila y Kate Middleton, en la celebración del Día del Recuerdo, en Londres, el sábado 9 de noviembre.
La sobriedad de la Familia Real
En este evento anual, la estampa de la familia Windsor ha sido la habitual, y la propia, de una ocasión tan solemne. Caras circunspectas. Y una actitud rigurosa.
No es para menos. El Día del Recuerdo en el Reino Unido, también conocido como Remembrance Day o Poppy Day, es una jornada dedicada a honrar la memoria de los militares y civiles que murieron sirviendo a su país en conflictos armados, especialmente durante la Primera y la Segunda Guerra Mundial.
La jornada se conmemora habitualmente el 11 de noviembre, fecha del fin de la Primera Guerra Mundial en 1918. El acto central suele celebrarse el segundo domingo de noviembre, con ceremonias oficiales, minutos de silencio y la colocación de coronas de amapolas rojas en memoria de los caídos.
Esto explica el carácter tan sumamente formal de esta cita, en la que también ha estado presente el primer ministro británico, Keir Starmer, así como altos cargos políticos y representantes religiosos.
En este día, los asistentes han conmemorado el armisticio de la Primera Guerra Mundial y todas las demás contiendas en los que participaron fuerzas británicas y de la Commonwealth con dos minutos de silencio y una solemne ceremonia de ofrenda floral.
El guiño de Harry a su familia
Si en la capital británica los miembros del clan Windsor han hecho acto de presencia ataviados de riguroso luto y luciendo los clásicos prendedores con la amapola, al otro lado del océano Atlántico las instantáneas de Harry y Meghan han sido más bien festivas.
Meghan Markle y el príncipe Harry se encontraban entre los numerosos invitados a la fastuosa fiesta del 70 cumpleaños de Kris Jenner, matriarca del clan Kardashian, celebrada el sábado en la casa de 165 millones de dólares (aproximadamente 153 millones de euros) que tienen Jeff Bezos y su mujer, Lauren Sanchez (55) en Los Ángeles.
Casualidades de la vida, la pareja también iba vestida de negro integral para la ocasión. En su caso, al tratarse de una celebración al estilo LA, inspirada en James Bond, han optado por esmoquin y un vestido de alta costura.
La estadounidense, quien ya había celebrado sus 60 años con una fiesta inspirada en El Gran Gatsby, ha optado este año por el agente 007 este año, jugando con el número 70, según ha informado Page Six.
El hijo menor del rey Carlos III no ha perdido ocasión de codearse con la jet set y los rostros más conocidos del país norteamericano, donde tiene fijada su residencia desde marzo de 2020.
Entre los asistentes a la cita estaban: Oprah Winfrey (71), Gayle King (70), Adele (36) y su esposo Rich Paul (43), Sarah Paulson (49), Naomi Watts (56), Martha Stewart (84) y el rapero Snoop Dogg (54), entre otros.
Las fotografías de Harry y su esposa rodeados de celebrities dista mucho de la imagen que han ofrecido sus familiares este domingo. Estas reflejan los distintos modus vivendi de ambas fracciones de la familia, cada día más dividida tras el 'Megxit' y tras los escándalos sexuales del expríncipe Andrés (65 años), despojado ya de todos sus títulos y honores.
El príncipe Guillermo, en el Día de la Memoria.
Las imágenes, ya se sabe, siempre hablan por sí mismas. Basta con echar un vistazo a las fotografías de uno y otro lado del charco para comprobar cuán diferentes son las rutinas del rey Carlos y los suyos en comparación con la de su hijo pequeño.
Eso sí, hay un detalle que resulta imposible pasar por alto. En su aparición en la macrofiesta de Kris Jenner, Harry ha lucido una amapola en la solapa en honor al Día del Recuerdo.
Se trata de un guiño a su familia, y a su país, con los que aún no consigue estrechar lazos tras anunciar su decisión de dejar de ser un "miembro activo" de la realeza, el 19 de febrero de 2021.
La duquesa Sofía de Edimburgo y el duque de Kent, en el Día de la Memoria.
La amapola roja en el Día del Recuerdo simboliza la memoria, el sacrificio y la esperanza en honor a los soldados y civiles que murieron en la guerra.
Esta flor se utiliza desde 1921 debido a su aparición masiva en los campos de batalla de Flandes tras la Primera Guerra Mundial, relatada en el célebre poema In Flanders Fields.
La imagen de la amapola, que este domingo han lucido todos los miembros del clan Windsor en su aparición en Whitehall, simboliza la vida que renace tras el horror de la guerra, la sangre derramada y el compromiso de mantener vivo el recuerdo de los caídos.
La flor en la solapa de Harry ha lanzado un mensaje claro: aún tiene muy presentes a los suyos y a todo lo que acontece en su tierra natal.
Pero el escándalo mediático que azota al palacio de Buckingham tras la salida forzosa de Andrés Mountbatten-Windsor tiene ahora demasiado ocupados a Carlos III y al Príncipe de Gales. Sobre ellos recae ahora la responsabilidad de mantener a flote a la institución a la que representan, tan denostada, precisamente, tras la marcha de Harry y las constantes polémicas de Andrés.
Durante su reciente visita a Río de Janeiro, al príncipe Guillermo le preguntaron por la tormenta mediática que azota a la saga después de la decisión de su padre de despojar el título de Príncipe a su tío. "Quiero rodearme de gente que quiera generar cambios y hacer el bien en el mundo", respondía.
