Sarah Ferguson (65 años) se ha convertido en una de las protagonistas de la semana. ¿El motivo? La filtración de un mail enviado en 2011 al malogrado Jeffrey Epstein, a quien que describía como "un amigo fiel y supremo".
La repercusión de la noticia ha sido tal que numerosas ONGs a las que estaba vinculada la duquesa de York han mostrado su disconformidad con lo sucedido. Así, Ferguson ha sido retirada de sus patronatos de hasta siete instituciones benéficas británicas.
Atraviesa ahora la exmujer del príncipe Andrés (65) una grave crisis reputacional. De ahí que una de las preguntas más repetidas esta última semana haya sido si peligra su título de Duquesa. EL ESPAÑOL, en esta línea, notificaba que no es todo tan sencillo como podría parecer.
Sarah Ferguson, en los actos de Pascua, el pasado mes de abril.
Robert Fitzwilliams, experto en Casa Real británica, revelaba a este portal que, por el momento, no ve probable la retirada del título a la duquesa de York. Así, se requeriría una Ley del Parlamento.
Una situación "improbable", tal y como apuntaba el británico. "El único precedente de esto es la Titles Deprivation Act de 1917 (Ley de privación de títulos de 1917), cuando se retiraron títulos nobiliarios a cuatro lores que habían luchado para el enemigo", verbalizaba Fitzwilliams recientemente a este periódico.
Cabe puntualizar que Sarah Ferguson no es miembro directo de la Familia Real británica. Sin embargo, pese a su divorcio del príncipe Andrés a finales de la década de los 90, ha seguido manteniendo el título de duquesa de York. Renunció, eso sí, a su denominación de Alteza Real.
Sarah Ferguson y el príncipe Andrés en Ascot, año 2019.
No prevé Sarah ver retirado su distinción de Duquesa. Sin embargo, esto no ha impedido que la polémica situación haya creado una especie de cisma familiar. Una circunstancia que los distintos miembros de la Corona británica han vivido de formas dispares.
1. El silencio del rey Carlos III
El rey Carlos III en una imagen de archivo.
Desde el momento en el que la polémica salió a la luz, todos los ojos han estado puestos en el soberano británico. El monarca, cabe recordar, relegó a su hermano Andrés a un segundo plano tras ascender al trono en el año 2022. Así, la presencia del duque de York en actos de la Familia Real se ha visto disminuida.
No obstante, Andrés, así como Sarah Ferguson, se ha dejado ver en distintos funerales o misas de Pascua durante este tiempo. De hecho, ambos acudieron unas semanas atrás al último adiós de la duquesa de Kent. Una situación que desató numerosas críticas. Días más tarde, salió a la luz la noticia del desafortunado mail a Jeffrey Epstein por parte de Ferguson, poniendo en absoluto jaque a la Casa York.
Una serie de infortunios que han llevado a numerosos ciudadanos británicos a exigir una respuesta firme por parte del rey Carlos III. Sin embargo, no ha hecho declaración pública alguna respecto al caso. De hecho, de acuerdo a la información que maneja el Daily Mail, el soberano no quiere repudiar a los todavía duques de York.
El príncipe Andrés, con el príncipe Harry, en una imagen de archivo.
"Andrés y Sarah Ferguson siempre han sido leales a él y a la Corona. Ellos nunca han criticado a la monarquía ni en público, ni en privado y nunca se han planeado conceder entrevistas negativas, algo que sí han hecho el príncipe Harry y Meghan Markle", ha asegurado una fuente real al portal británico.
2. La firme postura del príncipe Guillermo
El príncipe Guillermo, en las carreras de Ascot.
El heredero al trono británico, sin embargo, ha seguido un camino más que distinto al de su padre. El príncipe Guillermo (43), en esta línea, se ha mostrado completamente en contra de que sus tíos sigan vinculados a la Corona británica.
"Son un par de oportunistas", ha relatado el personal de Palacio que ha contactado el Daily Mail. "Guillermo cree que su tío Andrés y Fergie son una vergüenza y presionará a su padre para que tome medidas", ha aseverado la fuente.
Las dispares opiniones del rey Carlos III y su primogénito han dado paso a un sinfín de conjeturas en la prensa internacional. Tabloides como The Telegraph aseveran que el príncipe Guillermo tiene "el foco puesto en el futuro de la Familia Real británica".
3. Eugenia y Beatriz de York, las grandes damnificadas
Las princesas Beatriz y Eugenia, junto a Andrés de York en la boda de Harry y Meghan Markle.
Si bien son el rey Carlos III y el futuro soberano del país quienes representan la mera institución de la Corona, lo cierto es que son Eugenia (35) y Beatriz (37), las dos hijas de Andrés y Sarah Ferguson, quienes encaran ahora un delicado trance.
La dupla de hermanas ha copado indirectamente el foco tras la reciente polémica de su madre y los continuos conflictos de su padre. Así, podría aseverarse que Eugenia y Beatriz de York son las grandes damnificadas de toda esta historia.
Por el momento, no se han tomado represalias contra las Princesas. De hecho, no se prevé que así sea. No obstante, expertos en realeza han asegurado que el futuro de ambas es "más que incierto".
La princesa Beatriz de York y su madre, Sarah Ferguson, en Ascot.
Cabe puntualizar que ni Beatriz ni Eugenia son miembros activos de la realeza. La primogénita de los duques de York, en esta línea, ha trabajado para diversas multinacionales. Ahora, ocupa el puesto de vicepresidente de Afiniti, una empresa con sede en Washington, especializada en inteligencia artificial aplicada a la atención al cliente.
La menor de las hermanas, por su parte, se ha posicionado como un rostro habitual de diversas iniciativas filantrópicos. En lo personal, mantiene una sólida historia de amor con el empresario Jack Brooksbank (39).
