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El pasado viernes, 27 de junio, Marius Borg Høiby (28 años) fue imputado por 23 delitos. Entre ellos, un caso de violación, dos de violación sin coito y cuatro de comportamiento sexual ofensivo. Además, se le acusa de amenazas, vandalismo, abusos y delitos de tráfico, tal y como informó la Policía local en una rueda de prensa.

Una polémica que no deja de afectar a la Familia Real de Noruega, pues el joven es hijo de la princesa Mette-Marit (51), fruto de una relación anterior a su matrimonio con el príncipe Haakon (51). Aunque Marius no es miembro oficial de la institución, es el hijastro del futuro Rey y hasta hace un tiempo gozaba de las mismas ventajas que sus hermanos: pasaporte diplomático, protección, residencia oficial...

Conscientes de que es una de las mayores crisis de su historia, la Familia Real no tardó en pronunciarse tras conocerse que Marius Borg había sido imputado por 23 delitos. Eso sí, manteniéndose al margen del caso y dejando el asunto en manos de la justicia.

Marius Borg Høiby en una imagen de archivo. Gtres

"El caso está siguiendo el sistema legal y los procedimientos normales. No tenemos nada que añadir", expresaron en un breve texto enviado por Sara Svanemyr, jefa de prensa de la Corona. De esta manera, siguen la misma postura que han mantenido a lo largo de estos últimos meses, desde que estalló la primera polémica en torno a Marius Borg.

Así, es poco probable que se pronuncien al respecto en la que será su primera aparición pública después de que imputaran al joven de 23 delitos. Tendrá lugar justo una semana después de que trascendiera la información.

Tal y como consta en la agenda, la Familia Real noruega reaparecerá al completo el próximo viernes, 4 de julio, a las 10:30 horas. Los reyes Harald (88) y Sonia (87) participarán en la conmemoración del 200 aniversario de la emigración a América en Stavanger, ciudad ubicada al sudoeste de Noruega.

Junto a los monarcas estará el príncipe heredero, Haakon de Noruega, acompañado por su mujer, Mette-Marit, y sus dos hijos en común, la princesa Ingrid Alexandra (21) y el príncipe Sverre Magnus (19).

Marius Borg junto a Mette-Marit y Haakon de Noruega en una imagen de archivo. Gtres

Aunque los herederos se ha mantenido herméticos respecto al caso de Marius, cabe puntualizar que Mette-Marit sí ha reconocido públicamente que el año pasado fue "muy duro" y que la familia recibió "ayuda profesional" del sistema sanitario. Ha sido el único comentario, con total discreción, que ha emitido la Princesa sobre las polémicas de su primogénito.

Haakon, por su parte, ha sido más rotundo, admitiendo la "gravedad" de las imputaciones. Eso sí, en la misma línea del último comunicado de Casa Real, siempre confiando en la justicia. "Hay que permitir que la Policía y el sistema judicial se encarguen de esto. Confío en que harán un buen trabajo", ha comentado en alguna ocasión.

Durante el proceso, ningún miembro de la Casa Real noruega ha sido llamado a declarar. No obstante, el abogado defensor de una de las víctimas pidió que Mette-Marit fuese interrogada. Una solicitud que quedó desestimada al considerar que no existía tal necesidad.

La imputación

"Ha sido una amplia investigación que ha incluido análisis de mucho material digital y han sido interrogados muchos testigos", explicó Andreas Kruszewski, abogado de la Policía, el pasado viernes, 27 de junio, en una rueda de prensa. Entonces, el letrado envió el caso a la Fiscalía del Estado para decidir sobre una posible acusación formal.

Haakon y Mette-Marit celebran el Día Nacional de Noruega con sus dos hijos en común. Casa Real Noruega

Los hechos se remontan a agosto de 2024, cuando el hijastro de Haakon de Noruega fue detenido por primera vez tras un incidente en el piso de su entonces pareja. Tiempo más tarde, reconoció tener problemas con el alcohol y otras drogas, además de padecer problemas psíquicos.

En septiembre, el primogénito de Mette-Marit fue detenido por segunda vez. En aquel momento fue acusado de violar una orden de alejamiento interpuesta por una de las víctimas que lo tenía denunciado. El arresto se produjo fuera de los terrenos reales, concretamente en una zona de cabañas en el condado de Innlandet, al norte de Oslo.

Marius Borg terminó siendo detenido una tercera vez el 18 de noviembre por mantener relaciones sexuales con "alguien que está inconsciente o que por otros motivos no puede oponerse al acto". Salió finalmente de la cárcel el pasado 27 de noviembre. Unas semanas después, el hijo de Mette-Marit ingresó en un centro de rehabilitación de Londres, del que acabó escapándose al no estar conforme con lo allí establecido.

A pesar de la concesión de libertad a Marius Borg, la Policía local continuó recabando información, pues el joven seguía estando acusado de dos cargos de relaciones íntimas sin consentimiento -y se investigó si había una tercera-. Entonces tenía seis víctimas (cinco mujeres y un hombre).