El rey Juan Carlos (87 años) ha reaparecido públicamente. Tres días después de presentar una demanda por delitos contra el honor en un tribunal suizo contra su antigua pareja, la empresaria alemana Corinna Larsen (61), y contra Dante Canonica, el abogado suizo que colaboró con ambos en la gestión de una fundación panameña relacionada con fondos de origen saudí, se ha dejado ver en un torneo de Fórmula 1.
El padre de Felipe VI (57), gran aficionado a las carreras de automovilismo, se ha trasladado hasta Baréin. Este país, a poco más de una hora de vuelo de Abu Dabi, donde tiene fijada su residencia desde agosto de 2020, ha acogido este fin de semana el Gran Premio de Baréin de Fórmula 1, disputado entre el viernes 11 y el domingo 13 de abril.
Ataviado con traje de chaqueta, aunque sin corbata, y haciendo mano de su inseparable bastón, el que fuera Jefe de Estado ha visitado el circuito internacional de Sakhir. Allí se le ha visto saludando a varios pilotos españoles: Fernando Alonso (43), Carlos Sainz (63) y Carlos Sainz Jr. (30). Este último pilota un Williams Racing, mientras que el asturiano conduce un Aston Martin.
Carlos Sainz Jr., en el circuito de Baréin, que ha contado con la asistencia del rey Juan Carlos.
A Juan Carlos también se le ha visto a bordo de un carrito motorizado, en el que ocupaba el asiento derecho, junto al del conductor. Sonriente y relajado, ha charlado durante varios minutos con Carlos Sainz padre e hijo, así como al piloto asturiano. En actitud cercana y cariñosa, el Rey les ha mostrado su apoyo y les ha dado ánimo para la carrera.
El padre de Felipe VI se trasladó el pasado sábado, 12 de abril, a las instalaciones donde se disputaron las pruebas de calificación, tras los entrenamientos libres del día anterior. La carrera, por su parte, tendrá lugar en la tarde del domingo a partir de las cinco de la tarde (hora española).
No es la primera vez que Juan Carlos presencia esta prueba deportiva. Ya en 2024 se trasladó desde su residencia de Abu Dabi, en Emiratos Árabes Unidos, hasta Baréin para ver la prueba automovilística y arropar a los pilotos españoles. En aquella ocasión lo acompañó uno de sus nietos, Froilán (26), hijo mayor de la infanta Elena (61) y Jaime de Marichalar (62). Allí se reunieron con el rey Hamad bin Isa Al Khalifa (75), quien los recibió, al igual que al resto de invitados VIP, en el Gran Premio de Baréin, celebrado en Manama, la capital del país.
El rey Juan Carlos y su nieto Froilán en el Gran Premio de Baréin de Fórmula 1 de Baréin.
Su estancia en el país árabe se produce ante el tsunami informativo que han generado sus demandas a Corinna Larsen y al expresidente de Cantabria, Miguel Ángel Revilla (82), por haber atentado ambos contra su "honor".
La querella contra Larsen se ha presentado en Suiza, país en el que el rey emérito depositó 65 millones de euros procedentes de una transferencia del Ministerio de Finanzas de Arabia Saudí en 2008. La donación, realizada a través de la Fundación Lucum, fue objeto de investigación por sospecharse un presunto blanqueo de capitales, pero finalmente la causa fue archivada.
Por su parte, la demanda de Revilla fue presentada por la abogada Guadalupe Sánchez, en España. La letrada, a través del despacho Novalex, anunció que se habían iniciado "acciones judiciales" por las "declaraciones realizadas públicamente" por el político en distintos medios de comunicación, "entre los meses de mayo del año 2022 y enero del año 2025, en las que calumnió gravemente a mi representado y se refirió a él empleando expresiones injuriosas, difamantes y oprobiosas que lesionan su derecho fundamental al honor (art. 18.1 de la Constitución Española)".
Antes de esta visita a Baréin, la última aparición de Juan Carlos tuvo lugar hace una semana, cuando se dejó ver en la celebración de la Copa Mundial de Dubái junto al príncipe Abdullah bin Saad, en la ciudad de Emiratos Árabes Unidos.