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El príncipe Harry (40 años) ha manifestado su descontento a la prensa británica. En declaraciones al diario The Telegraph, ha asegurado sentirse "agotado" y "abrumado" tras años pidiendo que se le restituya la protección con la que contaba antes de su salida del Reino Unido. Y es que tras renunciar a sus obligaciones perdió la custodia oficial que gozaba cuando aún "miembro activo" de la realeza.

Desde el polémico Megxit, el duque de Sussex ha estado reclamando lo que considera un derecho: que se le brinden medidas de seguridad para él, su mujer, Meghan Markle (43), y los dos hijos que tienen en común. “La gente se sorprendería por lo que se está ocultando”, advirtió. Y agregó que sus “peores temores se han confirmado con toda la divulgación legal en este caso y eso es realmente triste”.

El Príncipe ha hablado claro. Cree que le retiraron la protección policial en un intento fallido de evitar que él y Meghan abandonaran Gran Bretaña para comenzar una nueva vida en Estados Unidos. Está convencido de que se decidió la eliminación de sus medidas de seguridad como un medio para obligarlos a regresar al país, haciendo que las visitas a su tierra natal sean más difíciles y potencialmente inseguras.

El príncipe Harry, a su llegada al Tribunal de Apelaciones de Londres, el pasado 9 de abril. GTRES

En la actualidad, tanto el rey Carlos III como su mujer, la reina Camila (77), y los Príncipes de Gales y sus tres hijos, reciben protección las 24 horas del día, financiada por los contribuyentes. Para Harry, esta es una situación injusta. En su caso, cada vez que él o su familia viajan al Reino Unido debe notificarlo con 30 días de antelación.

Se trata de un proceso “a medida” especialmente creado para el duque y su familia, y que supone un verdadero engorro a la hora de planificar sus viajes. Porque cada visita se evalúa de manera individual, según sus méritos y características, antes de tomar una decisión sobre si otorgar o no protección. De hecho, se tienen en cuenta las razones que motivan su asistencia a determinados eventos, algo que él considera “claramente irrelevante” para su seguridad.

Harry cree que su padre podría intervenir en el asunto. Su secretario privado, Clive Alderton, es miembro de Ravec, el Comité Ejecutivo para la protección de figuras de la realeza y públicas del Reino Unido. Y aunque fuentes del Palacio de Buckingham han refutado la idea de que el monarca pudiera involucrarse en el proceso judicial, el royal está convencido de que el soberano podría tomar cartas en el asunto.

El príncipe Harry ha lanzado declaraciones sobre su proceso judicial a la prensa británica. GTRES

Estos últimos días están siendo un auténtico carrusel de emociones para el príncipe Harry. Esta semana le hemos visto asistir a dos importantes citas. Ambas han estado impregnadas de una gran carga sentimental. Y han tenido un denominador común: su familia y, de manera especial, la figura de su padre, el rey Carlos III (76), quien cree que podría ayudarlo en su lucha en los tribunales.

La primera de ellas tuvo lugar el pasado 8 de abril, en el Tribunal de Apelaciones, en Londres. La audiencia, de carácter privado, duró dos días, en los que Harry admitió haber sufrido un enorme desgaste tras varios años exponiendo su deseo de recuperar mayor protección del gobierno de su país. Sugirió que le resultaría difícil perdonar el trato recibido.

En declaraciones al citado medio, describió el momento en que le comunicaron la decisión como "difícil de digerir", habiendo insinuado previamente que estaba en el centro de la ruptura con su padre. "Estábamos tratando de crear un hogar feliz", dijo al salir de los tribunales.