En los años 50 y 60 era impensable que un heredero a la Corona contrajera matrimonio con una plebeya. Sin embargo, el actual rey Harald de Noruega (87 años) se impuso hasta conseguirlo. En 1968, el monarca contrajo matrimonio con Sonia Haraldsen (87), hija de un empresario de moda masculina. Una historia de amor de película que rompió con las reglas de la Corona y que vuelve a la actualidad con una serie de Prime Video.
Fue el pasado viernes, 14 de febrero, cuando salieron a la luz los primeros dos capítulos de este proyecto, titulado Harald and Sonja y traducido como La Plebeya en español. La serie plasma la historia de amor de los actuales soberanos nórdicos, quienes contra todo pronóstico están a punto de cumplir 57 años casados.
Harald y Sonia rompieron las reglas. Aunque el rey Olaf V, padre del soberano, y la sociedad escandinava se pusieron en contra, el actual monarca fue rotundo. Si no le permitían casarse con la mujer que amaba, se negaba a dar el 'sí, quiero' a cualquier otra, poniendo en peligro la línea de sucesión.
Los reyes de Noruega, durante un acto en Eslovenia en 2011.
Esa misma actitud, firme, luchadora y avanzada a sus tiempos, la han heredado sus hijos. Tanto Haakon (51) como Marta Luisa de Noruega (53) han antepuesto el amor frente a las normas de la Corona, repitiendo un patrón que, de primera mano, podría considerarse antiroyal.
El heredero al trono noruego, como su padre, se casó con una plebeya. Pero Mette-Marit (51), además, era madre soltera de una relación anterior. Concretamente de Marius Borg (28), que en los últimos meses ha protagonizado portadas en todo el mundo tras ser acusado de presuntas violaciones, maltratos y abusos.
Para los Reyes nórdicos no fue tan alarmante su condición de plebeya, debido al pasado de la reina Sonia. Lo que les inquietaba eran las polémicas que rodeaban a Mette-Marit.
Antes de conocer al príncipe Haakon mantuvo una relación con el empresario Morten Borg, padre de Marius y quien estuvo en la cárcel en 1991 por traficar cocaína. Sobre la actual Princesa también trascendió su participación en un reality show para buscar pareja, aún estando embarazada y poco antes de iniciar su romance con el heredero.
Haakon y Mette-Marit de Noruega en la coronación de Carlos III.
Haakon y Mette-Marit se conocieron en un festival de rock. Su relación se hizo pública en 1999 y en abril del año 2000 comenzaron a convivir. Se mudaron a una casa propia en el centro de Oslo y junto al hijo de ella, Marius Borg. En las navidades de ese mismo año, Harald de Noruega confirmó su compromiso matrimonial. Una vez más, pese al rechazo inicial de la Casa Real y las críticas de los medios, en la Corona escandinava volvía a triunfar el amor. El propio obispo que ofició la boda puso el foco en ello durante el sermón.
"No habéis elegido el camino más fácil, pero el amor ha triunfado", pronunció Gunnar Stalsett en una ceremonia con guiños a una monarquía moderna. Durante el banquete fue el rey Harald quien dedicó unas emotivas palabras a los entonces recién casados y con mensajes dirigidos a su nuera: "No eres una mujer ordinaria, eres una mujer excepcional, eres fuerte, valiente y hoy has hecho una elección excepcional porque estás excepcionalmente enamorada de Haakon [...] La Reina y yo estamos muy orgullosos de ti y tenemos un gran respeto por lo que significas".
La historia de una relación aparentemente imposible dentro de la Casa Real nórdica se repitió el pasado verano. Marta Luisa de Noruega, la hija mayor de los reyes Harald y Sonia, contrajo matrimonio con el chamán Durek Verrett (50).
La sociedad tampoco ha visto con buenos ojos su historia. "En Noruega, nuestro noviazgo es muy polémico. Yo debería estar con un consejero delegado, con un lord o alguien así, de alto nivel. Estar con un chamán es algo extremadamente fuera de lo normal. Es una locura", aseguró la propia Marta Luisa en una entrevista en televisión poco antes de darse el 'sí, quiero'.