Emmanuel Léopold Guillaume François Marie, o simplemente conocido como Emmanuel de Bélgica, está de celebración. Este 4 de octubre acaba de cumplir 18 años, llegando por fin a la mayoría de edad que tantos jóvenes ansían. Él es el hijo de los reyes Félipe de Bélgica (63) y Matilde (50), y el tercero en la línea de sucesión al trono detrás de sus hermanos mayores, Elizabeth (21), princesa heredera, y Gabriel (20), y por delante de la pequeña Eléonore (15).

Emmanuel pertenece a la generación de la princesa de Asturias, Leonor (17), y sólo es veintisiete días mayor que ella. Este mismo año, otros royals también han pasado o pasarán a formar parte de la vida adulta como el príncipe Hashem, hijo de Rania de Jordania (53) y el rey Abdalá II (61); el príncipe Christian, heredero de la Corona de Dinamarca; Leah Isadora Behn, segunda hija de la princesa Marta Luisa de Noruega y su exmarido, el difunto Ari Behn; y Alexia de Holanda.

Este miércoles es el turno del belga. El príncipe nació en Anderlecht, uno de los municipios de la capital, Bruselas. Pesó casi cuatro kilos y medía 50 centímetros. Cada uno de sus cinco nombres tiene un motivo detrás: Emmanuel para continuar con la tradición de poner el (Elizabeth, Gabriel, Emmanuel, Eléonore), Leopoldo por su bisabuelo Leopoldo III de Bélgica, Guillermo por su padrino, el Gran Duque Heredero Guillermo de Luxemburgo, Francisco por nacer el día de San Francisco de Asís, y María por la Virgen María.

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Desde aquel 4 de octubre de 2005 poco se conoce de su vida, de sus gustos, sus aficiones, sus inquietudes. Él siempre ha sido el hermano más misterioso de todos, y el más discreto. Ahora que ya alcanza la mayoría de edad, son muchas las incógnitas que rodean a Emmanuel. 

La dislexia

No fue hasta 2012 cuando aquel joven de todavía siete años descubrió que sufría dislexia, el trastorno del aprendizaje que afecta a la lectura y a la escritura. La Casa Real envió una nota de prensa a la agencia Belga con el intento de que la noticia no significase un escándalo o se formase un revuelo innecesario. Su hijo dejaría de ir al colegio Sint-Jan Berchmans, donde estaban sus hermanos, para educarse en la escuela Eureka en Kessel-Lo, un colegio destinado a niños de siete a 14 años que padecen dificultades estructurales de aprendizaje, como la dislexia de Emmanuel.

El centro al que iría el Príncipe trataría de enfatizar ciertas habilidades para permitir su reintegración a la educación tradicional después de uno o dos años, para que desarrollase sus talentos y para convertirse en una persona segura de sí misma. Allí pudo centrarse en sus habilidades y superar sus problemas con la dislexia.

Emmanuel de Bélgica, en mayo de 2023. Gtres

Desde 2020, y aparentemente dejando atrás sus problemas con la dislexia, el royal cambió de educación y empezó a cursar un bachillerato internacional en inglés y en su país natal en la Escuela Internacional de Bruselas. Así, el Príncipe habla tres idiomas: francés, holandés e inglés, y pasa la mayor parte de su tiempo libre en su casa junto a sus padres y sus hermanos en el Castillo Real de Laeken, a las afueras de Bruselas.

Sus pasiones

Algunas de las grandes pasiones de Emmanuel son la naturaleza y los deportes como el esquí, el tenis, windsurf y el atletismo. Aunque, sin duda, su mayor interés desde bien pequeño ha sido la música. Él es un amante de los instrumentos de viento, y prueba de ello es que posee unas dotes innegables de saxofonista. 

Fue ese mismo 2020 cuando la Familia Real belga compartía unas conmovedoras imágenes del Príncipe tocando el saxofón en el anual concierto navideño de música clásica que también sirve como posado y felicitación de Año Nuevo. Mientras Leonor tocaba una pieza con el violín, Emmanuel hacía lo mismo con su instrumento favorito.

Emmanuel de Bélgica con el saxofón. Gtres

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Otra de las atribuciones del Príncipe también es la solidaridad. Regularmente se ofrece como voluntario para ayudar a los más vulnerables. Durante la pandemia del Covid-19, el niño rubio de ojos azules mantuvo varias conversaciones telefónicas con personas de la tercera edad aisladas en residencias para apoyarlas y animarlas. También ha estado involucrado en movimientos juveniles durante varios años y en carreras solidarias contra la pobreza.

En diciembre de 2022, su hermana Elizabeth y él participaron en el maratón solidario Warmathon, creado para apoyar a las personas en riesgo de precariedad. La Casa Real compartió distintas imágenes de los dos, quienes recorrieron más de 10 kilómetros en 49 minutos. El 26 de mayo, él y la Reina también corrieron los 20 kilómetros de Bruselas, reforzando su amor por el deporte.