Este pasado domingo 16 de abril, Mónaco celebró la final del torneo de tenis Master 1000 de Montecarlo con la presencia de la Familia Real al completo. Tras su viaje a Florencia, Alberto (65 años) y Charlène (45) retomaron su agenda local y acudieron al Monte Carlo Country Club junto a sus hijos, Jacques (8) y Gabriella (8). Precisamente los mellizos, al margen de la seriedad de su madre, fueron los que acapararon todas las miradas. 

Los pequeños llegaron a la final de tenis muy divertidos y cómplices con sus primos maternos. Como es habitual, impresionaron por sus estilismos y elegancia. Y es que, con solo ocho años, ambos cuentan con un armario de lujo que nada tiene que envidiarle al closet de su madre, su tía Carolina (66) o su prima Carlota Casiraghi (36).

Jacques y Gabriella llevan en sus genes el gusto por el buen vestir y en esta ocasión volvieron a demostrarlo. Él lucía un look formal, de pantalón, camisa y americana que completaba con unas gafas de sol RayBan. Ella también llevaba gafas de sol de la misma firma y un delicado vestido azul marino de punto piqué y cuello de pétalos. Lo combinaba con unas merceditas a tono y recogía su cabello en una trenza. 

[El lujoso armario de Jacques y Gabriella de Mónaco: Dior, abrigos de 2.000 euros y colección de gafas Ray-Ban]

Los mellizos Jacques y Gabriella de Mónaco en la final del torneo de tenis. Gtres

Detrás de los pequeños llegaba Charlène, vestida con un traje blanco inmaculado, gafas de sol oscuras y un intenso rojo en los labios. Entraba con el rostro serio y una actitud fría y reservada que mantuvo durante el juego. 

En el palco se pudo ver al príncipe Alberto intercambiando palabras y sonrisas con sus hijos, quienes atendían a las explicaciones mientras disfrutaban del torneo. La actitud fue difrente con Charlène, quien primero estuvo al pendiente de los mellizos y después de un tiempo se sentó al lado de su marido.

El heredero mostró más cercanía e intentó charlar con su mujer. Ella escuchaba atenta, pero a juzgar por las imágenes, apenas respondía. En ocasiones, el hijo de Grace Kelly le sonreía y la exnadadora, dependiendo del momento, le respondía de manera forzada con el mismo gesto. 

La princesa Charlène con una sonrisa forzada hacia su marido, Alberto de Mónaco. Gtres

Era la primera vez que se les veía en público tras su intenso viaje a Florencia, al que pusieron fin el pasado 12 de abril. Semanas antes, Alberto y Charlène de Mónaco volvían a estar en el foco mediático después de que la prensa se hiciera eco, una vez más, de una supuesta crisis en su matrimonio. Aunque el Palacio lo desmentía a través de un portavoz, los rumores aumentaban tras la ausencia de la Princesa en el Baile de la Rosa. 

Los mellizos Jacques y Gabriella, por su parte, no se mostraban en un acto público desde finales de enero, cuando asistieron junto a sus padres a la ceremonia de Santa Devota.