Isabel II adoraba conducir. Aunque tenía chófer, cada vez que podía, la Reina se ponía frente al volante. Era amante de la velocidad y contaba con una amplia colección de vehículos de las marcas más prestigiosas de la industria automotora. Todos, menos uno, siguen perteneciendo a la Familia Real. El Jaguar X-Type Estate con el que la monarca recorría Windsor, acaba de ser vendido en una subasta

Con poco más de 116.700 kilómetros, el coche de Isabel II, se ofreció a través de Historic Auctioneers, un servicio de compraventa de coches históricos, clásicos, deportivos y antiguos. El comprador, tal y como especifica la web de la compañía, desembolsó por él 43.000 libras (49.747 euros). La venta se concretó el pasado 26 de noviembre. 

Aunque era habitual verla sobre un Range Rover, marca de confianza de la Familia Real, muchas veces la reina Isabel II se desplazó en este Jaguar X-Type Estate, que data de 2009 y tiene un característico color verde denominado Esmerald Fire. Hasta ahora, el único nombre que figuraba en el historial de propietarios era el de Su Majestad Isabel II. 

La reina Isabel II en su Jaguar de 2009. Gtres

Cuando no estaba disponible el Land Rover Defender, su favorito, la fallecida soberana apostada por el Jaguar X-Type Estate para recorrer Windsor y sus alrededores. El coche es de transmisión automática, cuenta con ventanas eléctricas y cuero de Barley en su interior. Tiene un motor V6 de tres litros y es de gasolina. Además, por tratarse de un 'coche real', incluye otras comodidades y lujos como el techo corredizo y sistema de climatización.  

Aunque para la marca no fue de sus modelos más exitosos, el X-Type Estate se convirtió en uno de sus vehículos más deseables por ser uno de los predilectos de la reina Isabel II.

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Normalmente, según informan los medios británicos, este coche se habría subastado por alrededor de 5.000 libras (5.785 euros). Sin embargo, su historia y procedencia aumentaron la cifra exponencialmente. En concreto, el vehículo se vendió por 38.000 libras (43.966 euros). Pero las tarifas adicionales elevaron el precio hasta alcanzar 43.400 libras (50.214 euros). 

En algunas ocasiones, la reina Isabel II viajaba en este coche como copiloto. En otras, como conductora, acompañada de un miembro del equipo de seguridad que sentaba a su lado. 

Detalles del Jaguar de Isabel II. Historic Auctioneers

La soberana era la única persona del Reino Unido que podía conducir sin carné. De hecho, no tenía. Aunque llevar un coche sin este permiso ese considera un delito contra la seguridad vial, Isabel II podía hacerlo sin ningún inconveniente. Su Majestad no podía ser detenida ni mucho menos multada por cometer una infracción. Gozaba de total inmunidad. 

Isabel II no tuvo la necesidad ni la obligación de superar un examen de conducir porque todos los permisos se emitían en su nombre. Una exención que ahora adoptará su hijo, Carlos III (73). Aunque el Rey ya había obtenido el carné, ya no tendrá la obligación de someterse a un examen para renovarlo. 

Formación como conductora

Antes de ser Reina, Isabel II se formó como conductora y como mecánica. Tenía 18 años y servía en el Servicio Territorial Auxiliar de mujeres de la Segunda Guerra Mundial. 

A lo largo de la historia, se ha podido conocer que Isabel II condujo todo tipo de vehículos. Incluso, camiones y ambulancias. En aquella época tan convulsa para la humanidad, la soberana llevaba a cabo labores de mantenimiento, reparando pequeñas averías y cambiando neumáticos.