Por primera vez en 70 años, Reino Unido no tiene una reina, sino una reina consorte. Así está estipulado en los estamentos patrios. Si hay reina, su marido obtendrá el título de príncipe -sucedió con Felipe de Edimburgo por su matrimonio con Isabel II-, pero si quien reina es un hombre, como Carlos III (73 años), su pareja es reina consorte.
Camila Parker-Bowles (75 años), que no entró con demasiado buen pie en el palacio de Buckingham por haber sido históricamente la amante del príncipe Carlos, antes y durante su matrimonio con Diana de Gales, se ha convertido este sábado, día 10 de septiembre, en la reina consorte de todos los británicos.
Así expresó su deseo el pasado mes de febrero la reina Isabel II en algunos de los actos con motivo de su Jubileo de Platino. "Cuando, en la plenitud de los tiempos, mi hijo Carlos se convierta en rey, sé que le darán a él y a su esposa Camilla el mismo apoyo que me han dado a mí; y es mi sincero deseo que, llegado ese momento, Camilla sea conocida como reina consorte, mientras continúa con su propio servicio leal", rubricó la soberana.
La mirada cómplice de la reina consorte a su esposo, que acaba de perder a su madre.
En la mañana de este sábado, Carlos III ha sido proclamado rey en el Palacio de St. James, la que fuera la primera residencia oficial de la Familia Real británica antes de Buckingham, y en su primer discurso, como era de esperar ha hablado de la figura de Camilla.
"Al asumir estas responsabilidades, me esforzaré por seguir el ejemplo inspirador que se me ha dado, al defender el gobierno constitucional y buscar la paz, la armonía y la prosperidad de los pueblos de estas islas y de los reinos y territorios de la Commonwealth en todo el mundo [...] con el apoyo constante de mi querida esposa", expresaba. Posteriormente, se sentaba a firmar un documento que certifica que ha realizado el juramento, en presencia de la reina consorte y el príncipe de Gales, su primogénito, el heredero Guillermo (40).
Con gran tristeza por el fallecimiento de la Reina y perenne gesto de solemnidad, vestida de riguroso luto, Camilla Parker-Bowles ha escuchado con respeto y amor las palabras de su marido, hoy ya rey.
Su difícil llegada
Hija del comandante Bruce Shand, un oficial del Ejército británico y miembro de la llamada pequeña nobleza, que trabajó como comerciante de vino y de Rosalind Cubith, hija mayor del III Barón Ashcombe, Camilla conoció a Carlos, quien sería el indiscutible amor de su vida, con 23 años, en un partido de polo.
Sus caminos sentimentales se separaron, pero el contacto entre ellos jamás. Ironías de la vida, se cree que Carlos de Inglaterra no terminaba de ver en ella a su futura consorte, y Camilla pasó página casándose con Andrew Henry Parker-Bowles.
Camila, la reina consorte, firmando el acta de proclamación de rey de su marido, Carlos III.
Ese matrimonio puso fin a la conexión especial entre ellos, también por la aparición de la figura de Diana Spencer. Con su primer marido tuvo dos hijos, Thomas Henry Charles Parker-Bowles (46), ahijado del príncipe Carlos, y Laura Rose Lopes Parker-Bowles (43).
Durante demasiado tiempo Camilla fue la mala del cuento, la otra, la "tercera" -como apuntó Lady Di en su entrevista más polémica- en el matrimonio real entre Carlos y Diana. Con la muerte de la princesa en el accidente de tráfico de París, Parker-Bowles optó por la discreción y llegó lo que parece que Carlos deseaba desde aquel día que se conocieron en el polo: pedirle matrimonio.
Carlos III es proclamado rey de Inglaterra con el apoyo de su esposa y su hijo
En 2005 se juraron amor eterno y de eso hace ya 17 años. Desde entonces, Camilla ha permanecido a su lado, agradando a la reina, ganándose, con el trabajo diario, la simpatía y el cariño de los hijos de su esposo y el amor de un pueblo del que hoy es reina consorte.