Iñaki Urdangarin (52 años) podría acabar el verano con muy buenas noticias. La Junta de Tratamiento de la cárcel de Brieva, Ávila, ha pedido que el marido de la infanta Cristina (55), condenado por el caso Nóos, sea clasificado en tercer grado o régimen abierto. Con este primer paso, el exjugador de balonmano está mucho más cerca de su ansiada libertad, lo que se traduciría en poder visitar a su familia con asiduidad y trabajar de forma regular.

Sin embargo, aún queda la respuesta de una de las partes más importantes. Será la Secretaría General de Instituciones Penitenciarias quien dé su voto final, pero todavía tiene dos meses para estudiar la propuesta de la cárcel, que contó con cuatro votos a favor del tercer grado y otros tres de aplicar al interno el artículo 100.2 del reglamento penitenciario. Este artículo es el que permite a los recluso salir al exterior a trabajar sin necesidad de que se le progrese al tercer grado.

Iñaki Urdangarin está a la espera de la decisión final para respirar la libertad. Gtres

Como a cualquier preso, al cuñado del rey Felipe VI (52) se le revisa cada seis meses su clasificación. Desde su ingreso en la cárcel, Urdangarin permanece en segundo grado (el ordinario) aunque puede salir a hacer voluntariado tres días en semana al Hogar Don Orione de Pozuelo de Alarcón.

Pero estos meses Iñaki se ha visto afectado por la crisis generada por el coronavirus y se le impidió salir de la cárcel los fines de semana como estaba previsto gracias al nuevo permiso penitenciario que había obtenido en el marco del segundo grado. Este obstáculo no solo impidió que el yerno de Juan Carlos I (82) disfrutara de varios días de libertad sino que además le impedía celebrar el cumpleaños de su mujer en familia.

La hija del rey emérito esperaba poder festejar sus 55 años con su marido y sus hijos, pues Urdangarin cuenta desde noviembre de 2019 con el derecho a gozar de permisos penitenciarios, al haber cumplido una cuarta parte de su condena. Sin embargo, la crisis sanitaria ha truncado todos sus planes de las últimas semanas.

Esto hacía que Cristina de Borbón viviera por segundo año consecutivo un aniversario muy amargo y muy lejos del hombre al que juró amor eterno.

Últimas fotografías de Urdangarin con su mujer por las calles de Vitoria. Gtres

Además, todo empeoró en lo que respecta al futuro de Urdangarin ya que el pasado mes de abril la Audiencia de Palma revocó un auto del Juzgado de Vigilancia Penitenciaria número 1 de Valladolid referente a Urdangarin y ha dejado sin efecto la autorización de las salidas de prisión dos fines de semana al mes a un domicilio fijado por el interno.

Instituciones Penitenciarias tendrá que tener en cuenta este auto para tomar su decisión sobre el tercer grado del ex duque de Palma, aunque valorará también los argumentos de los cuatro miembros de la Junta de Tratamiento de Brieva que votaron por el régimen abierto. Aunque tiene un plazo de dos meses, es muy probable que este organismo no lo agote y tome un decisión antes.

Dos años en la sombra

Urdangarin ingresó en prisión el 18 de junio de 2018 para cumplir una condena de cinco años y diez meses de cárcel para cumplir la condena que le fue impuesta por el Tribunal Supremo por malversación, prevaricación, fraude a la administración, dos delitos fiscales y tráfico de influencias.

Urdangarin, el día que entró en prisión. Gtres

Si no se le concede antes, a ese tercer grado podrá acceder cuando cumpla la mitad de su condena, en mayo de 2021. Mientras tanto, la infanta Cristina, que este sábado ha cumplido 55 años, sigue residiendo en Ginebra con sus dos hijos menores y viaja con frecuencia a España.

[Más información: Iñaki Urdangarin podría regresar a casa este viernes: su permiso penitenciario de seis días]

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