La princesa Basmah bint Saud (55), conocida por ser muy crítica con el régimen de Arabia Saudí, se encuentra desaparecida desde el pasado mes de diciembre, cuando se disponía a viajar con su hija a Suiza para someterse a un tratamiento médico. Un vuelo que nunca llegó a despegar. 

Una cadena pública alemana, Deutsche Welle, ha informado esta semana a través de una fuente cercana que la princesa se encuentra retenida en Riad desde el pasado mes de marzo. Así, Basmah no puede hablar abiertamente porque sus comunicaciones están siendo "monitoreadas".

Basmah y su hija desaparecieron tras intentar tomar un avión para viajar a Suiza.

La princesa y su hija embarcaron en un avión rumbo a Suiza el pasado mes de diciembre. Los documentos consultados por el medio alemán muestran que la aristócrata tenía autorización para volar y así recibir un tratamiento prescrito por su médico suizo. El caso es que, bajo la sospecha de huida del país árabe por motivos políticos, a su avión no se le permitió despegar el 18 de diciembre del año pasado. Al parecer, fue la escala en Turquía, visto por Riad como un país hostil, lo que suscitó las sospechas.

El abogado estadounidense que organizó su fallida evacuación, Leonard Bennett, ha explicado que después de ese suceso "ella desapareció, nadie sabía donde estaba y nos temíamos lo peor". El letrado puntualiza que tras varios llamadas, finalmente pudieron contactar con ella pero percibieron que "hablaba como una rehén", y llegó a la conclusión de que estaba sometida a un "arresto domiciliario" sin haber sido procesada.

La princesa, la menor de los 115 hijos del anterior rey de Arabia Saudía, Abdalá bin Abdulaziz, se ha hecho conocida por ser contraria al actual régimen del país. En varias ocasiones, la aristócrata se ha mostrado a favor de la reforma constitucional y el avance hacia la democracia en Arabia Saudita, ideas que ha plasmado en varios artículos en Al Medina o Al Hayat, diarios de su país, y en entrevistas a prensa extranjera como The Independent, Vanity Fair o la BBC.

La princesa ha abogado por convertir a Arabia Saudí en una monarquía constitucional y ha denunciado la "injusta distribución de la riqueza" en el reino. "La realeza cuenta con 15.000 miembros en Arabia Saudí", explicó a The Independent en 2012. "De esos hay 2.000 que son multimillonarios, que ostentan todo el poder, toda la riqueza y nadie puede pronunciar una palabra contra esa situación", añadió.

En 2017 también concedió una entrevista a ABC en el que habló sobre la igualdad entre hombres y mujeres. "Las mujeres están dando ahora sus primeros pasos para el mañana. Estos pasos deben ser fuertes, concretos y estables. Ahora tenemos mujeres en el Parlamento, eso también es muy importante". La princesa añadió: "La igualdad entre hombres y mujeres es una meta para nosotros en Arabia Saudí, pero cuando miras hacia otras partes del mundo te das cuenta de que no es el único país que tiene que trabajar para alcanzar esta meta".

Mohamed bin Salman ha perseguido a los que son críticos contra su régimen.

Varios medios internacionales apuntan a que estas críticas estarían siendo perseguidas por la persona que dirige el país, el príncipe heredero Mohamed bin Salman (34). El mismo que se vio involucrado meses atrás en el escándalo por el asesinato de Jamal Khsasoggi, periodista saudí y columnista de opinión de The Washington Post a quien asesinaron en la embajada de Arabia Sudí en Estambul.

La situación de esta princesa saudí recuerda a la de las dos hijas del emir de Dubái, las princesas Shamsa y Latifah, que según la prensa internacional habrían sido encerradas en palacio tras intentar fugarse de Emiratos Árabes.

[Más información: Sheikha Latifa, la princesa desaparecida que conmociona a todo Dubái]

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