La localidad de Windsor ha amanecido más soleada que de costumbre este sábado 19 de mayo. Con los primeros rayos del alba, en torno a las 5:30 horas de la madrugada llegaban a los aledaños del castillo los más de 5.000 periodistas acreditados de 80 medios de comunicación alrededor del mundo. Junto a ellos, algunos ciudadanos curiosos, que rehusaban a perder una buena posición para ver de cerca a los protagonistas del día, del mes y probablemente del año en su país. Con la tranquilidad de una jornada soleada en una Inglaterra siempre grisácea, la seguridad, más de 5.000 efectivos han tomado posiciones para que no quede suelto ni un solo fleco en el día grande de su país. 

En torno a las 9:30 horas de la mañana (hora local) aparecían los primeros invitados. A destacar, la presencia familiar de Pippa Middleton (34 años), embarazada, y James Matthews. La representación patria corre de la mano de Lord David (43) y Lady Victoria Beckham (44) al frente. Entre las estrellas internacionales invitadas, George (57)Amal Clooney (40), James Corden (39) y su esposa Julia Carey y la tenistas Serena Williams (36) junto a su esposo, Alexis Ohanian (35).

Con la puntualidad que rige la Gran Bretaña, empezaron a llegar los protagonistas: la familia real. Primero ha llegado el novio, Harry de Inglaterra (33), acompañado de su hermano William (35), quien contrajo matrimonio hace siete años con su esposa Kate (36). Tras ellos, su padre, Carlos de Inglaterra (69) y su mujer, Camilla Parker Bowles (70), apostando por el rosa empolvado y una pamela de plumas que le cubre todo el rostro. Como manda la tradición, y justo antes de la novia, la reina Isabel II (92) junto a su marido, el duque de Edimburgo (96). The Queen sabe cómo sorprender y cómo llamar la atención. Si para la boda de William y Kate recurrió al amarillo, esta vez ha apostado todo al verde. Eso sí, lima, apagado y con toques en malva para las plumas de su inolvidable sombrero. 

El príncipe Harry y Meghan Markle el día de su boda.

Con la expectación propia de una boda de Estado, la actriz norteamericana Meghan Markle (36) ha descendido del coche sonriente, feliz y luciendo un espectacular vestido firmado por la diseñadora británica Clare Waight Keller, actual directora creativa de la firma francesa Givenchy. Momentos de emoción y complicidad entre los novios con la llegada de Meghan caminando hacia el altar mientras Harry la observa a lo lejos. Michael Curry, arzobispo y primado de la Iglesia Episcopal, ha sido el encargado de oficiar la ceremonia y se ha convertido en protagonista involuntario del acto: "El amor que ha unido y unirá al Príncipe Harry y a la señora Meghan Markle tiene su origen en Dios, y es la clave de la vida y la felicidad. Así que celebremos y oremos por ellos hoy", han sido las palabras previas a la nota musical en vivo de la ceremonia. 

La madre de Meghan no ha podido contener las lágrimas ante el coro gospel que ha entonado el mítico Stand by me de Ben E. King, un himno del rhythm and blues afroamericano, en un claro homenaje a la novia. Cabe destacar el poco protagonismo de la reina Isabel II de Inglaterra, que se ha mantenido en sentada en su lugar y flanqueada por su esposo en todo momento. Con el tradicional 'Guíanos gran redentor', himno final se ha dado paso a la bendición, y posteriormente al himno nacional, momento en que los novios han abandonado la estancia eclesiástica.