Una tarta a base de plátanos. La fruta -más propia de las Islas Canarias que de las Británicas- va a jugar un papel clave en la boda de la actriz Meghan Markle (36 años) y el príncipe Harry de Inglaterra (32). No es casualidad: la pareja se ha autoidentificado con los plátanos desde el inicio de su relación.

Es la fruta favorita del príncipe Harry. También el icono a través del que la exitosa intérprete de Suits confirmó que estaba saliendo con el royal. Ahora, está entre sus planes que el punto más dulce del día de su boda -el próximo mayo- sea un postre hecho con plátanos.

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Así lo cuenta una fuente cercana a la pareja a The Daily Telegraph. "Esta es la primera tarta de boda real hecha de plátanos". No es de extrañar, porque al príncipe Harry le encanta "todo lo hecho con plátanos".

La decisión de Meghan y Harry va a marcar un antes y un después en las tendencias de repostería de eventos. La tradición en el mundo de las bodas -máxime en Reino Unido, donde el protocolo no se relaja para la Familia Real- dicta que el último piso de la clásica tarta nupcial sea una tarta hecha a base de frutas. El motivo no es otro que su larga durabilidad y, así, puede conservarse para ser servida en el bautismo del primer hijo. Esta fue la opción de los duques de CambridgeGuillermo y Kate Middleton.

El último grito en pastelería para eventos pasa por tartas a base de bizcochos, más esponjosos y versátiles, a raíz de las influencias americanas. Precisamente por el origen de Meghan Markle (nacida en Los Ángeles) todo apunta a que la rupturista tarta de plátano de la pareja será el icono a seguir.

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